SALUD
Gingivitis: cómo combatirla con remedios naturales
Los buches con agua salada y el aceite de coco pueden ayudar a reducir la inflamación de las encías.
La gingivitis es el inicio de la enfermedad periodontal, que es la inflamación e infección que destruyen los tejidos que soportan los dientes. Esto puede incluir las encías, los ligamentos periodontales y el hueso, de ahí la importancia de tener una higiene bucal indicada.
Este padecimiento es el resultado de depósitos de placa en los dientes, la cual es generada por la acumulación de bacterias y residuos de alimentos. También es una causa importante de caries dental, de acuerdo con información de la Biblioteca de Medicina de los Estados Unidos.
Si la placa no se quita, se convierte en un depósito duro denominado sarro o cálculo, que queda atrapado en la base del diente. La placa y el sarro irritan e inflaman las encías. Las bacterias y las toxinas que estas producen hacen que las encías se inflamen y se tornen sensibles.
Los expertos de Colgate indican que el daño se puede revertir en la fase temprana de la enfermedad periodontal, ya que el hueso y el tejido conectivo que mantienen a los dientes en su lugar aún no están afectados. No obstante, si no se trata este problema, la gingivitis puede convertirse en periodontitis y causar daños permanentes en los dientes y la mandíbula.
Algunos de los signos y síntomas típicos de esta molestia, según los especialistas son, entre otros: el enrojecimiento, inflamación e hipersensibilidad en las encías, que podrían sangrar durante el cepillado. De igual forma, la separación de las encías, que hace que los dientes se vean como alargados.
Así mismo, la enfermedad periodontal puede causar la formación de bolsas periodontales entre los dientes y las encías, donde se acumulan la placa y los desechos alimentarios. Algunas personas podrían experimentar mal aliento o mal sabor en la boca con frecuencia, incluso si la patología no se encuentra en una fase avanzada.
Según la Clínica de Mayo existen algunos factores que indicen en el desarrollo de este padecimiento, entre ellos, la mala higiene bucal, el consumo de cigarrillo, falta de vitamina C, restauraciones dentales, dientes torcidos que no son fáciles de limpiar, algunos medicamentos, enfermedades que afectan el sistema inmunológico y enfermedades provocadas por infecciones y hongos.
Dada la importancia de controlar la gingivitis, existen algunos remedios caseros que pueden mejorar esta condición y evitar que la problemática avance.
Buches de agua con sal: La sal se ha utilizado desde la antigüedad para limpiar heridas e, incluso, para limpiar la boca. En cuanto a sus propiedades para aliviar la gingivitis, un artículo publicado en la Revista Científica Plos One señala que hacer buches de agua salada puede ayudar a curar las encías inflamadas. Esto se debe a que la sal es un desinfectante natural.
Para preparar la mezcla se requiere de una cucharada de sal marina y media taza de agua tibia. Una vez esté lista se realizan buches durante dos minutos y se escupe. Lo aconsejable es efectuar el mismo procedimiento hasta terminar la solución y repetir dos o tres veces al día, indica el portal Mejor con Salud.
Para preparar una pasta casera con bicarbonato se requiere una cucharadita de esta sustancia y tres gotas de aceite de oliva. Se mezclan estos ingredientes hasta crear una pasta homogénea, la cual una vez esté lista, se aplica en un cepillo de dientes y se masajean suavemente las encías, se deja actuar durante dos minutos y luego se enjuaga con agua tibia.
Es importante tener en cuenta que el bicarbonato puede resultar agresivo con las piezas dentales. Por ello, la recomendación es usarlo de vez en cuando y junto con el aceite de oliva.
Aceite de coco: Otra de las soluciones caseras para combatir la gingivitis es el aceite de coco. Este elemento, no solo contiene ácidos grasos que resultan beneficios para la salud, sino también ayuda a disminuir la formación de placa y la gingivitis inducida por esta. Así lo sugiere un estudio publicado en Nigerian Medical Journal.
Propóleo: El propóleo tiene propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y cicatrizantes. De hecho, debido a su eficacia, su uso se recomienda en casos de gingivitis, aftas, periodontitis e incluso abscesos bucales.
Se puede utilizar medio vaso de agua y media cucharadita de propóleo, se mezclan y se realizan enjuagues bucales con el líquido durante un par de minutos.