Vida Moderna
¿Qué vitamina reduce el riesgo de morir de cáncer?
Según varios estudios, los resultados sugieren “una posible asociación entre la vitamina D y el riesgo de cáncer”.
El cáncer es una enfermedad que puede presentarse de diversas maneras, en diversos órganos y sin explicación alguna. Aunque se haya buscado maneras para eliminarla, es un mal que aqueja a millones de personas. Se calcula que cada año provoca la muerte de más de 10 millones de personas en todo el planeta, por lo cual es clave tomar tantas medidas como sea posible para prevenirlo y detectarlo a tiempo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda que si bien hay múltiples causas y factores de riesgo que incrementan las probabilidades de sufrir los distintos tipos de cáncer que existen, hay algunas medidas que se pueden tomar para prevenirlos en su conjunto.
Según el portal La Vida Lúcida, hay una vitamina que es poco recomendada, pero que puede llegar a beneficiar el organismo en contra de esta lucha. Se trata de la vitamina D, que podrá funcionar como “medida preventiva o de tratamiento contra esta enfermedad”.
La vitamina D se puede encontrar en alimentos como el atún, la caballa, las sardinas, los huevos, la mantequilla, el hígado, el queso, la leche, el yogur, los mariscos, los champiñones, entre otros más. La cantidad diaria de vitamina D depende de cada persona y sus condiciones de salud.
Cabe resaltar que “el cuerpo produce vitamina D cuando la piel descubierta se expone al sol. La mayoría de las personas reciben al menos algo de vitamina D de esta manera”, explica el National Institutes of Health. Lo recomendable es exponerse al sol en las primeras horas de la mañana, con protector solar.
Además, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) explicaron que “la vitamina D es un nutriente necesario para la salud, pues ayuda al cuerpo a absorber el calcio, una de las principales sustancias necesarias para tener huesos fuertes y junto con el calcio, la vitamina D contribuye a prevenir la osteoporosis, una enfermedad que hace que los huesos se vuelvan más delgados y débiles y sean más propensos a fracturas. Asimismo, al cuerpo le hace falta la vitamina D para otras funciones.
Asimismo, los músculos la necesitan para el movimiento y los nervios para transmitir mensajes entre el cerebro y otras partes del cuerpo. Adicional, la vitamina D es indispensable para que el sistema inmunitario pueda combatir las bacterias y los virus que lo atacan”.
Los datos de la National Health and Nutrition Examination Survey, publicados por la página web del Instituto Nacional del Cáncer de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, sobre un estudio, determinó que “las concentraciones más altas de vitamina D tienen relación con índices más bajos de incidencia o de mortalidad por cáncer”.
“En estudios de células y de tumores cancerosos en ratones, se ha encontrado que la vitamina D tiene varias actividades que podrían hacer más lento o impedir la formación de cáncer, incluso de promover la diferenciación celular, de hacer que disminuya el crecimiento de células cancerosas, de estimular la muerte celular (apoptosis) y de reducir la formación (angiogénesis) de vasos sanguíneos en los tumores”, explica el estudio sobre pruebas experimentales.
Lo anterior también fue respaldado por el portal La Vida Lúcida, donde según “estudios recientes han destacado el potencial de la vitamina D para combatir el cáncer y reducir la mortalidad asociada a esta enfermedad”. Aunque parece ser bajo el porcentaje, para una enfermedad que afecta a tantas personas, un estudio “observó que el consumo diario de vitamina D3 redujo la mortalidad por cáncer hasta en un 12 %”.
Aunque es inexplorado si estas vitaminas son en definitiva funcionales, hay que tenerlas en cuenta: “se necesitan más investigaciones para comprender completamente su impacto, los estudios actuales subrayan la importancia de mantener niveles adecuados de vitamina D en el cuerpo para promover la salud y la prevención de enfermedades, incluido el cáncer”, determinan.
Cabe aclarar, que todo entra a partir de una previa valoración, donde las personas podrán someterse a exámenes, o asistir a consultas médicas, en las cuales se pueda analizar más a fondo las necesidades vitamínicas que posee cada persona.