Vida Moderna
Conozca más del vegetal que previene enfermedades y aporta vitaminas
La remolacha y sus poderes antioxidantes puede ayudar a prevenir enfermedades como el cáncer
Casi siempre en los almuerzos, cuando una ensalada se sale de lo tradicional, lo que más destaca es la remolacha. Su llamativo color púrpura y rojizo lo hace muy atractivo visualmente, además que su sabor medio dulzón, es una muestra de todos los beneficios que tiene para nuestra salud al consumirlo.
Dentro de la familia de las hortalizas aparece la remolacha, un vegetal que pertenece a la misma familia de las espinacas y las acelgas. Por su aspecto, algunos lo consideran como un tubérculo, y en algunos casos lo sugieren como alternativa a las papas.
Sobre esto último, la Clínica Mayo declara que “En cuanto a los tubérculos comestibles, las alternativas fiables en los mercados agrícolas son las papas y las zanahorias, pero no hay que olvidar a las remolachas. Esos coloridos bulbos están llenos de nutrientes y prepararlos puede ser más sencillo de lo que cree”.
Esta familia a la que pertenece, da indicios de los beneficios que tiene para la salud su consumo habitual. Dentro de sus propiedades contiene vitamina A, B1, B2, C, K, hierro, zinc, entre otros. Todo esto le permite tener funciones inmunoprotectoras, energizantes, coagulantes, oxigenantes, antioxidantes y antiinflamatorias.
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Ese alimento es casi que obligatorio en las dietas de los deportistas, principalmente porque ayuda con la dilatación de los vasos sanguíneos, además ayuda a bajar la presión arterial, por ende, mejora la circulación y favorece la quema de grasas.
Todo esto habla de su versatilidad, tanto en los beneficios para el ser humano, como a la hora de prepararlo, pues tiene una gran variedad de recetas, que pueden usarse en entradas, platos fuertes y hasta postres.
Al ser un alimento rico en fibra, la remolacha suele ser recomendada para las personas que sufren de estreñimiento. En ese mismo sentido, esta hortaliza también posee un efecto prebiótico que permite el mejoramiento de la flora intestinal. No obstante, se sugiere que las personas con problemas gástricos como la gastritis eviten su consumo, o la ingieran en preparaciones y condiciones específicas, por ejemplo, que esté hervida. Además, se le restringe a quienes son propensos a generar cálculos renales.
La recomendación es consultar a su médico si tiene algún efecto nocivo, no todos los organismos son iguales y algunos pueden no tolerarlo o procesarlo adecuadamente.
La remolacha y su versatilidad en la cocina
Es importante tener en cuenta los valores nutricionales de este vegetal, en una porción de 100 g se pueden encontrar 43 calorías, 1,6 gramos de proteínas, 0,1 gramos de grasas y 2,8 gramos de fibra.
Si bien es un producto balanceado, dentro de la cocina se pueden usar desde la raíz, hasta las hojas. El consejo a la hora de escogerlo en el mercado, es que el follaje esté muy verde y su consistencia sea un poco suave o tierna.
Para conservarla de manera adecuada, la recomendación que hacen algunos expertos en manejo fitosanitario, es conservarla en neveras, preferiblemente en bolsas de plástico. Se debe tratar de evitar congelarlas, ya que este proceso tiende a ablandarla más de lo recomendado.
Una de las preparaciones más curiosas y sencillas es hacerla en jugo. Para esta receta se emplea la remolacha, incluyendo sus hojas, limón y jengibre. Opcional se puede adicionar manzana y pepino, esto para que sea un poco más líquido.
Para su elaboración solo hay que lavar los ingredientes, y agregarlos en una licuadora.
Si de pronto lo prefiere para un plato fuerte, otra de las opciones más sencillas, además quiere salir lo tradicional de la ensalada, es hacerla en crema. Para esto se emplean:
- 3 remolachas medianas
- 1 rama pequeña de apio
- 1 cebolla grande
- 1 o 2 tallos de hinojo (depende del tamaño)
- 500ml de agua; sal al gusto
Una vez lavados todos los ingredientes, se ponen a cocinar con el agua. Primero se deja hervir la preparación y luego se deja cocinar fuera del fuego. El punto de cocción es que todo esté al dente. En ese momento se saca del fuego y se pone en una licuadora y está lista para servir.