Salud

¿Qué es el Síndrome de Asperger? El trastorno que Elon Musk reveló padecer

Se trata de una afección del neurodesarrollo que influye en la forma en que las personas dan sentido al mundo, procesan la información y se relacionan con los otros. Expertos explican esta condición

9 de mayo de 2021
Elon Musk, el CEO de Tesla (Hannibal Hanschke/Pool Photo via AP, File)
Elon Musk, el CEO de Tesla (Hannibal Hanschke/Pool Photo via AP, File) | Foto: AP

Elon Musk, el multimillonario de origen sudafricano de 49 años, dueño de Tesla y fundador de SpaceX, sorprendió al mundo al revelar en un programa de televisión estadounidense que padece Asperger. ¿De qué se trata? “El Síndrome de Asperger es una condición del neurodesarrollo, una variación del desarrollo que acompaña a las personas durante toda la vida. Influye en la forma en que estas dan sentido al mundo, procesan la información y se relacionan con los otros”, según comenta la psicopedagoga ecuatoriana Fabiola Pazmiño, quien reside desde hace más de una década en Cali, Colombia.

Fabiola además conoce el Asperger más allá de lo profesional, pues 2 de sus hijos están dentro del espectro autista. “El mayor tiene 25 años y la menor 15. La vida de ambos ha sido funcional e integrada”.

Con anterioridad, el Asperger fue incluido entre los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) y hoy se encuentra incorporado dentro de los Trastornos del Espectro Autista (TEA). Asimismo, el término trastorno está siendo reemplazado por el de Condición (CEA), conforme se entiende que el mismo es solo una variación más de la diversidad humana.

De acuerdo al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades del Gobierno de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), alrededor del 1% de la población mundial tiene algún tipo TEA.

Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de los Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), el Asperger se caracteriza por aparecer en personas con “intereses limitados o una preocupación inusual con un objeto en particular hasta la exclusión de otras actividades como rutinas o rituales repetitivos, peculiaridades en el habla y el lenguaje, como el hablar de manera demasiado formal o monótona, o tomar las figuras retóricas literalmente, comportamiento social y emocionalmente inadecuado y la incapacidad de interactuar exitosamente con los demás”.

Fabiola advierte sobre esta definición, pues considera que la condición de una persona con Asperger “puede variar y mejorar en la medida que la persona sea estimulada y asistida para evolucionar estos aspectos en su desarrollo social, comunicativo, psicomotriz, etc.”.

Aunque se desconoce su causa, hay fuerte consenso en la comunidad científica en señalar que es de orden neuro biológico. De la misma manera, hay una aceptación universal acerca de que el mismo no se produce por problemas afectivos ni por el tipo de educación recibida.

Si bien el Síndrome de Asperger se considera dentro de los TEA, los síntomas que se desarrollan distan de los esperados en un cuadro de autismo con mayor compromiso.

“Los individuos con esta condición presentan un inicio del habla dentro de la edad esperable y suelen hablar de manera precisa, casi como adultos, a pesar de ser pequeños; lo que lleva a la familia a confundirlos con superdotados o extremadamente adultos”, señaló la psicopedagoga.

Entre sus características, si bien no se puede generalizar, ya que cada persona es única, existen rasgos que pueden considerarse altamente positivos y otros en los que suelen presentar dificultades. En el primer grupo, se detallan las capacidades relacionadas con la inteligencia dura, racional, unívoca, hiperlógica; en el segundo, aquellas vinculadas a la inteligencia blanda, emocional, con pluralidad de significados, que cobran mucha importancia a la hora de relacionarse e insertarse en todo tipo de entornos sociales.

Algunos aspectos distintivos del primer grupo son la memoria (en muchos casos, prodigiosa), el apego al detalle (capturando datos inasibles para otros observadores), la facilidad para la matemática, la tecnología, el pensamiento lógico, la estructuración, la focalización en un interés dominante, la concentración y perseverancia en ese interés.

En el segundo grupo, los puntos débiles vinculados a lo social son los inconvenientes para percibir los aspectos no verbales del lenguaje, especialmente el lenguaje corporal y gestual, los códigos implícitos en la comunicación, la relación con el contexto, los cambios simultáneos y vertiginosos de las situaciones sociales, la tolerancia a la frustración, el aplazamiento y la espera. Suelen ser literales y presentan limitaciones para interpretar chistes y metáforas. Esta dificultad social viene acompañada de mucha ansiedad y a veces también de depresión, se explica desde la página del grupo “Asperger Colombia”, que preside Fabiola.

Otro aspecto es la falta de flexibilidad mental y comportamental, consistente en temáticas absorbentes, obsesiones y repetición de rituales.

Son notorias también las dificultades sensoriales y la sobrecarga de estímulos que impactan en el comportamiento. Asimismo, suelen estar presentes algunas dificultades motrices en la infancia, ya que esta maduración generalmente demora un poco más.

En 2013, la Asociación Estadounidense de Psiquiatría consideró que los casos de Asperger deben estar incluidos dentro de los trastornos del espectro autista en la edición DSM 5 del manual que siguen muchos profesionales de la salud mental en el mundo. Antes, se diferenciaba al Asperger de los otros trastornos del espectro autista.

Entre las personalidades diagnosticadas con Asperger, se encuentran el científico Albert Einstein, el cineasta Steven Spielberg, el actor Keanu Reeves, la cantante Susan Boyle, el director y productor Tim Burton, el director, escritor y actor Woody Allen y la activista sueca Greta Thunberg.

Greta Thunberg
Greta Thunberg también nació con Asperger. | Foto: Tomada de DW

Finalmente, se considera que el diagnóstico temprano es vital para tratar con eficiencia el Asperger. “La evolución de esta condición está sujeta a la calidad y cantidad de la intervención temprana por parte de los profesionales y padres a cargo de la crianza y educación de los chicos, para lograr objetivos favorables para su desarrollo integral”, puntualizó Fabiola.

El trastorno debe su nombre a Hans Asperger, un pediatra vienés que, en 1944, describió por primera vez una serie de patrones de comportamiento que él había observado en algunos de sus pacientes, mayoritariamente de sexo masculino. Asperger observó que aquellos pacientes, a pesar de presentar una inteligencia y un desarrollo del lenguaje normales, tenían graves deficiencias en las habilidades sociales, no sabían comunicarse eficazmente con los demás y presentaban problemas de coordinación, según el Rady Children’s Hospital San Diego.