Vida Moderna
La verdura que se debe consumir para reducir la ansiedad de comer
No obstante, es importante tener en cuenta que si se trata de una condición que afecta la calidad de vida es fundamental buscar ayuda médica.
Aunque el hambre es una sensación natural del organismo, en ocasiones algunos pacientes pueden manifestar la necesidad de comer sin que su cuerpo realmente lo necesite. Esto se conoce como ansiedad por comer o hambre emocional.
“Comer como reacción al malestar emocional es una forma de suprimir o calmar las emociones negativas, como el estrés, la ira, el miedo, el aburrimiento, la tristeza y la soledad. Los eventos importantes de la vida o, más comúnmente, las molestias de la vida cotidiana pueden desencadenar emociones negativas que conducen a una alimentación emocional y perturban los esfuerzos para bajar de peso”, señala la Clínica Mayo, una institución médica de Estados Unidos.
Entre otras cosas, señala que esta condición puede desencadenarse a raíz de una amplia gama de factores. Por ejemplo, puede asociarse a conflictos en las relaciones, problemas en el trabajo, aparición de factores estresantes, fatiga, la presencia de otros problemas de salud y presiones financieras.
“Aunque algunas personas comen menos cuando se enfrentan a emociones fuertes, si te encuentras en una situación de angustia emocional, podrías recurrir a comer impulsivamente o en exceso, consumiendo rápidamente lo que esté a tu alcance sin que lo disfrutes”, sostiene la Clínica Mayo.
Y señala que en algunas ocasiones es frecuente que las personas usen la comida como una forma de “distracción”, lo cual puede hacer que consuman alimentos cuando deben encarar eventos o conflictos que pueden resultar difíciles.
“Sean cuales sean las emociones que te lleven a comer en exceso, el resultado final suele ser el mismo. El efecto es temporal, las emociones regresan y es probable que padezcas la carga adicional de la culpa por haber hecho retroceder tu meta para bajar de peso. Esto también puede llevar a un ciclo poco saludable: tus emociones disparan el impulso a comer en exceso, te autoflagelas por haberte desviado del objetivo para bajar de peso, te sientes mal y comes en exceso nuevamente”, agregó la Clínica Mayo.
La buena noticia, sin embargo, es que hay algunas alternativas que se pueden usar para controlar las ansias de comer, pese a que no haya una necesidad fisiológica para hacerlo.
Una de ellas es, precisamente, usar la alimentación. Si las personas consumen alimentos que incrementan su sensación de saciedad, podrían disminuir las ganas de seguir comiendo más tarde.
La nutricionista Shiza Khan, citada por el programa español Saber Vivir, de la Televisión Española, indicó que el brócoli puede ser una gran opción para las personas que quieren tener una dieta saludable que les quite la sensación del hambre.
De hecho, la profesional de salud señaló que para lograr este objetivo pueden comerse alrededor de dos porciones diarias de brócoli, lo cual podría contribuir a reducir la ansiedad.
Esto se debe a que incluye varias vitaminas del grupo B, las cuales son conocidas por ayudar a convertir los alimentos que se comen en energía y, según Saber Vivir, pueden aumentar hormonas como la dopamina y serotonina, que descienden cuando una persona está sufriendo de trastornos como la ansiedad y la depresión.
Por último, la experta señaló que el brócoli debe consumirse de forma cruda en ensaladas, pues sostuvo que alrededor del 60 % de los nutrientes que contiene podrían perderse una vez se cocina la verdura.
¿Qué otras medidas se pueden implementar?
La Clínica Mayo da algunas recomendaciones que también pueden resultar útiles para que las personas puedan reducir la ansiedad por comer.
“Anota lo que comes, cuánto comes, cuándo comes, cómo te sientes cuando comes y cuánta hambre tienes. Con el tiempo, podrías encontrar patrones que revelan la conexión entre el estado de ánimo y la comida”, detalla la Clínica Mayo.
También indica que es clave dominar el estrés por medio de técnicas como el yoga, la respiración profunda o la meditación. “Eres más propenso a caer en la alimentación emocional si careces de una buena red de apoyo. Apóyate en tu familia y amigos o considera unirte a un grupo de apoyo”, añade la institución médica.
Una vez las personas manifiesten ansiedad por comer, se recomienda distraer su atención con otras actividades como leer, ver una película, pasar tiempo con la mascota, dar un paseo o visitar a un conocido.
A su vez, apunta que es clave no guardar alimentos que se consideren “tentadores”, pues tener fácil acceso a ellos puede hacer más difícil evitarlos.
“Si sientes la necesidad de comer entre comidas, elige un bocadillo saludable, como frutas frescas, vegetales, con un aderezo bajo en grasa, nueces o palomitas de maíz sin mantequilla. O prueba versiones bajas en calorías de tus alimentos favoritos para ver si satisfacen el antojo”, concluye la Clínica Mayo.
Y advierte que en ocasiones vale la pena hacer un chequeo médico, pues puede suceder que algunas personas no identifiquen si se trata de hambre física y emocional.