¿Cómo afecta al corazón comer arroz todos los días?

Generar conciencia respecto a los hábitos de consumo alimenticio se ha convertido en un tema de interés común durante el último tiempo, especialmente si se tiene en cuenta los descubrimientos recientes respecto a los efectos que puede generar para la salud el consumo de ciertas comidas en concreto.

En muchos casos, esta alerta fue encendida apuntando hacia alimentos que son de consumo constante para distintos grupos, y que incluso forman parte de la canasta de compra de manera fiel, sin realmente conocer el impacto que poseen estos dentro del organismo.

Una alimentación descuidada puede acabar generando desequilibrio en ciertos elementos claves para la salud, como lo puede ser el equilibrio de la glucosa o colesterol para el torrente sanguíneo, o el deterioro de manera más rápida de algunos elementos puntuales para el cuerpo humano que ya son afectados con el paso del tiempo a causa del envejecimiento.

Dentro de estos alimentos resaltados se encuentra el arroz, un complemento diario para muchos platos o recetas, ocupando un puesto protagónico, especialmente si se habla del almuerzo, por lo que su consumo se da a gran escala.

Una de las mayores preocupaciones referentes a este alimento se da a causa de la gran cantidad de carbohidratos que este aporta al organismo, sin embargo, algunos expertos aseguran que es posible comer arroz todos los días, siempre y cuando este se sepa preparar de una manera correcta, variada y medida.

Por ende, es importante analizar el impacto general que posee esta comida dentro del organismo, con el fin de poder descubrir si este alimento puede ser beneficioso para la salud o, si por el contrario, es completamente nocivo, tarea en la que han puesto sus esfuerzos múltiples organizaciones y expertos en la materia.

En primer lugar, es importante resaltar que existen distintos tipos de arroz y distintas formas de prepararlo, las cuales pueden ser más sanas, o menos en algunos casos puntuales, y resaltan el arroz blanco y el arroz integral como los dos tipos de arroz principales.

El arroz blanco suele ser el más criticado, sin embargo, según reseña el portal Mejor Con Salud, el arroz integral puede traer distintos beneficios puntuales para la salud, permitiendo que su uso y consumo se presente de manera regular.

Uno de los órganos más afectados por el consumo de ciertos alimentos puntuales es el corazón, pilar central del sistema circulatorio y uno de los más priorizados por el ser humano, al hablar de cuidados, junto al cerebro, siendo ambos dos órganos vitales para el desarrollo adecuado de la vida.

Pues bien, según la fuente ya mencionada, el consumo de arroz integral puede traer beneficios para la salud cardíaca, gracias a sus aportes nutricionales y vitamínicos. Según expertos, los componentes del arroz integral funcionan con un efecto cardioprotector, generando también efectos importantes en la tensión arterial, un factor a tener en cuenta para quienes poseen problemas circulatorios.

En cuanto a su diferenciación con el arroz blanco, el integral posee mayor aportes en calcio y en hierro, dos elementos claves a la hora de brindar cuidado al cuerpo humano, además de generar una sensación de saciedad mayor y más prolongada que el blanco.

De esta manera es posible asegurar que comer arroz a diario posee efectos en la salud, pero que si este consumo es medido y preparado de manera adecuada, según la variedad del arroz, se pueden obtener algunos beneficios a partir de su ingesta.

La forma de cocinar arroz para reducir a la mitad las calorías que aporta

El arroz es uno de los alimentos más populares y consumidos en el mundo, convirtiéndose en el sustento básico de millones de personas. Es es producto que ofrece una serie de propiedades y beneficios para el organismo, pero la recomendación de los expertos es no exceder su ingesta.

El portal Cuerpo Mente destaca que este alimento aporta energía gracias a su riqueza en carbohidratos, siendo el almidón el más abundante y que tiene la ventaja de absorberse con lentitud, con lo que evita que se produzcan picos de azúcar en la sangre.

El portal Cocina Fácil, de México, cita datos del Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes, según los cuales una taza de arroz blanco aporta aproximadamente 240 calorías; 4,4 gramos de proteína; 0,4 gramos de lípidos y de fibra y 53,2 de carbohidratos; mientras que el integral brinda 219 calorías por porción, 4,5 gramos de proteínas y 45,9 gramos de hidratos de carbono.

Frente al consumo de este alimento se tejen todo tipo de teorías en torno a si debe incluirse en la dieta o no, debido a su riqueza en carbohidratos y el aporte de calorías; pero es importante tener en cuenta que sus beneficios o efectos en el cuerpo dependerán de la forma en la que se cocine y también la cantidad que se consuma.

¿Cómo cocinarlo?

Un aspecto a tener en cuenta es que cereales como el arroz contienen importantes cantidades de almidón, pero también que el cuerpo no absorbe todo el almidón de la misma manera y por ello la forma en que se prepare este alimento toma protagonismo.

Según una publicación del medio Business Insider, desde el punto de vista nutricional, existen dos tipos de almidón: el digerible, que se convierte en glucosa en el estómago y, por tanto engorda, si no se quema; y el resistente, que pasa al intestino y actúa como fibra, aportando un bajo contenido calórico y los beneficios de la fibra en materia digestiva.

Frente a este tema y a cómo se debe cocinar este alimento para reducir la cantidad de calorías, científicos del College of Chemical Sciences en Colombo, Sri Lanka, descubrieron un método de preparación del arroz que permite aumentar la proporción del almidón resistente.

Para conseguirlo, siempre se debe lavar primero el arroz. De esta forma, se retira el exceso de almidón de la parte superficial del grano. Además, esto también ayuda a que esté más suelto después de cocinarlo. Para lavarlo, la recomendación es hacerlo en agua tibia y remover los granos con la mano, realizando movimientos circulares. La idea es cambiar el agua varias veces antes de poner a cocinar el cereal.

Una vez el arroz esté suficientemente limpio, se debe cubrir con agua y añadir una cucharada de aceite de coco por cada media taza de arroz. Si bien los tiempos de cocción pueden variar, de acuerdo con los gustos de cada persona, la recomendación de los científicos es cocinar a fuego rápido durante 25 minutos o más lento por 40 minutos.

Posteriormente, según el análisis y de acuerdo con una publicación del diario La Razón, de España, se mete en la nevera durante 12 horas y luego sí se consume. “Al enfriar el arroz después de cocinarlo y agregar el aceite de coco durante la cocción se aumenta hasta 10 veces la proporción de almidón resistente a las enzimas digestivas del intestino, lo que reduce el número de calorías que el cuerpo obtiene de la ingesta de arroz”, precisa la citada fuente.

Según Business Insider, los investigadores probaron ocho formas distintas de cocinar las 38 variedades de arroz que hay en Sri Lanka, y después midieron químicamente las calorías. Una de las principales conclusiones fue que al añadir el aceite de coco y dejar enfriar el arroz antes de consumirlo, se reducían un 15 % las calorías en la variedad con menos almidón. La que tenía más almidón lo hacía entre un 50 y un 60 %.