¿Cómo bajar los niveles de ácido úrico alto de manera natural?

El ácido úrico es un compuesto que se genera en el organismo como consecuencia de la descomposición de unas sustancias conocidas como purinas, que normalmente se encuentran en el cuerpo, pero también en algunos alimentos y bebidas, precisa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Por ejemplo, los productos que contienen importantes cantidades de estas sustancias son, entre otros, el hígado, las anchoas, la caballa, los fríjoles y las arvejas secas.

Normalmente, este químico se disuelve en la sangre y luego se traslada a los riñones, órganos que lo expulsan del cuerpo a través de la orina. Sin embargo, cuando el organismo produce demasiado o no lo elimina, se generan afecciones como la gota, la cual se da por la formación de cristales en las articulaciones. Este padecimiento se evidencia con frecuencia en el dedo gordo del pie, causando fuertes dolores e inflamación.

Dado de que los alimentos ricos en purinas pueden elevar el ácido úrico, una de las primeras acciones que se deben adoptar es limitar su ingesta. En la lista de productos que contienen estas sustancias están, entre otros, la trucha, las sardinas, los mejillones y el arenque; los alimentos ricos en grasas, como los productos lácteos y la carne roja y las bebidas azucaradas. Con un contenido más bajo están otros productos como los embutidos, el jamón, la carne de pollo, las ostras, el camarón, el cangrejo y la langosta, según el portal Medical News Today.

Peso saludable

Alcanzar un peso corporal saludable puede ayudar a reducir el riesgo de gota. La citada fuente asegura que el sobrepeso está relacionado con un mayor riesgo de niveles elevados de ácido úrico en la sangre. No obstante, es importante tener claro que la pérdida rápida de peso, especialmente cuando ocurre debido al ayuno, puede elevar los niveles de ácido úrico. Por lo tanto, las personas deben enfocarse en realizar cambios sostenibles a largo plazo para controlar su peso, realizar ejercicio físico y llevar una dieta balanceada.

Otra manera de controlar los niveles de ácido úrico es consumiendo vitamina C. Ingerir suficientes alimentos que la contengan o tomar un suplemento de la misma puede reducir el riesgo de gota. Medical News Today refiere un metaanálisis efectuado sobre 13 ensayos, el cual determinó que el consumo de este nutriente reducía significativamente los niveles de ácido úrico en la sangre.

Así las cosas, es posible incluir en la dieta algunas frutas que son buena fuente de esta vitamina. Por ejemplo, las fresas. Se dice que ayudarían a deshacer las purinas presentes en la sangre y que los riñones no pueden eliminar. Se pueden consumir, por ejemplo, en el desayuno sin añadir azúcar. Lo ideal es no elegir aquellas que estén demasiado maduras, ya que su nivel de glucosa puede ser más elevado, indica la revista Mejor con Salud.

Otra fruta que contiene vitamina C son los arándanos, que pueden ser consumidos después del almuerzo. Por otro lado, según Mayo Clinic, existe evidencia de que comer cerezas se asocia con un menor riesgo de ataques de gota.

La manzana también forma parte del listado de frutas recomendadas. Esta, además de ayudar a neutralizar las purinas, también es beneficiosa para la eliminación de líquidos y toxinas del organismo, de manera que favorecerá la expulsión del ácido úrico a través de la orina.

Además de las mencionadas frutas, otros alimentos que pueden ser beneficiosos para las personas que tienen alto el ácido úrico son las verduras y legumbres; las carnes blancas como el pollo, el pavo y la ternera, los pescados blancos como la merluza y lenguado; el aceite de oliva o girasol y la leche desnatada.

Factores que indicen en el aumento del ácido úrico

Algunos de los factores que más inciden en el aumento de este compuesto en el organismo son los siguientes:

- Tomar demasiado alcohol

- Genética (tendencias heredadas)

- Hipotiroidismo (tiroides hipoactiva)

- Medicamentos inmunodepresores

- Exceso de niacina o vitamina B3

- Obesidad

- Psoriasis

-Deshidratación

- Leucemia

- Ejercicio excesivo

- Deficiencia de vitamina B12

- Insuficiencia renal (incapacidad de los riñones de filtrar desechos)