Salud
Aumentar de peso, ¿la clave para una vida más larga?
Un nuevo estudio asegura que las personas que ingresan a la edad adulta con un peso convencional y comienzan a ganar kilos con los años, en realidad viven más tiempo. ¿Será cierto?
Los resultados de la investigación adelantada por científicos adscritos a la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos) parecen ir en contravía de todas las recomendaciones médicas publicadas en la última década.
Hui Zheng, profesor adscrito a la facultad de sociología de la universidad, junto con su equipo, analizó dos generaciones de estadounidenses siguiendo los datos y la historia de casi 70 años, pertenecientes a un grupo de residentes de la ciudad de Massachusetts y sus hijos.
Sus hallazgos revelaron que los adultos jóvenes con un índice de masa corporal (IMC) saludable, que gradualmente han sufrido sobrepeso, pero que no llegaron a la obesidad, tuvieron la mayor esperanza de vida de todo el grupo. Estos adultos incluso vivieron más que aquellos que mantuvieron un IMC normal durante toda su vida.
“El mensaje fundamental es que aquellas personas que comienzan con un peso normal su edad adulta temprana, al ganar una cantidad modesta de peso a lo largo de la vida y entrar en la categoría de sobrepeso en la edad adulta tardía, en realidad pueden aumentar la probabilidad de supervivencia”, dice el estudio.
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Aun así, el estudio no invita a promover el sobrepeso como forma de vida, pues asegura que los peligros de la obesidad se mantuvieron constantes durante todo el estudio. Los niños que llegan a su edad adulta ya siendo obesos y continúan aumentando de peso tienen las tasas de mortalidad más altas, dicen los investigadores.
“El impacto del aumento de peso en la mortalidad es complejo. Depende tanto del momento como de la magnitud del aumento de peso y de dónde comenzó el IMC “, explicó Hui Zheng en un comunicado emitido por la universidad.
El denominado Framingham Heart Study examinó los antecedentes de salud de 4.576 personas y 3.753 descendientes directos (hijos). Esta revisión comenzó en 1948, siguiendo a los padres hasta 2010.
En el caso de los niños, los investigadores siguieron su evolución desde 1971 hasta 2014. El equipo de OSU señala que la mayoría de los participantes en el informe son caucásicos y anglosajones.
Si bien las tendencias de aumento de peso fueron bastante similares en ambas generaciones, los investigadores dicen que el grupo más joven en realidad muestra tendencias más preocupantes cuando se trata de volverse obeso a edades más tempranas. De hecho, los niños del estudio tenían más probabilidades de morir debido al aumento de la obesidad que los adultos de la generación de sus padres.
Zheng reveló además que casi todos los adultos en el Framingham Heart Study original ya habían muerto al final de la revisión, a finales de 2020. Esto les dio a los investigadores la capacidad de ver cómo evoluciona el índice de masa corporal con el tiempo y proporcionó una estimación precisa de cómo la obesidad afecta la esperanza de vida humana.
Los autores del estudio examinaron los registros médicos del grupo desde los 31 hasta los 80 años, centrándose principalmente en el IMC. Esta medida se basa en la estatura y el peso de una persona, lo que ayuda a los profesionales de la salud a clasificar a los pacientes como con bajo peso, normales, con sobrepeso u obesos.
Después de descartar las diferencias causadas por los hábitos de fumar, el género, la enfermedad, el estado civil y la educación, el equipo encuentra que estas rutas de IMC tienen conexiones únicas con el riesgo de mortalidad. Para ambas generaciones de estadounidenses, las personas que comienzan la edad adulta con un IMC normal antes de pasar al rango de sobrepeso más adelante tienen las mejores probabilidades de vivir una vida larga. Aquellos que mantuvieron un peso normal durante toda su vida tuvieron las segundas mejores probabilidades de sobrevivir más tiempo.
La obesidad y su vínculo con una muerte temprana
Los investigadores dicen que los peores grupos para estar son dos trayectorias en las que las personas comienzan siendo obesas y siguen aumentando de peso. Esta tendencia, lamentablemente, es más frecuente en las generaciones más jóvenes.
“Las trayectorias de IMC más altas en la generación más joven tienden a desplazarse hacia arriba en edades más tempranas en relación con sus padres”, asegura Zheng.
Aunque las personas tienen más probabilidades de sobrevivir a las complicaciones de salud que la obesidad puede causar hoy en día, los autores del estudio advierten que sigue siendo un problema cuando se trata de vivir una vida plena y larga.
“Aunque los riesgos de mortalidad asociados con las trayectorias de la obesidad han disminuido a lo largo de las generaciones, sus contribuciones a las muertes de la población aumentaron del 5,4 % en la cohorte original al 6,4 % en la cohorte de descendientes”, agrega el investigador de OSU. “Eso se debe a que hay más personas en las trayectorias de obesidad en la cohorte de descendientes”.
“Ahora, con este estudio, sabemos más sobre las tendencias de peso en etapas tempranas de la vida y cómo se relacionan con la mortalidad”, concluyó Zheng.