Vida Moderna
Los alimentos que se deben comer para evitar el riesgo de enfermedad cardiovascular
La mayoría de las enfermedades cardiovasculares pueden prevenirse.
La enfermedad cardiovascular (ECV) es un término amplio para problemas con el corazón y los vasos sanguíneos, y estos problemas a menudo se deben a la aterosclerosis, que es una afección que ocurre cuando la grasa y el colesterol se acumulan en las paredes del vaso sanguíneo (arteria), de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que las ECV incluyen:
- La cardiopatía coronaria: enfermedad de los vasos sanguíneos que irrigan el músculo cardiaco.
- Las enfermedades cerebrovasculares: enfermedades de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro.
- Las arteriopatías periféricas: enfermedades de los vasos sanguíneos que irrigan los miembros superiores e inferiores
- La cardiopatía reumática: lesiones del músculo cardiaco y de las válvulas cardíacas debidas a la fiebre reumática, una enfermedad causada por bacterias denominadas estreptococos
- Las cardiopatías congénitas: malformaciones del corazón presentes desde el nacimiento.
- Las trombosis venosas profundas y embolias pulmonares: coágulos de sangre (trombos) en las venas de las piernas, que pueden desprenderse (émbolos) y alojarse en los vasos del corazón y los pulmones.
Adicional, explicó que los síntomas del ataque al corazón consisten en:
- Dolor o molestias en el pecho.
- Dolor o molestias en los brazos, hombro izquierdo, mandíbula o espalda.
Asimismo, la OMS señaló que las principales causas de la ECV son una dieta malsana, y por ello, La Vanguardia reveló que un estudio de la Universidad McMaster y Hamilton Health Sciences descubrió que “el consumo de frutas, verduras, legumbres, nueces, pescado y productos lácteos enteros es clave para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluidos ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares”.
Ahora bien, la clave principal para evitar el riesgo de enfermedad cardiovascular es incluir los alimentos mencionados en una dieta saludable que debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día; menos del 10 % de la ingesta calórica total debe ser de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe proceder de grasas y se deben consumir menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
Entre tanto, otros métodos para prolongar la salud del corazón, según la Asociación Americana del Corazón son:
1. Realiza actividad física: la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos. Se vale también una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
2. Controlar la presión arterial:
- Una presión arterial normal es menor a 120/80 mm Hg la mayoría de las veces.
- Una presión arterial alta (hipertensión) es mayor a 130/80 mm Hg la mayoría de las veces.
- Si el número superior de la presión arterial está entre 120 y 130 mm Hg y el número inferior es menor a 80 mm Hg, se denomina presión arterial elevada.
3. No fumar: el hacerlo aumenta el riesgo de morir de enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos (cardiovasculares), que incluyen ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
4. Mantener los niveles de colesterol dentro de los límites aconsejados.
- Colesterol total: 125 a 200 mg/dL.
- No-HDL: Menos de 130 mg/dL
- LDL: Menos de 100 mg/dL
- HDL: 50 mg/dL o mayor
5. Mantener bien los niveles de glucosa: “Los niveles de glucosa en sangre, a los que clínicamente se denomina glucemia, varían a lo largo del día, oscilando entre concentraciones de 70 y 145 miligramos por decilitro de sangre. Por la mañana, en ayunas son más bajos y se elevan después de cada comida (glucemia postprandial) y vuelven a descender dos horas después”, explicó el Grupo Sanitas de España.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.