Este alimento ayuda a fortalecer los dientes, huesos, riñones e hígado

La alimentación es fundamental para mantener saludable el cuerpo humano, prevenir todo tipo de enfermedades y poder realizar con total normalidad las actividades diarias, gracias a que la comida le aporta al cuerpo la energía necesaria para dichas acciones.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que no alimentarse de la mejor manera y mantener al tiempo una vida sedentaria, puede traer consigo graves afectaciones para la salud a corto y mediano plazo.

En ese sentido, las proteínas son esenciales para mantener el organismo fuerte y saludable, por lo que prácticamente son pilares fundamentales para la vida.

Medline Plus explica que cada célula del cuerpo humano contiene proteínas. “Es necesario su consumo en la dieta para ayudar al cuerpo a reparar células y producir células nuevas”, indica. Asimismo, el portal agrega que la proteína es fundamental para el crecimiento y el desarrollo, especialmente de los niños, adolescentes y mujeres embarazadas.

“Los alimentos proteínicos se descomponen en partes llamadas aminoácidos durante la digestión. El cuerpo humano necesita un gran número de aminoácidos en cantidades suficientemente grandes para mantener una buena salud”, dice el sitio de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

En ese sentido, el pollo es una gran fuente de proteínas y es uno de los principales alimentos preferidos por las personas. Además, también le brinda al cuerpo vitaminas del complejo B, como la niacina, la vitamina B6 y la vitamina B12.

El Centro de Información Nutricional de la Carne de Pollo de Argentina (Cincap) también explica que este alimento presenta una fácil remoción de la mayor parte de sus grasas, algo que convierte a la carne de pollo con bajo contenido calórico.

Beneficios de consumir pollo

Como se mencionó anteriormente, el pollo contiene diferentes vitaminas que desempeñan un papel fundamental en el metabolismo óseo y la formación de glóbulos rojos, los cuales transportan oxígeno a los tejidos óseos y dentales. Asimismo, contiene fósforo que ayuda a fortalecer los huesos y los dientes.

Igualmente, este mineral ayuda a mantener saludables los riñones y el hígado, permitiendo de esta forma que se prevengan varios tipos de enfermedades.

De hecho, el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos recomienda el consumo de pollo para las personas que sufren la enfermedad de los riñones, que hace referencia a que los riñones de una persona están dañados y por ello no pueden llevar a cabo sus funciones.

Otro de los beneficios, según Cincap, es que la carne de pollo contiene grasas insaturadas tales como el ácido linoleico, un tipo de grasa esencial que no es fabricada por el cuerpo humano y por ello es necesario incorporarla a través de la alimentación. Estas grasas son muy efectivas para proteger la salud del corazón y evitar sufrir enfermedades en este órgano.

Otra de las ventajas de este alimento es su versatilidad, ya que permite elaborar una amplia variedad de comidas y, además, también se puede combinar con diferentes alimentos y condimentos, todo esto de acuerdo con los gustos de las personas. Se puede usar en ensaladas, gratinado, frito, cocinado, entre otras recetas. Lo importante, es nunca consumirlo crudo.

Algunos cuidados que se deben tener con el pollo

El Cincap advierte que para prevenir ciertas enfermedades y aprovechar al máximo los beneficios del pollo, es necesario tomar ciertas precauciones.

• Refrigerar el pollo fresco dentro de su bolsa respetando la fecha de vencimiento.
• Para evitar goteos y derrames, o que el pollo tome contacto con otros alimentos, es conveniente acomodar la pieza dentro de un recipiente.
• Conservarlo en cadena de frío dentro de la fecha de vencimiento.
• Si desea conservarlo cocido, se recomienda refrigerarlo y consumirlo preferentemente dentro de las siguientes 24 horas.

Asimismo, cuando se compre, es indispensable revisar que la piel no contenga manchas marrones, verdosas o violetas, que las puntas de las alas no estén oscurecidas ni pegajosas, y que no presente restos de plumas, ni zonas oscuras o secas.