Salud
Coronavirus: ¿Qué son las mutaciones del SARS-CoV-2 y cómo aparecen?
Ante la aparición de la variante ómicron y los estragos que están impulsando al mundo a tomar nuevas medidas para controlar su propagación, los expertos explican cómo se efectúan las mutaciones en los virus .
El SARS-CoV-2, el virus que causa la covid-19, se ha extendido por todo el mundo y según datos de Our World in Data, hasta la fecha se ha registrado más de 270 millones de casos positivos desde el inicio de la pandemia. Además, diversas variantes del virus han surgido en diferentes partes del mundo a lo largo de la emergencia sanitaria.
Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene cinco variantes de preocupación: alpha, beta, gamma, delta y la recientemente descubierta ómicron, originaria de Sudáfrica, además de otras dos variantes de interés para la OMS, que son las denominadas mu y lambda.
Según Mayo Clinic, a medida que el virus se propaga, el genoma viral cambia o muta, esta alteración se llama mutagenicidad y puede afectar la facilidad con la que se propaga el virus, la gravedad de los síntomas de la persona infectada o el nivel de inmunidad que se obtiene de una vacuna o una infección previa.
¿Cómo se reproduce un virus?
De acuerdo con National Human Genome Research Institute, un virus es una partícula de código genético encapsulada en una vesícula de proteínas. Estos no se pueden replicar por sí solos, por ello, infectan células para así poder hacer copias de sí mismos.
En el caso del SARS-CoV-2, Mayo Clinic explica que el virus almacena su código genético como ARN, y a medida que se replica se producen errores y a estos se les denominan mutaciones y, si el virus se modifica pueden dar lugar a una nueva cepa del virus llamada variante.
Las mutaciones en el genoma viral pueden dar como resultado una partícula viral que es mejor para evitar el sistema inmune, que es resistente a tratamientos farmacológicos previos o es capaz de infectar células con mayor eficacia. Sin embargo, otros errores de copia pueden dañar la reproducción del virus o no tener ningún efecto, pero no significa que este no vuelva a intentarlo en otro huésped.
Richard Kennedy, inmunólogo y codirector del Grupo de Investigación de Vacunas de Mayo Clinic, explica que “uno se infecta por una población de virus. Cada virus individual podría ser diferente de los demás porque las mutaciones ocurren en lugares aleatorios”.
El doctor Andrew Badley, especialista en enfermedades infecciosas y presidente del Grupo de Trabajo de Investigación SARS-CoV-2 covid-19 de Mayo Clinic, expone en una publicación reciente que es esencial detectar y recopilar información sobre estas mutaciones. Además, se debe evaluar su impacto en la eficacia de la propagación, como se enferman las personas y si las nuevas variantes se resisten a los tratamientos actuales y a las terapias experimentales.
Sin embargo, no todas las mutaciones preocupan a los científicos, hasta el momento la OMS ha descartado 14 variantes del virus al no ser consideradas un riesgo para la población, pero algunas de estas podrían ayudar a la mutación y a la propagación.
Ante estos procesos, el doctor Badley escribe que el cuerpo genera anticuerpos, sin embargo si el virus muta, la proteína producida a partir de esas instrucciones podría cambiar lo suficiente como para que el anticuerpo no se pueda unir a él o se una con menos fuerza, y esto podría reducir o anular los efectos de los tratamientos que dependen en gran medida de los anticuerpos e incluso la vacunación.
Frente a este panorama, el doctor Badley expone que “el uso de la mascarilla, el distanciamiento físico y el lavado de manos disminuye nuestras posibilidades de exposición, sin importar qué variantes existan. Si seguimos todas las recomendaciones sobre el uso de la mascarilla, el distanciamiento y el lavado de manos, y nos colocamos la vacuna contra la covid-19, tendremos múltiples capas de protección para mantenernos a salvo”.
Los efectos conocidos de las variantes son un aumento potencial en la transmisibilidad del virus, incluso en personas que están vacunadas o que se han recuperado de una infección previa por SARS-CoV-2. Las nuevas variantes podrían aumentar los casos de hospitalización y muerte o infectar a personas más jóvenes o mayores que las variantes anteriores. Por ello, los expertos recomiendan las medidas de bioseguridad y la vacunación como primera medida.