SALUD

La clínica israelí que enseña sexo a sus pacientes: ¿cuánto cuesta el tratamiento?

Un sustituto sexual es el encargado de ayudar a los pacientes a practicar el contacto físico íntimo para solucionar sus problemas.

2 de junio de 2021
La clínica israelí que enseña sexo a sus pacientes: ¿cuánto cuesta el tratamiento?
La clínica israelí que enseña sexo a sus pacientes: ¿cuánto cuesta el tratamiento? | Foto: Getty Images

La sexualidad, así el mundo esté en pleno siglo XXI, sigue siendo un tabú para muchos. Poco a poco y desde diferentes sectores se ha venido trabajando para normalizar este término y los actos sexuales que son propios del ser humano.

Uno de los temas referentes a la sexualidad que más controversia genera es la terapia sexual sustituta. Esta práctica permite a las personas resolver los problemas que les impiden tener relaciones sexuales normales y saludables. Es impartida por un sustituto sexual, es decir, una persona que funge como pareja y que les ayuda a sus pacientes a practicar el contacto físico íntimo para solucionar sus problemas.

De hecho, este tipo de terapia se ha convertido en una herramienta clave en Israel para ayudar a la rehabilitación de personas que han sufrido lesiones en accidentes de tránsito y que actualmente prestan servicio en las Fuerzas Armadas de ese país, entre otras.

Muchos de ellos, hombres y mujeres, han sufrido un trauma sexual o militar, o una discapacidad física, y una clínica en la capital israelí los ayuda en su rehabilitación.

El centro médico es dirigido por la psicóloga Dra. Ronit Aloni, que se encarga de llevar a cabo con los pacientes estas terapias al emparejarlos con un sustituto compatible con quien trabajaron durante cinco meses. En el marco de estas sesiones aprenden cada detalle de la interacción y la relación, cómo hablarle al otro, tocarlo, caminar con alguien del sexo opuesto y, más adelante, trabajan en los aspectos físicos.

La terapia sexual sustituta consta de un tratamiento que se prolonga por 21 semanas y que tiene un costo de 11.000 libras. De acuerdo con el centro médico, la terapia finaliza una vez tengan la certeza de que el paciente está funcionando en pleno tanto física como emocionalmente.

El sexo no fue ajeno al impacto de la pandemia. Los múltiples confinamientos que ha tenido que vivir gran parte del mundo causaron daños en la sexualidad de las personas y esto se tradujo para la doctora Aloni en un aumento de la demanda de los servicios que presta en Tel Aviv. Así, el personal del centro médico tuvo que ser aumentado a más de 15 empleados, cuando antes de la pandemia contaba con menos de 10 colaboradores.

“Nadie estaba preparado para este trauma del encierro y fue como un trauma duradero. En un conflicto como el que tenemos ahora, estamos acostumbrados de muchas maneras, y siempre pasa, o un accidente automovilístico que termina rápidamente y luego comienzas a hacer el trabajo para repararlo (...). La covid no era como ninguno de estos”, afirmó Aloni a Femail.

De acuerdo con la especialista en temas de sexualidad, se sabe que cuando hay un trauma, “muchas veces trae a colación un trauma histórico que normalmente tratarías de ignorar o evitar de alguna manera y continuar con tu vida”.

La doctora Aloni relata que los miedos y los traumas psicológicos, en muchas ocasiones, invaden a las personas y estas condiciones desembocan en traumas. Incluso por su consultorio han pasado personas que tienen 40 años o más y que permanecen vírgenes y temían pedir ayuda.

La Dra. Ronit Aloni inició el trabajo de terapia sexual en 1985 y este mismo se hizo público hasta 1991. La clínica que es de su autoría no es nada parecida a una tradicional, sino todo lo contrario: consta de un espacio acogedor, con muebles suaves, colores llamativos, obras de arte eróticas por doquier y velas que ambientan el lugar, según relata el Daily Mail.

Tanto los pacientes como los sustitutos sexuales deben ceñirse a unas pautas estrictas, en el marco de las sesiones que tienen 90 minutos de duración. En esa hora y media avanzan en el proceso que se asemeja bastante al de la construcción de una relación romántica habitual: se dan cita en un café, van al cine, visitan la playa, se conocen y comparten espacios amenos para fortalecerse en el proceso.

“Cuando se sientan cómodos el uno con el otro se trasladarán a una habitación privada donde empezarán a hacer los ejercicios que les demos. Afuera, son más las habilidades sociales y de intimidad que aprenden, pero adentro, es lo físico“, dijo la doctora Aloni.

Para algunos esto podría resolverse con un encuentro casual con otra persona, pero las terapias van más allá. La actriz Seraphina Arden, que ha sido sustituta durante más de 10 años y ha ayudado en este tiempo a más de 40 pacientes, explica que la dinámica dista bastante de lo que podría ser una interacción con una prostituta.

“Lo principal es que las personas que acuden a las prostitutas pueden funcionar físicamente y vienen aquí con un propósito completamente diferente. Los clientes que vienen a nosotros no pueden funcionar, no pueden acudir a las prostitutas. Al contrario, a veces vienen a nosotros después de que fueron donde una prostituta y hubo un desastre completo“, aseguró Arden.

Seraphina Arden concluyó diciendo que todo forma parte de un proceso con cada paciente: “Nos comunicamos, enseñamos, vamos paso a paso y, a veces, después de tres meses, tenemos una relación sexual”.

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