SALUD
Incontinencia urinaria: ¿qué es, a qué edad aparece y cómo tratarla?
Consumir líquidos preferiblemente en la mañana, no ingerir alimentos diuréticos y evitar el sobrepeso ayudarán a mejorar la condición de quienes enfrentan este problema de salud.
La pérdida del control de la vejiga es un problema frecuente que genera diversas afectaciones a las personas que la padecen. Normalmente es un motivo de vergüenza y también puede afectar su calidad de vida y autoestima.
La incontinencia puede presentarse con una pérdida de orina ocasional, que se da cuando las personas tosen o estornudan o también se evidencia cuando se da una necesidad de orinar tan repentina y fuerte que el paciente no alcanza a llegar al baño a tiempo.
Aunque ocurre con más frecuencia a medida que las personas envejecen, la incontinencia urinaria no es una consecuencia necesariamente del envejecimiento.
El control voluntario de la micción o la facultad de vaciar la orina cuando la vejiga está llena es un proceso muy complejo que el ser humano comienza a adquirir a los dos o tres años de vida y que, en general, se completa entre los tres y los cinco años, según información del Instituto Cinfasalud.
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Se trata de una función básica corporal que debería mantenerse intacta hasta edades avanzadas. Sin embargo, no siempre es así. Algunas enfermedades o problemas de salud pueden interferir en esta función corporal y provocar pérdidas de orina involuntarias (incontinencia urinaria) que muchas veces se generan en lugares y momentos inadecuados.
De acuerdo con Medical News Today, algunas de las causas de este padecimiento son: la ansiedad, la ingesta de diuréticos, derrame cerebral y otras afecciones del cerebro o del sistema nervioso, infección del tracto urinario, tumor o masa en el área pélvica, cistitis intersticial, un tipo de inflamación de la pared de la vejiga, síndrome de vejiga hiperactiva (VH), que causa contracciones involuntarias de la vejiga provocando así una necesidad repentina de orinar, cáncer de la vejiga y cálculos en la vejiga o riñones, entre otras.
La incontinencia normalmente se presenta después de los 65 años, sin embargo, en las mujeres puede evidenciarse antes.
De acuerdo con especialistas de Mayo Clinic, los principales tipo de incontinencia urinaria son:
1. De esfuerzo: Esta es la más frecuente en las mujeres. El escape de orina se produce al realizar actividad física, toser, reír, tener relaciones sexuales o estornudar.
3. Mixta: está asociada a los esfuerzos físicos, toses, y estornudos, pero se percibe también la urgencia de orinar.
4. Enuresis nocturna: quien la padece sufre escapes involuntarios durante el sueño.
5. Sin percepción del deseo miccional, inconsciente o por rebosamiento: afecta a personas que, a veces, no sienten en absoluto el deseo de orinar, por lo que deben comenzar a utilizar pañales.
6. Funcional: sin tener problemas en el tracto urinario, quienes padecen este tipo de incontinencia puede que se vean afectados por trastornos mentales, físicos o por la toma de fármacos.
Factores de riesgo en las mujeres
En las mujeres, los factores de riesgo más habituales son: el embarazo, el parto vaginal que puede provocar, a su vez, un descenso o caída de órganos pélvicos. Esta situación se presenta, por ejemplo, cuando la matriz cae hacia el exterior debido al estiramiento o debilitamiento de los tejidos y estructuras que lo sostienen, aunque también puede afectar a otros órganos situados en la pelvis, como la vejiga, recto, uretra, vagina, dicen los expertos de Cinfasalud.
De igual forma, este padecimiento se puede dar también por la disminución de la producción de estrógenos característica de la menopausia. Esto puede conducir a una atrofia muscular de la zona perineal, lo que contribuye a la aparición de incontinencia, aunque la menopausia en sí misma no es considerada como un factor de riesgo, según la Asociación Europea de Urología (EAU).
Tener un índice de masa corporal elevado (IMC), también incide, pues la obesidad incrementa la presión sobre la zona pélvica y puede empeorar el problema.
Para el caso de los hombres, los mayores riesgos se dan por la edad avanzada, las infecciones, el deterioro funcional y cognitivo, trastornos neurológicos y la extracción de la próstata.
¿Cómo mejorar la condición?
Existen algunos hábitos que pueden ayudar a mejorar las condiciones de quienes padecen de incontinencia. Se debe distribuir la ingesta de líquidos. Lo más recomendable es tomarlos durante la mañana y en menor cantidad por la tarde y la noche.
Evitar las bebidas que aumentan la formación de orina, entre ellas, las que contienen alcohol, cafeína, té y las infusiones en general.
Consumir alimentos con fibra. Verduras, frutas y cereales integrales ayudan a combatir el estreñimiento, que puede empeorar la incontinencia urinaria. Al mismo tiempo, evitar alimentos que puedan irritar la vejiga, como las comidas picantes o los cítricos.
El sobrepeso no es bueno para las personas con incontinencia urinaria, por eso esforzarse por recuperar un peso saludable, puede ayudar a minimizar el problema. Dejar de fumar también reduce los escapes de orina, porque la persona sufrirá menos tos y, sobre todo, menos irritación de vejiga.
No aguantar las ganas, prescindir de sobre esfuerzos físicos y se constante con ejercicios de rehabilitación del suelo pélvico también ayuda a mejorar la condición de las personas que tienen que convivir con este padecimiento.