Dieta para el asma: estos son los alimentos que se pueden consumir

El asma se sitúa como una de las principales enfermedades no transmisibles en el mundo y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que a nivel global unos 235 millones de personas la padecen, siendo los niños los principales afectados.

Se cree que la predisposición genética, unida a la exposición ambiental a sustancias y partículas inhaladas como ácaros del polvo doméstico, la contaminación del aire o el humo del tabaco, pueden dar lugar al desarrollo de esta afección, aunque las causas no están completamente claras.

Si bien no hay recomendaciones específicas sobre la dieta para las personas que padecen asma, los estudios científicos han demostrado que varios alimentos apoyan la función pulmonar, mejoran el sistema inmunológico y reducen los síntomas generados por esta enfermedad.

Hay algunas recomendaciones que hacen los especialistas y que deberían tenerse en cuenta. Por ejemplo, el sobrepeso puede empeorar el asma. Según expertos de la Clínica de Mayo, solo con bajar uno cuantos kilos se pueden mejorar los síntomas.

De igual forma, es aconsejable comer muchas frutas y verduras. Estos alimentos son una buena fuente de antioxidantes, como el betacaroteno y las vitaminas C y E, que pueden ayudar a reducir la hinchazón e irritación de los pulmones causadas por sustancias químicas que dañan las células, conocidas como radicales libres.

Consumir vitamina D también es aconsejable. Las personas con asma más grave pueden tener niveles bajos de vitamina D. La leche, los huevos y el pescado, así como el salmón, contienen vitamina D. Incluso, estar unos minutos al sol puede aumentar sus niveles en el cuerpo.

Según Medical News Today, la investigación indica que tomar un suplemento de vitamina D todos los días puede reducir significativamente el riesgo de hospitalización debido a un ataque grave de asma.

Frutas y vegetales frescos

Una dieta saludable y equilibrada rica en frutas y vegetales puede reducir el riesgo de desarrollar asma. Un artículo publicado en 2020 afirma que varios estudios han encontrado que consumir frutas y vegetales abundantes reduce el riesgo de que adultos y niños desarrollen asma. De igual forma, una revisión de 2017 de más de 80 estudios encontró asociaciones entre un alto consumo de frutas y vegetales y la disminución de los síntomas del asma, como sibilancias.

El consumo de vitaminas también es clave. Las frutas y vegetales frescos son ricas fuentes de antioxidantes, como la vitamina C, la vitamina E y el betacaroteno, que ayudan al cuerpo a combatir las toxinas que pueden dañar los tejidos.

Esto, a su vez, puede ayudar a mejorar la función pulmonar y controlar los síntomas del asma. En la lista de alimentos ricos en vitamina C están los cítricos, como naranjas y toronjas, kiwi, fresas, melón, pimientos rojos y verdes, brócoli y tomates.

Por su parte, son buenas fuentes de vitamina E las nueces, como almendras, maníes y avellanas, y las semillas de girasol y brócoli.

También es posible que consumir una menor cantidad de sal (sodio) o alimentos ricos en aceites que se encuentran en el pescado de agua fría y algunos frutos secos y semillas (ácidos grasos omega-3) pueda reducir los síntomas del asma. No obstante, sobre este tema no hay la suficiente investigación que lo pruebe.

Alimentos que se deben evitar

La Asociación del Pulmón de Estados Unidos (ALA, por sus siglas en inglés) ha identificado alimentos y bebidas clave que las personas con asma deberían evitar porque pueden empeorar los síntomas de la enfermedad.

Los expertos indican que en algunas personas los sulfitos pueden desencadenar síntomas de asma. Los sulfitos, que se utilizan como conservantes, pueden estar presentes en el vino, las frutas secas, los encurtidos, los camarones frescos y congelados, y algunos otros alimentos.

Los pacientes con asma que tienen niveles altos de sulfitos en su dieta pueden empeorar su síntomas. La ALA advierte que los alimentos que contienen sulfitos, particularmente el vino, pueden incluso desencadenar un ataque de asma. Un estudio de 2018 confirma que el vino blanco puede provocar reacciones de intolerancia en personas con este padecimiento.

Tampoco es recomendable que estos pacientes consuman salicilatos, que son compuestos que se encuentran en tés, cafés, alimentos picantes o alimentos con sabor a hierbas. Aunque es poco frecuente, las personas con asma a veces son sensibles a estos compuestos y podrían ser más propensas a experimentar un brote de síntomas.

Decidir con la información adecuada qué alimentos comer y cuáles evitar no curará el asma. Sin embargo, alimentarse con una dieta equilibrada y evitar los alimentos conocidos que desencadenan los síntomas puede mejorar la condición general de salud de las personas con este padecimiento.