¿Cómo identificar signos de anemia a través de las uñas?

La anemia es una afección que se desarrolla cuando la sangre produce una cantidad inferior a la normal de glóbulos rojos sanos. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), esto ocurre cuando el cuerpo no obtiene suficiente sangre rica en oxígeno.

“Algunas personas corren mayor riesgo de padecer anemia, incluidas las mujeres durante sus períodos menstruales y el embarazo. Las personas que no obtienen suficiente hierro o ciertas vitaminas y las personas que toman ciertos medicamentos o tratamientos también corren un mayor riesgo”, explican los CDC.

Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que el cuerpo produce tres tipos de glóbulos: glóbulos blancos para combatir las infecciones, plaquetas para ayudar a que la sangre coagule y glóbulos rojos para transportar oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo y dióxido de carbono del cuerpo de regreso a los pulmones.

“Los glóbulos rojos contienen hemoglobina, una proteína rica en hierro que le da a la sangre el color rojo. La hemoglobina permite que los glóbulos rojos transporten el oxígeno de los pulmones a todas las partes del cuerpo y que lleven el dióxido de carbono de otras partes del cuerpo hasta los pulmones para que se exhale”, señaló la entidad sin ánimo de lucro.

Asimismo, agregó que “la mayoría de las células sanguíneas, incluidos los glóbulos rojos, se producen regularmente en la médula ósea, un material esponjoso que se encuentra dentro de las cavidades de muchos de los huesos grandes. Para producir hemoglobina y glóbulos rojos, el cuerpo necesita hierro, vitamina B-12, folato y otros nutrientes de los alimentos que se consumen”.

Por su parte, Mayo Clinic también advierte que es posible tener deficiencia de hierro a raíz de pérdidas de sangre. “La sangre contiene hierro dentro de los glóbulos rojos. Si pierdes sangre, pierdes algo de hierro. Las mujeres con menstruaciones intensas tienen riesgo de padecer anemia por deficiencia de hierro porque pierden sangre durante el período menstrual. La pérdida lenta y continua de sangre dentro del cuerpo (por ejemplo, por una úlcera péptica, hernia de hiato, pólipo en el colon o cáncer colorrectal) puede causar anemia por deficiencia de hierro”, sostiene.

Signos de alerta

El sitio web Business Insider menciona algunos signos que también pueden alertar sobre esta enfermedad:

Tener antojo de hielo o tierra: respecto a estos síntomas, el portal Business Insider explica que algunas personas pueden tener cambios en su apetito, incluyendo la necesidad repentina de querer comer hielo o tierra.

Uñas quebradizas o frágiles: tener las uñas en forma de cuchara, débiles y quebradizas puede ser una señal de falta de hierro.

Llagas en la boca: las grietas o llagas alrededor de la boca pueden ser una advertencia de anemia por déficit de vitaminas como la B12 y por falta de hierro. “Depende del tipo de anemia. Por lo general, estos síntomas son propios de etapas avanzadas de anemia”, le explicó a Business Insider el Doctor Aaron Goodman, hematólogo y profesor de UC San Diego Health.

Lengua anémica: según apuntó el experto a Business Insider, esta característica es poco común y consiste en que, cuando hay un déficit alto de nutrientes, las personas con anemia pueden llegar a tener una lengua con textura hinchada, enrojecimiento y dolor.

A su vez, Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, también señala algunos de los síntomas que pueden presentar quienes padecen de anemia:

• Tener debilidad, sentirse cansado con frecuencia.
• Dolores de cabeza.
• Dificultad para pensar o concentrarse.
• Pérdida del apetito.
• Entumecimiento y hormigueo en las manos y en los pies.
• Irritabilidad.

Cuando la anemia empeora y es muy grave, las personas pueden tener los siguientes síntomas:

• Color azul en la esclerótica de los ojos.

• Uñas quebradizas.
• Deseo de comer hielo u otras cosas no comestibles (síndrome de pica).
• Mareo al ponerse de pie.
• Color de piel pálido.
• Dificultad para respirar tras actividad leve, incluso en reposo.
• Lengua adolorida o inflamada.
• Úlceras bucales.
• Sangrado menstrual anormal o más abundante en las mujeres.
• Pérdida del deseo sexual en los hombres.