VIDA MODERNA
¿Cuáles son los síntomas de la amigdalitis y cómo aliviarlos con remedios caseros?
Consumir mucho líquido, realizar gárgaras de agua con sal e ingerir infusiones de hierbas con miel puede mitigar el dolor y la infección en las amígdalas.
Las amígdalas son masas de tejido que están ubicadas en la parte posterior de la garganta, parte del sistema linfático que se encarga de eliminar las infecciones y mantiene en equilibrio los fluidos corporales.
Una de sus principales funciones es atrapar gérmenes que entran por la boca y la nariz. En ocasiones se inflaman y se infectan dando origen a la amigdalitis que, de acuerdo con el portal especializado MedlinePlus, suele presentarse por una infección viral. Las infecciones bacterianas como la faringitis estreptocócica también pueden causar amigdalitis.
Se trata de un padecimiento que es más común en niños mayores de dos años y aunque no es contagioso, los virus y las bacterias que la causan sí lo son. El lavado de manos frecuente puede ayudar a prevenir el propagar o contraer estas infecciones.
Los síntomas de amigdalitis son dolor de garganta, amígdalas rojas e hinchadas, dificultad para tragar; se evidencia una capa blanca o amarilla sobre las amígdalas, fiebre y mal aliento, e incluso en algunas oportunidades hasta dolor de oído.
Existen varios remedios caseros que pueden tratar o reducir efectivamente los síntomas de la amigdalitis:
1. Gárgaras de agua con sal: hacer gárgaras y enjuagarse con agua tibia con sal ayuda a aliviar el ardor y dolor de garganta causados por la amigdalitis. También puede reducir la inflamación y hasta puede ayudar a tratar las infecciones. Se puede verter aproximadamente media cucharada de sal en unas cuatro onzas de agua tibia, se revuelve hasta que la sal se disuelva. Lo ideal es realizar gárgaras y enjuagar la boca durante varios segundos, luego escupir y enjuagar con agua natural.
2. Té caliente con miel pura: las bebidas tibias como el té pueden ayudar a reducir la molestia que puede ocurrir como resultado de la amigdalitis. La miel pura, que con frecuencia se agrega al té, tiene fuertes propiedades antibacterianas y puede ayudar a tratar las infecciones que causan la amigdalitis.
Tome el té tibio y revuelva hasta que la miel se disuelva. Ciertos tés pueden fortalecer los beneficios de este remedio de miel. La infusión de jengibre, por ejemplo, es un antiinflamatorio fuerte, al igual que la de hinojo, por lo que pueden ayudar a reducir la inflamación y molestia.
3. Paletas y cubos de hielo: el frío puede ser altamente efectivo para tratar el dolor, la inflamación y la hinchazón que con frecuencia aparecen con la amigdalitis. Las paletas heladas, bebidas congeladas y los alimentos congelados como los helados pueden ser particularmente útiles para los niños pequeños que no pueden usar otros remedios caseros con seguridad. Los niños mayores y los adultos también pueden chupar trozos de hielo.
4. Evitar forzar la voz: la inflamación de la garganta puede hacer que la voz se apague. Puede ser tentador contrarrestar esto elevando la voz, pero hacerlo arriesga más la irritación. Las personas que tienen este padecimiento deberían probar descansar la voz lo más que puedan.
5. Tomar líquidos calientes (incluir sopas, caldos y tés) puede ayudar a aliviar el dolor de garganta: las infusiones de hierbas que contienen ingredientes como miel, pectina o glicerina, pueden ayudar, debido a que forman una película protectora sobre las membranas mucosas en la boca y garganta, lo cual podría aliviar la irritación.
¿Cuándo consultar al médico?
De acuerdo con los especialistas, hay algunos síntomas que indican que se requiere consultar al médico para obtener el tratamiento. Ciertos tipos de infecciones bacterianas que pueden afectar la amigdalitis, como la faringitis estreptocócica, requieren antibióticos con receta para el tratamiento.
Muchos casos de amigdalitis se resuelven rápidamente. La que es causada por los virus usualmente se supera en 7 a 10 días después de reposo y abundantes líquidos, mientras que la bacteriana puede tomar hasta una semana en desaparecer, aunque muchas personas empiezan a sentirse mejor en un día más o menos, después de empezar a tomar antibióticos.
Si la persona recibe tratamiento con receta o utiliza remedios caseros, es importante consumir suficientes líquidos y tener mucho reposo para ayudar que el cuerpo se recupere.