Vida Moderna
La fruta tropical que mejora la digestión intestinal, controla la glucosa y hidrata el cuerpo
Un fruto que contiene grandes propiedades para la salud del organismo.
La ingesta diaria de frutas debe ser una prioridad en el marco de una dieta equilibrada que permite tener una buena condición de salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir al menos 400 gramos de frutas y verduras, para de esta forma obtener sus beneficios y propiedades nutricionales.
Estos alimentos ofrecen una serie de beneficios clave para cuidar la salud. Son ricos en vitaminas, minerales, fibra y otros componentes que ayudan a prevenir el desarrollo de afecciones no transmisibles como la diabetes, cáncer, hipertensión y colesterol elevado, entre otras. Sus compuestos también resultan muy saludables para el sistema digestivo, para aliviar inflamaciones, evitar gases y prevenir el estreñimiento.
Una de las opciones tanto por su fruto como por su líquido, que posee una variedad de beneficios para el organismo, es el agua de coco. Este líquido transparente que se encuentra dentro de los cocos verdes y su consumo trae consigo muchos beneficios para la salud, como nutrientes y antioxidantes que ayudan a eliminar toxinas y mejoran la digestión intestinal.
En concreto, es 95 % agua, pero también contiene importantes nutrientes como minerales, vitaminas, azúcares, aminoácidos y fitohormonas. Además, cuenta con propiedades antioxidantes, antivirales, antibacterianas y antiinflamatorias que pueden ayudar a prevenir y aliviar diferentes tipos de enfermedades, según el portal Mejor con Salud.
El líquido se encuentra rodeado por una cáscara gruesa con una capa externa parecida al cuero e impermeable. Debajo posee otra fibrosa, que al secarse adquiere un aspecto peludo, se puede beber el agua que guarda en su interior o se puede comer la pulpa fresca y de esta se pueden obtener aceite, leche y harina.
El coco es muy bajo en grasa y al ser un excelente hidratante ayuda a tener una mejor digestión tras su consumo. Según un estudio publicado en The Philippine Journal of Cardiology, “el 75% de las grasas del coco son saturadas, del tipo que se asocia al colesterol elevado, pero su riqueza en ácido láurico produce que no solo no eleve el colesterol malo, LDL, sino que lo reduce y aumenta el bueno, HDL”.
Otro nutriente que está presente en el agua de coco es la fibra, de manera que su consumo estimula el tránsito intestinal. Este atributo la convierte en una bebida perfecta para aliviar y prevenir el estreñimiento.
“Por ser rica en sales minerales como potasio y magnesio, el agua de coco ayuda a reponer estos minerales en el organismo, siendo muy utilizada por quienes practican actividad física, ya que tiene pocas calorías y no causa distensión abdominal, como en el caso de otras bebidas isotónicas. Además, el agua de coco también puede ser usada en problemas de salud en los que hay riesgo de deshidratación, como la diarrea”, recoge el portal de salud y bienestar Tua Saúde.
De todos modos, por muy refrescante que sea y ofrezca la promesa de tantos beneficios, hay que tener en cuenta que excederse en su consumo puede traer efectos no deseados.
Según Medline Plus, se podría dar un aumento en los noveles de potasio en la sangre, lo que a su vez podría desencadenar síntomas como frecuencia cardíaca irregular y problemas renales.
Por lo demás, lo más aconsejable siempre es acudir al médico o al nutricionista para que lo asesore en las mejores prácticas encaminadas a mantener la salud en estado óptimo.
De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer, es consultar al médico tratante o a un nutricionista, para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, ya que las anteriores recomendaciones de ninguna manera sustituye la asesoría médica.