Vida Moderna
Así se prepara el bicarbonato de sodio para eliminar callos, hongos y durezas de los pies
Con un sencillo remedio puede eliminar paulatinamente estas afecciones cutáneas.
El bicarbonato es uno de los mejores aliados para eliminar diferentes afecciones molestas en el cuerpo. Esto debido a sus amplias propiedades para mejorar la salud intestinal y otras partes del organismo
Sin embargo, es importante tener cuidado con la ingesta de este antiácido, pues siempre debe ser bajo supervisión médica y si es posible con una prescripción.
Cómo preparar bicarbonato de sodio para callos en los pies
De acuerdo con el portal Medical News Today, la presión y el roce excesivo pueden producir callosidades en los pies, casi en cualquier área de este. Las ubicaciones más comunes, por la disposición del calzado, son las puntas de los dedos y los talones.
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Es importante evitar usar objetos afilados para eliminar un callo. Esto porque podría lesionar la piel, producir sangrado e incluso infectar esa área.
El bicarbonato es uno de los componentes más apropiados para manejar este tipo de formaciones en la piel. Puede preparar una pasta de bicarbonato con pocos ingredientes.
Necesitará dos cucharadas de agua con suficiente bicarbonato, hasta formar una pasta uniforme. Luego puede agregar unas cuantas gotas de jugo de lima. Aplique la pasta en las áreas con callos y cúbralas con calcetines.
Recomiendan repetir la operación hasta que los callos hayan desaparecido del pie.
Si ve alguna afectación en su piel por utilizar esta sustancia, es mejor que suspenda de inmediato el uso y consulte con un profesional de la salud.
También puede optar por utilizar cremas suavizantes para la piel, pues los productos humectantes, como la vaselina, puede suavizar las áreas callosas y evitar un resecamiento pronunciado en la piel.
Puede optar por utilizar guantes o medias de algodón, para mantener el área protegida y retener la humedad de la misma.
Callos y durezas en los pies: ¿qué tipos hay y cómo tratarlos?
Los helomas son comúnmente conocidos como callos, los cuales son el exceso de crecimiento de la capa más externa de la piel debido a una fricción o sobrecarga en los pies y también en las manos. Cuando esta molestia aparece suele ocasionar dolor intenso y pueden llegar a generar presión al momento de calzar los pies.
De acuerdo con el portal web Cuidate Plus, en la aparición de los callos influye factores como el tipo de calzado, la sequedad de la piel, la forma de caminar o la deformidad de los pies. Por lo general, los helomas causan distintos síntomas como sensibilidad, dolor debajo de la piel, descamación, piel cerosa, áreas gruesas y duras.
Ahora bien, existen distintos tipos de callos que se deben distinguir para poder tratarlos, por ello, Cuidate Plus explica detalladamente cada uno de ellos:
- Callos duros: este tipo de callos es el más común y suele aparecer en las falanges de los dedos, en la parte superior, puntas y entre los dedos de los pies.
- Callos blandos y suaves: este tipo de helomas aparecen por lo general entre los dedos de los ´pies y se diferencia de los callos duros porque tienen una consistencia gomosa y lechosa que se debe a la excesiva humedad de los pies.
- Callos vasculares y neurovasculares: como tal, los helomas vasculares tienen las mismas características que los callos duros, con la única excepción de que en su interior crecen vasos sanguíneos, por lo cual pueden provocar una especie de hernia en la dermis. En cuando a los neurovasculares, se añade la presencia de tejido nervioso y esto puede ser muy doloroso hasta el punto de generar un sangrado.
Para tratar los helomas es importante detectar el lugar en el que está localizado y su gravedad. Sin embargo, lo más común es utilizar plantillas especiales u ortesis de silicona para tratar las callosidades formadas en los pies.