Vida Moderna

¿Por qué algunos gatos odian que les rasquen la barriga?

Los expertos señalan que este comportamiento no es de todos los gatos, pues algunos sí se dejan acariciar su barriga.

Redacción Semana
19 de julio de 2023
Los gatos y sus maullidos: conozca las razones principales detrás de este peculiar comportamiento.
Aunque a veces rascarles la barriga les enseña a estirarse y parezca que lo invitan a tocarlo, el mensaje es otro | Foto: Getty Images/iStockphoto

Los gatos son criaturas con una personalidad distintiva y son reconocidos por su naturaleza independiente que marca el sentido territorial. De hecho, algunos gatos prefieren pasar tiempo a solas, mientras que otros pueden ser afectuosos y juguetones con sus dueños.

Por otra parte, estas mascotas se describen comúnmente como curiosos, astutos y adaptables a diferentes entornos. Asimismo, poseen un instinto natural para perseguir, cazar y alimentarse de presas pequeñas. De acuerdo con los expertos, un comportamiento felino que despierta curiosidad es que muchos odian que les rasquen la barriga, pues este aspecto no se traduce en sus capacidades para establecer relaciones afectivas muy fuertes con otros felinos y sus amos.

De acuerdo con el portal web Un Cómo, aunque a veces rascarles la barriga les enseña a estirarse y parezca que lo invitan a tocarlo, el mensaje es otro. Se trata de una postura de relajación, bienestar e, incluso, cordialidad.

“Cuando tu gato expone su panza, quiere transmitirte un estado de tranquilidad y de comodidad que siente al estar contigo, pero no quiere que se la toques. Si ignoras su mensaje y otras señales como las orejas hacia atrás, el pelo erizado o movimientos bruscos de la cola mientras le sigues tocando el vientre, finalmente reaccionará con un arañazo o un mordisco”, indica el portal en mención.

gatos con su dueño
Cuando tu gato expone su panza, quiere transmitirte un estado de tranquilidad y de comodidad que siente al estar contigo, pero no quiere que se la toques. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Otro factor a tener en cuenta sobre este tema es que la barriga de los gatos es una zona muy vulnerable de su cuerpo. Por ello, para sobrevivir, ellos rechazarán cualquier tipo de contacto en esa parte para protegerse de las amenazas de los depredadores, aunque en este caso no exista.

¿Por qué algunos gatos sí se dejan tocar la barriga?

El portal en mención señala que cada felino tiene una personalidad propia, por lo que a algunos sí les gusta o reciben de buen agrado caricias en el abdomen. De este modo, si su gato se deja tocar la barriga, esto quiere decir que se siente totalmente protegido.

De esta manera, puede descubrir las zonas del cuerpo que el gato se deja tocar. De hecho, la cola y las patas son dos partes que tampoco les agradan, pero las zonas que aceptan con mayor agrado son la espalda, la nuca, la cabeza y la barbilla. “Aun así, que le guste en determinadas ocasiones no significa que debas tocarlas con mucha frecuencia. Los felinos se sienten muy independientes y, si los manoseas constantemente, coartarás parte de su libertad”.

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Si su gato se deja tocar la barriga, esto quiere decir que se siente totalmente protegido. | Foto: Getty Images

Es importante tener presente que cuando se masajee alguna de estas partes del cuerpo de un gato, se debe hacer con suavidad para que se sienta cómodo. Además, deberá prestar mucha atención al lenguaje corporal, ya que si mueve la cola, echa las orejas hacia atrás o se le eriza el pelo, son señales inequívocas de que no quiere más caricias.

“Todos los gatos quieren ser tratados con cariño y aceptan de buen agrado las caricias, pero ninguno tolera que le fuercen para que le toquen. No cojas a tu minino en contra de su voluntad para masajearlo y respeta en todo momento su libertad. Cuidando estos aspectos del comportamiento de los gatos, la relación con tu pequeño felino será muy confortable y entre los dos se construirá un vínculo indestructible”, indica el portal en mención.

¿Por qué a los gatos les gusta dormir en los pies de los humanos?

El fenómeno de dormir en los pies de los humanos: una mirada científica

El comportamiento de los gatos al dormir en los pies de los humanos ha desconcertado a muchos dueños de mascotas. Sin embargo, los expertos en comportamiento animal han analizado este fenómeno y ofrecen explicaciones científicas que nos ayudan a comprender por qué los gatos tienen esta preferencia única.

gato durmiendo
Uno de los motivos principales por los que los gatos eligen dormir en los pies de los humanos es la búsqueda de calor y comodidad. | Foto: Getty Images/iStockphoto

La búsqueda de calor y comodidad

Uno de los motivos principales por los que los gatos eligen dormir en los pies de los humanos es la búsqueda de calor y comodidad. Los pies suelen ser una fuente de calor constante debido a la circulación sanguínea y los gatos disfrutan de esa sensación cálida al acurrucarse junto a ellos. Además, los pies de los humanos ofrecen una superficie suave y acolchada, que resulta atractiva para los gatos en busca de un lugar cómodo para descansar.

El apego y la seguridad emocional

Los gatos son animales sociales y establecen fuertes lazos emocionales con sus dueños. Dormir en los pies de los humanos puede ser una forma de buscar cercanía y expresar apego hacia ellos. Los expertos sugieren que los gatos encuentran seguridad y confort en la proximidad física con sus dueños durante el sueño. El olor familiar del humano, combinado con el contacto físico, les brinda una sensación de protección y tranquilidad.

El instinto ancestral de anidar

El comportamiento de dormir en los pies de los humanos también puede estar relacionado con el instinto ancestral de anidar que tienen los gatos. Los antepasados salvajes de los gatos solían buscar lugares seguros y protegidos para descansar y criar a sus crías. Al elegir los pies como su lugar de descanso, los gatos domésticos aprovechan la sensación de seguridad y protección que les brinda su dueño. Esta conducta instintiva puede ser especialmente pronunciada en gatas que acaban de tener crías o en gatos que buscan un entorno acogedor.