La planta que mejora la circulación en las piernas, previene las várices y alivia la inflamación

Alimentarse de manera saludable, realizar ejercicio físico de forma regular y mantener el organismo hidratado son tres aspectos clave si se quiere tener una buena circulación. Un proceso que resulta vital, pues es la forma como el corazón bombea la sangre alrededor del cuerpo, precisa el portal Medical News Today.

Además de los hábitos mencionados, también es importante, por ejemplo, evitar el consumo de cigarrillo y alcohol, reducir la ingesta de grasas saturadas y no permanecer en una misma posición durante mucho tiempo.

Cuando la sangre se mueve a través de los vasos sanguíneos y arterias, distribuye oxígeno y nutrientes a las células, al tiempo que elimina desechos. De ahí la importancia de tomar acciones tendientes a favorecer su flujo normal, pues de no ser así es posible que se generen complicaciones como las várices, por ejemplo.

Las várices se forman cuando venas superficiales sufren una dilatación anormal, debido a que al organismo se le dificulta devolver la sangre con fluidez al corazón, lo que ocasiona que esta se estanque, de acuerdo con la Fundación Española del Corazón.

La mencionada institución asegura que si en un primer momento se favorece el retorno venoso, dicha dilatación desaparece y la vena vuelve a su condición normal, pero si esta situación dura mucho tiempo, se puede convertir en una afección permanente.

En el marco de una alimentación adecuada y la actividad física, también es posible recurrir a algunos trucos o remedios caseros que ayudan a prevenir o aliviar las molestias generadas por una mala circulación. Una de esas opciones son las plantas y una de ellas es la centella asiática, una hierba que tiene larga historia medicinal en países como India, China e Indonesia.

A esta planta se le atribuyen bondades cicatrizantes, analgésicas, antimicrobianas, digestivas y antivirales. El portal Nutrición y Farmacia asegura que por tratarse de una hierba adaptógena, se usa para diversos propósitos.

Por tal razón, en la medicina oriental y africana se aprecia por sus capacidades para relajar, aliviar la ansiedad y favorecer la longevidad, entre otras cosas; mientras que en Europa y los Estados Unidos se emplea sobre todo para tratar afecciones del sistema circulatorio.

Al respecto, una publicación de la revista Mejor con Salud, escrita por Ekhiñe Graell, asegura que la centella asiática es conocida por ser la fuente de ciertos principios activos utilizados precisamente para mejorar el flujo de la sangre y el más importante es el asiaticósido, sustancia a la cual se le atribuye la gran mayoría de sus propiedades.

Mejora el flujo sanguíneo

Se dice que esta planta es buena para fortalecer las venas y vasos y contribuye a mejorar el tránsito de la sangre, a través de estos conductos promoviendo la mejoría de las várices y hemorroides, además de disminuir la inflamación, adormecimiento, cansancio y calambres que se presentan en las piernas, por cuenta de las venas agrandadas.

Según Mejor con Salud, existen análisis que han demostrado que el consumo regular de centella asiática puede ayudar a prevenir la pérdida de elasticidad de los vasos sanguíneos, reducir los problemas inflamatorios y, en general, mejorar la circulación.

Al portal de salud Tua Saúde indica que esta planta ayuda en el tratamiento y prevención de enfermedades cardiovasculares, como derrame, aterosclerosis, presión alta e infarto. “Estudios demostraron que el tratamiento con la ingesta de cápsulas o comprimidos con 60 a 120 miligramos de centella asiática durante tres meses mejora los síntomas de várices y de mala circulación”, precisa.

De acuerdo con Nutrición y Farmacia, es una hierba que actúa como tonificante para las venas y por ello se usa como tratamiento natural para atender otras afecciones como flebitis.

En relación con este aspecto, Mejor con Salud refiere un estudio observacional, realizado con una muestra conformada por 94 personas con síndrome post flebítico.

La investigación permitió determinar que quienes tomaron una dosis de 90 miligramos de extracto de centella asiática durante varias semanas, tuvieron una mejoría significativa en el tono muscular, en comparación con los que solo tomaron placebo. Cabe destacar que dicha dosis fue dividida en tres tomas, diarias.