Esto es lo que le sucede a la sangre cuando se come sin tener hambre

Tener hambre, es tener el deseo natural de comer. Pero cuando se habla de un aumento del apetito, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus) menciona que puede guardar una relación con ciertas enfermedades o problemas con las glándulas endocrinas, mismas que secretan hormonas en la sangre.

Asimismo, la enciclopedia médica menciona otras causas relacionadas con el aumento del apetito como:

• Ansiedad: la Clínica Mayo la describe como parte de la vida cotidiana, y señala que las personas con trastorno de ansiedad tienen preocupaciones y miedos excesivos que se mantienen durante mucho tiempo. Menciona que los síntomas de este trastorno pueden iniciar desde la infancia, adolescencia e incluso en la edad adulta.
• Diabetes: la Organización Mundial de la Salud puntualiza que alrededor del mundo hay 422 millones de personas con diabetes, lo que en la región de las Américas representan 62 millones. Cabe recordar que esta enfermedad se encuentra relacionada con los altos niveles de glucosa que a largo plazo daña diferentes órganos del cuerpo.
• Hipertiroidismo: MedlinePlus menciona que las complicaciones en la tiroides se presentan cuando hay una alta o baja producción de hormonas, que pueden causar: hipertiroidismo o hipotiroidismo.

Según la Asociación Americana de Tiroides, los síntomas de hipertiroidismo pueden confundirse con nerviosismo. Incluso, aclara que las personas que buscan perder peso y tienen esta condición pueden verse beneficiadas, pero esto no las exime de percibir complicaciones en su salud.

• Hiperglucemia: la enciclopedia médica a través de su servicio en línea explica que son los altos niveles de glucosa en el torrente sanguíneo.

No obstante, comer no siempre está relacionado con el hambre, es decir, que muchas personas consumen alimentos sin tener el deseo de comerlos, ¿por qué?

Esto es lo que le pasa a la sangre cuando se come sin tener hambre

Una investigación de la Universidad de Chicago (Estados Unidos) manifiesta que una persona come sin tener hambre porque encuentra en el mercado una amplia variedad de alimentos que llaman su atención, mismos que no son saludables.

La investigación determinó que posiblemente quienes comían sin tener hambre, podrían tener efectos negativos sobre su cuerpo.

Resulta que el estudio le pidió a los participantes que calificaran el nivel de hambre que tenían, y acto seguido, que consumieran alimentos con un alto aporte en carbohidratos, lo que permitió medir la glucosa en la sangre.

De ahí concluyó que quienes comían sin tener hambre elevaban el azúcar en la sangre; mientras que quienes tenían deseos ‘moderados’ de comer sus niveles de glucosa eran bajos.

No obstante, los expertos de la universidad precisan que los hallazgos son sugerentes, por lo que si se observan síntomas que podrían prever una irregularidad en los niveles de azúcar en la sangre, es importante consultar con un profesional de la salud.

Según MedlinePlus cuando los índices de glucosa están elevados causan cansancio, pérdida de peso, heridas que no cicatrizan, aumento de sed y micción frecuente; mientras que cuando son bajos suelen estar relacionados con hambre, cansancio, palpitaciones, desmayos, mareos, entre otros.

Finalmente, es crucial no ignorar si es frecuente la pérdida o aumento de apetito para identificar si hay una enfermedad subyacente.

Incluso, si lo que se busca es perder peso reduciendo el apetito, algunos hábitos contribuyen a ello. Según la revista Cuerpomente, se puede apuntar a disminuir las funciones de la hormona del apetito, con un plan de alimentación saludable.

También recomienda no tener desórdenes alimenticios, mismos que ocurren por no cumplir con horarios establecidos en la comida. Si bien se entiende que horarios de viajes o de trabajo dificultan su cumplimiento, se aconseja intentarlo o reacomodar dichas comidas.