SALUD
Taquicardia: ¿cuáles son los síntomas, causas y cómo controlarla?
En algunos casos la taquicardia no causa síntomas ni complicaciones.
La taquicardia es el término que utilizan los especialistas de la salud para llamar a una frecuencia cardíaca de más de 100 latidos por minuto, hay muchos trastornos del ritmo cardíaco –como las arritmias– que pueden causar taquicardia. Mayo Clinic explica que hay ocasiones en las que es normal tener un latido rápido del corazón, puede aumentar durante el ejercicio, como respuesta al estrés, por un traumatismo o enfermedad.
Sin embargo, cuando se produce la taquicardia el corazón late más rápido de lo normal, debido a afecciones no relacionadas con el estrés fisiológico normal. Todo depende del paciente pero, por lo general, la taquicardia no causa síntomas ni complicaciones, claro está que si no se trata a tiempo puede conllevar a complicaciones serias como insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular, un paro cardíaco repentino o incluso la muerte.
De acuerdo con la entidad sin ánimo de lucro hay muchos tipos diferentes de taquicardia, los cuales se agrupan “según la parte del corazón responsable de la frecuencia cardíaca rápida y la causa de los latidos anormalmente rápidos”. Los tipos comunes de taquicardia son: Fibrilación auricular, aleteo auricular, taquicardia supraventricular, taquicardia ventricular y fibrilación ventricular.
Falta de aire, aturdimiento, pulso acelerado, dolor en el pecho, desmayos –síncope– y palpitaciones cardíacas como latidos del corazón muy acelerados, molestos o irregulares, o una sensación de “salto” en el pecho son los signos y síntomas más comunes que se presentan en una persona con taquicardia. Mayo Clinic señala que cuando el corazón late con mucha rapidez, puede que no bombee suficiente sangre al resto del cuerpo, esto puede hacer que los órganos y tejidos se queden sin oxígeno.
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Hay ocasiones en las que las personas no experimentan ninguno de los síntomas mencionados y la enfermedad solo logra detectarse mediante una exploración física o con una prueba de control del corazón llamada electrocardiograma. No olvide acudir al médico de inmediato o llamar a la línea de emergencias en caso tal de sufrir un desmayo, presentar dificultades para respirar o sentir dolor en el pecho durante más de unos minutos.
“La causa de la taquicardia es algo que interrumpe los impulsos eléctricos normales que controlan el ritmo de bombeo del corazón. Muchas cosas pueden causar o contribuir a un ritmo cardíaco rápido“, indica Mayo Clinic. Anemia, ingerir demasiadas bebidas con cafeína, beber demasiado alcohol, ejercicio, fiebre, presión arterial alta o baja, desequilibrio de electrolitos, efectos secundarios de los medicamentos, glándula tiroides hiperactiva –hipertiroidismo–, tabaquismo, estrés repentino –como un sobresalto– y el uso de drogas estimulantes –como la cocaína o la metanfetamina– pueden ser algunas de las causas que provoquen taquicardia.
Mantener un buen estilo de vida puede ayudar a prevenir la taquicardia, mantener un corazón sano y, de paso, prevenir otras enfermedades cardiacas. Hacer ejercicio, mantener un peso saludable, mantener controlada la presión arterial y los niveles de colesterol, dejar de fumar, beber con moderación, no consumir drogas recreativas, usar los medicamentos de venta libre con precaución, limitar la cafeína, controlar el estrés y asistir a los controles médicos programados son algunas medidas de prevención.
De acuerdo con Mayo Clinic el objetivo del tratamiento de la taquicardia es disminuir la frecuencia cardíaca rápida cuando se produce, prevenir episodios futuros, reducir las complicaciones y tratar la enfermedad de fondo que puede contribuir a la taquicardia.
“La frecuencia cardíaca rápida se puede normalizar por sí sola. También se puede disminuir con movimientos físicos simples. Sin embargo, podrías necesitar medicamentos u otros tratamientos para reducir la frecuencia de los latidos del corazón”, explica la entidad sin ánimo de lucro. Las maniobras vagales, los medicamentos y la cardioversión son algunas medidas que puede tomar el médico para lograr disminuir la frecuencia cardíaca rápida.
Agrega que hay una serie de tratamientos que ayudan a prevenir o, en su defecto, a controlar los episodios de frecuencia cardíaca rápida, tales como: Ablación con catéter, medicamentos, marcapasos, cardioversor implantable o la cirugía.