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Covid: dos de cada 10 personas que sobreviven tienen síntomas depresivos
Especialistas recomiendan atender este tipo de síntomas para evitar que se agraven.
La pandemia no solo está dejando una profunda cicatriz en la sociedad por cuenta del número de muertos o pacientes que tienen secuelas de orden físico. Según varios expertos, la depresión y otros trastornos mentales se están convirtiendo en una extensión de la covid-19.
El psiquiatra mexicano Alejandro Nenclares indicó que al menos dos de cada 10 personas que sobreviven a la covid-19 tienen como secuelas síntomas depresivos, por lo que son necesarias estrategias para atender esta situación. “Sobrevivir a la covid-19 es tremendamente traumático”, dijo a EFE.
La paciente Renata Sosa padeció el coronavirus Sars-CoV-2 en junio del 2020 y aunque han pasado meses de ello, reconoce que todavía tiene secuelas de salud mental debido a la enfermedad.
“Me cuesta mucho salir, incluso a hacer mis compras. Salgo a caminar, pero trato de que nadie se me acerque. Es horrible porque tienes miedo de todo y piensas que con cualquier cosa te puedes volver a contagiar”, explica.
Nenclares asegura que, aunque es pronto para detectar todas las secuelas mentales que deja la enfermedad, se ha podido demostrar que el virus se mete al sistema nervioso central y eso merma la salud mental.
“Existe una psicosis posterior a la covid-19. La gente que lo padece queda con síntomas psicóticos y eso es algo que empieza a preocupar a los especialistas”, afirma.
Estrés postraumático
Según CNN, un estudio publicado en febrero de 2021 por la Revista de la Asociación Médica Estadounidense de Psiquiatría mostró que el 30 por ciento de los sobrevivientes de la covid-19 experimentaron trastorno de estrés postraumático.
Cabe resaltar que desde el inicio de la pandemia, expertos advirtieron que el mundo debía prepararse para una crisis de la salud mental.
El estrés postraumático es un trastorno que algunas personas presentan luego de haber vivido una situación impactante, terrorífica o peligrosa. Habitualmente los problemas empiezan a evidenciarse en los siguientes tres meses después del evento. Según expertos, la pandemia de la covid-19 ha agravado las secuelas del síndrome.
El trastorno de salud mental consiste en que la persona afectada experimenta pensamientos, recuerdos o pesadillas que hacen que vuelva al momento traumático. El trastorno hace que las personas sufran ataques de pánico y experimenten problemas para dormir.
Según dijo la doctora Delfina Janiri, quien ayudó en el estudio, los pacientes presentaron ansiedad, depresión, trastornos del estado de ánimo y estrés postraumático.
El estudio subrayó que alrededor del 70 por ciento de las personas que presentaron síntomas prolongados de la enfermedad por coronavirus, como fatiga, dolor de cabeza, entre otras, presentaron que tenían trastorno de estrés postraumático a diferencia del 31 por ciento de personas que se recuperaron con mayor facilidad.
Según el Dr Ronald Brenner, psiquiatra y presidente de salud conductual de Catholic Health, es común que el trastorno se presente en personas que tuvieron una estancia prolongada en una UCI, pero las secuelas están apareciendo en personas que vivieron una enfermedad moderada en su casa. Aunque no se sabe el porqué, el psiquiatra mencionó que esto podría deberse a la alta tasa de mortalidad.
Brenner contó para el medio, que uno de sus pacientes fue hospitalizado durante cinco días, sin necesidad de UCI, pero que cualquier tos o dolor desencadena ansiedad y a veces ataques de pánico en el sujeto.
“Comenzó a tener verdaderos ataques de ansiedad por tener covid nuevamente, porque los síntomas no desaparecían, por tener covid residual para siempre”, dijo Brenner. “Luego también tuvo grandes dificultades para volver al trabajo debido al problema de la evasión”.
Por lo que se sabe, el trastorno hace que las personas eviten situaciones asociadas con el trauma o los orígenes del problema.
Por otro lado, uno de los problemas que detectaron es el miedo al estigma y al ser etiquetados. Según el Brenner, es importante que los afectados sean contactados por parte del personal médico antes de que sea un problema con cifras altas.
Brenner indicó que para ellos es “mucho más difícil aceptar que hay un componente psicológico en esto y no solo un componente físico”.
Por otro lado, Mònica Magret, médica intensiva del Hospital Joan XXIII de Tarragona, asegura que entre más días esté un paciente grave en una unidad de cuidados intensivos, y entre más tiempo tenga que llevar ventilación y sedación este “tendrá más posibilidades de sufrir estas secuelas psiquiátricas”.