Vida Moderna
Superalimento para fortalecer los dientes y las encías; así se debe consumir
Este fruto seco es rico en antioxidantes, como taninos, flavonoides y vitamina E, por lo que ayuda a combatir el exceso de radicales libres en el organismo.
El desgaste del esmalte dental con el paso del tiempo es normal, pero existe una serie de hábitos que se pueden hacer para mantener esa barrera natural fuerte y sana de manera proactiva. Uno de ellos es limitar el consumo de alimentos y bebidas azucaradas, dado que las bacterias en la boca se alimentan del azúcar de los alimentos y las bebidas, y estos se transforman en ácidos, que ablandan y desgastan el esmalte.
De acuerdo con la Clinicaferrusbrato, para evitar el desgate dental es fundamental una limpieza bucodental adecuada, con el fin de evitar casi cualquier enfermedad relacionada con la cavidad bucal en general y las encías en particular. Incluso, no mantener unas adecuadas rutinas de higiene propicia la aparición de placa bacteriana, fruto de la acumulación de alimentos alojados en los recovecos de la boca.
El poder de las almendras
Así las cosas, otro factor a tener en cuenta es la alimentación. De hecho, un alimento muy recomendado son las almendras, un fruto seco rico en fibras, proteínas y grasas saludables. Además, también son ricas en antioxidantes, como taninos, flavonoides y vitamina E, por lo que ayudan a combatir el exceso de radicales libres en el organismo y previenen el surgimiento de diversas enfermedades
Respecto a la salud oral, las almendras tienen un alto contenido de fósforo, que es un componente muy poderoso para la protección y fortalecimiento de dientes y huesos. Tan solo basta con consumir unas cuantas almendras por semana para poder lograr ese objetivo.
Cabe mencionar que, de acuerdo con información de Tua Saúde, “las almendras se pueden consumir al natural, siendo recomendable darle prioridad a la versión que tiene piel, ya que contiene más antioxidantes y fibras. Esta oleaginosa se puede consumir pura o se puede agregar al yogur, la ensalada, los batidos, el arroz o la ensalada de frutas. La cantidad ideal recomendada por día es de 30 gramos, que equivale a 25 unidades aproximadamente”.
Otros beneficios de las almendras
- Evita los calambres: Por su alto contenido de potasio y calcio, las almendras mantienen la salud y favorecen la relajación muscular, ayudando a prevenir y combatir los calambres, especialmente en quienes practican actividad física.
- Disminuir la presión alta: Este fruto seco es rico en magnesio, un mineral que favorece la relajación de los vasos sanguíneos, facilitando la circulación sanguínea y reduciendo la presión arterial alta.
- Ayuda a controlar y prevenir la diabetes: Como tal, las almendras son ricas en fibras, lo que ayuda a ralentizar la absorción de azúcar y a equilibrar los niveles de glucosa en sangre, favoreciendo el control de la diabetes. Adicional a ello, los compuestos antioxidantes, como flavonoides y taninos, las almendras también mantienen la salud de las células del páncreas, responsables de la producción de la hormona insulina, previniendo la resistencia a la insulina y la diabetes.
- Evitar enfermedades neurológicas: Al ser rica en vitamina E y flavonoides, este fruto seco tiene una acción antioxidante y antiinflamatoria que ayuda a proteger las células del sistema nervioso central contra la inflamación y los radicales libres, previniendo enfermedades neurológicas como el Alzheimer y la demencia.
- Disminuir colesterol “malo” LDL: Al contener buenas cantidades de omega 3, 6 y 9, que son grasas saludables con acción antiinflamatoria, que promueve la reducción de los niveles de colesterol “malo” LDL, en la sangre, ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares como infarto, angina y derrame.
- Favorecer el aumento de la masa muscular: este alimento contiene una oleaginosa rica en proteínas que son ideales, especialmente para quienes siguen una dieta vegetariana, para ayudar a ganar masa muscular.
- Ayuda a prevenir el cáncer: Por su alto contenido en flavonoides, vitamina E y taninos, ayudan a combatir el exceso de radicales libres, los cuales son responsables de causarles daño a las células sanas, previniendo así algunos tipos de cáncer.