Entre las vacunas candidatas la más avanzada es Abdala, que tiene una eficacia del 92,28 por ciento contra el riesgo de contraer covid
Entre las vacunas candidatas la más avanzada es Abdala, que tiene una eficacia del 92,28 por ciento contra el riesgo de contraer covid | Foto: AFP

Coronavirus

Las vacunas cubanas anticovid, una esperanza para América Latina

Cuba se prepara para dar luz verde en pocos días a una de sus vacunas contra el coronavirus, la primera creada en América Latina y una esperanza para la región que enfrenta una nueva ola de la pandemia.

2 de julio de 2021

Entre las vacunas candidatas la más avanzada es Abdala, que tiene una eficacia del 92,28 por ciento contra el riesgo de contraer covid, según anunciaron con orgullo la semana pasada los científicos cubanos.

Ahora solo falta la autorización del uso de emergencia por parte del Centro para el Control Estatal de Medicamentos (Cecmed), que se espera sea inminente.

Además de Abdala, Cuba cuenta con otras cuatro posibilidades de vacuna, entre ellos Soberana 2, cuyos resultados de eficacia parcial son de 62 por ciento, con dos de las tres dosis, lo que hace que los investigadores confíen en que la autorización ocurra pronto.

Para un país pobre y con escasez de comida y medicamentos, puede parecer sorprendente ese despliegue de vacunas.

Pero “es la confirmación de esa experiencia que tienen las instituciones científicas desarrollando sus vacunas, y esta es una historia de hace 30 años atrás”, dice José Moya, representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Cuba.

Limitada por el embargo estadounidense, la isla cubre el 80 por ciento de su programa de inmunización con sus propias vacunas.

Y “están siendo utilizadas en 35 países en el mundo”, dijo Eduardo Martínez, presidente del grupo farmacéutico estatal BioCubaFarma.

Casos al alza

Con la luz verde del Cecmed, “las autoridades cubanas podrán disponer ya de una campaña de vacunación contra la covid en todo el territorio nacional”, explica José Moya.

En realidad, Cuba empezó a vacunar a la población desde mayo, en el marco de una intervención de salud pública reservada para las zonas más afectadas, especialmente La Habana.

Pero, si la cifra de contagios ha bajado en la capital, se ha registrado un aumento alarmante en el resto del país de 11,2 millones de habitantes, con un total de 193.945 casos, sobre todo desde que llegaron las nuevas variantes del virus a la isla.

La aprobación de una primera vacuna cubana es también bienvenida en la región, que enfrenta el incremento de casos y una escasez de inmunizantes.

Perú es el país con la cifra de más muertos en el mundo en relación a su población.

Venezuela ya ha realizado jornadas de vacunación masiva con Abdala, como este en el sector de Fuerte Tiuna, en Caracas.
Venezuela ya ha realizado jornadas de vacunación masiva con Abdala, como este en el sector de Fuerte Tiuna, en Caracas. | Foto: AFP

“Ha habido dificultades para la distribución equitativa de las vacunas, que desafortunadamente va a continuar”, afirma Amilcar Pérez-Riverol, investigador postdoctoral cubano de la Fundación Fapesp, de la Universidad Estatal de Sao Paulo (Brasil).

“Entonces tenemos países en los cuales cerca del 60 por ciento de la población ya tiene el esquema completo de vacunación, o el 80 por ciento tiene al menos una dosis, mientras que tenemos países que menos del 5 por ciento ha recibido siquiera una dosis”.

Apetito internacional

Incluso antes de su aprobación están atrayendo el interés internacional: Cuba dice que ya está en contacto con “más de 30 países”.

Los más interesados parecen ser los aliados políticos. Irán acaba de aprobar el uso de emergencia de Soberana 2 como vacuna, tras probarla en su territorio. La ministra de salud argentina vino en mayo a la isla; Vietnam y México han expresado su interés, y Venezuela firmó un acuerdo para comprar 12 millones de dosis de Abdala.

Para estos acuerdos bilaterales no es necesaria la aprobación de la OMS.

“Como siempre, nosotros los cubanos ayudando al prójimo”, asegura Idalmis del Río en La Habana, una ama de casa de 52 años que acompaña a su madre a vacunarse. “Cosas que no hacen otros países del mundo que tienen más posibilidades que nosotros”.

Ayudar sí, pero también reforzar un poco las arcas del país, que enfrenta su peor crisis económica en 30 años.

“Yo creo que (la venta de vacunas al exterior) es una fuente de ingresos para el país”, dijo el economista Omar Everleny Pérez, del centro cristianos de Reflexión y Diálogo.

Pero “la importancia de si es alta o es baja depende de la rapidez con que Cuba logré primero vacunar a toda su gente”, un objetivo establecido para finales de 2021, antes de empezar la exportación de dosis.

Por: Katell Abiven

© Agence France-Presse