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El alimento verde que cuida el hígado y el cerebro
Es un vegetal rico en fibras y con propiedades diuréticas, antioxidantes y antiinflamatorias.
Las verduras son alimentos que no deben faltar en la dieta diaria. Su ingesta es importante para brindarle al organismo nutrientes, vitaminas y minerales que son clave en la prevención de diversas afecciones de salud.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) asegura que ponerle a los platos el color verde, amarillo, naranja, rojo o púrpura de estos productos ayuda a mantener a las personas sanas, además de añadirle sabor y textura a las comidas.
“Se estima que la ingesta insuficiente de frutas y verduras es la causa de alrededor del 14 % de las muertes por cáncer gastrointestinal en todo el mundo, del 11 % de las muertes por cardiopatías isquémicas y del 9 % de las muertes por accidentes cerebrovasculares”, afirma la FAO.
Estas son razones de peso para que estos productos sean ingeridos tanto por adultos como por niños. La citada fuente indica que les ayudan a los menores a crecer y apoyan las funciones corporales y el bienestar físico, mental y social en todas las edades.
Una de esas verduras que ofrece diversos beneficios para el organismo es el apio. Es un vegetal que contiene pocas calorías, es rico en fibras y tiene acción diurética, aumentando la saciedad entre comidas y disminuyendo la retención de líquidos.
Es un alimento fuente de vitamina A y vitaminas del complejo B. Se le atribuyen propiedades antioxidantes, hepatoprotectoras, hipoglucemiantes, antiinflamatorias, analgésicas, digestivas, antiespasmódicas, inmunológicas, hipolipemiantes, hipotensoras y diuréticas, según el portal Su Médico.
Frente a las bondades y características del apio, el sitio web Healthline asegura que es gran fuente de antioxidantes, los cuales protegen las células, los vasos sanguíneos y los órganos del daño oxidativo. También aporta fitonutrientes, que se ha demostrado que reducen los casos de inflamación en el tracto digestivo, las células y algunos órganos.
Apio, un aliado del hígado
Precisamente uno de los órganos que se beneficia con su consumo es el hígado. El portal de salud Tua Saúde precisa que esta verdura posee un potente efecto hepatoprotector, debido a que tiene una actividad significativa contra el daño hepático, actuando como desintoxicante del organismo contra algunos químicos y medicamentos, como el paracetamol y tetracloruro de carbono, por ejemplo.
Al respecto, el portal Directo al Paladar, señala que el jugo de apio es un aliado para desintoxicar el hígado y reparar sus células, lo que permite aumentar la producción de bilis y hace que funcione mejor, en beneficio de la salud digestiva.
De otro lado, también se le atribuyen propiedades para cuidar el cerebro. La citada fuente indica que las sales minerales de este vegetal contribuyen a mejorar la condición del sistema nervioso central, lo que reduce la ansiedad, confusión mental, depresión, pérdida de memoria, trastorno bipolar, Alzheimer, trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y hasta el trastorno de hiperactividad (TDAH), entre otros padecimientos.
La fundación estadounidense AARP, en su página web, refiere una investigación realizada en Tailandia, la cual encontró un efecto neuro protector del apio para la enfermedad de Parkinson. En el análisis, el extracto de apio mejoró los problemas de comportamiento, disminuyó el estrés oxidativo y redujo la enzima cerebral, monoamino oxidasa que impide la liberación de neurotransmisores para la salud mental.
Saludable para el corazón
Gracias a sus compuestos antioxidantes, este vegetal ayuda a disminuir los niveles de colesterol en la sangre, particularmente el colesterol LDL, conocido como malo, previniendo el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como aterosclerosis (placas en las paredes de las arterias), derrame cerebral e infarto de miocardio.
Así mismo, por ser una buena fuente de potasio, contribuye a regular la presión arterial. Este mineral ayuda a eliminar el sodio en exceso del organismo y, además, contiene antioxidantes que permiten que los vasos sanguíneos se relajen, mejorando la circulación sanguínea y previniendo el desarrollo de hipertensión.