San Carlos decidió colorear su historia

Aunque pintar el luto puede sonar cuando menos imprudente, los sancarlitanos, en el oriente de Antioquia, están convencidos de que esa es la mejor manera de dejar atrás una historia de más de 30 masacres y dos décadas de desplazamiento y dolor.

Según cifras oficiales, más de14 mil personas han retornado a ese municipio, que en el 2011 fue merecedor del Premio Nacional de Paz, para reconstruir sus vidas y llenarlas de color.

Eso, es precisamente, Memoria a Todo Color, como se llama el Segundo Encuentro Internacional de Muralismo por la Paz, un evento en donde el arte toma protagonismo para la resignificación del territorio. El epicentro es el casco urbano del pueblo pero, dicen sus organizadores, la idea es que los trazos en los muros se expandan hasta las zonas rurales.

Con la presencia de artistas internacionales que vienen desde Ecuador, Perú, Guatemala, Venezuela y Estados Unidos, así como nacionales desde Bogotá, Medellín, Cali, Rionegro, Guatapé y, por supuesto, San Carlos, se pretende colmar de colores y vida esa población paisa. Son unos cuarenta murales, que se suman a los más de sesenta y cinco que hay actualmente en el municipio. San Carlos o El Pueblo de los Murales, como ya es llamado, está en camino a convertirse en una de las galerías al aire libre más grandes de Colombia.

“El Encuentro Internacional de Muralismo por la Paz se gesta gracias a un colectivo que piensa en el bienestar de un municipio que puede generar cosas infinitas a través de lo artístico”, menciona José López, más conocido como Joselo, quien lidera la propuesta ‘San Carlos memoria de sueños y esperanza’.

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Él reconoce el arduo trabajo de su equipo, pues son ellos los que hacen posible, desde su esfuerzo y dedicación, la presencia de más de veinticinco artistas en el municipio con todas las condiciones logísticas y humanas para que ‘Memoria a Todo Color’ sea todo un éxito.

Para el guatemalteco José Rosales, “Sharty One”, -que por primera vez está pintando en el municipio-, lo que más lo atrae es la calidez de los antioqueños. “Es muy rico pintar aquí, uno como extranjero quiere que lo traten bien y la gente aquí en San Carlos es muy cálida, además la biodiversidad de toda Antioquia es súper extensa y bonita”, dice el artista.

Es la segunda vez que Esteban Cadavid, quien firma como ‘Arte Vital’, de Medellín, presta sus manos para el encuentro y ya se siente parte de la memoria del municipio. “Terminamos haciendo parte de la memoria del pueblo, que es lo más relevante, nos involucramos en las historias y de esa forma la transmitimos mejor y a fin de cuentas estamos siendo parte del pueblo y recogemos los recuerdos que vale la pena dejar en la pared”, dice.

Donde antes había insignias de muerte, amenazas y símbolos que amedrentaban a la población, hoy hay verdaderas obras de arte urbano que resignifican y se convierten en historias, llenas de color y esperanza que los mismos sancarlitanos cuidan y valoran.

“Es una experiencia brutal. Es ver un lugar que se ha resignificado por medio del arte, no solo de manera estética, sino creando una memoria con color. Queremos que la gente constantemente se vea representada ahí; lo que son, de dónde vienen. Se trata de reconocer que fue complejo, pero también que el municipio y su gente van para adelante”, dice orgulloso el caleño Juan David Díaz ‘Lápiz’.

Y aunque los murales están por todas partes, la llamada ‘joya de la corona’ será la intervención del Centro de Acompañamiento para la Reparación y Reconciliación (Care), un lugar referente para las personas que desean hablar de lo sucedido en el tiempo de la violencia, pero sin ser revictimizados. Ahí, el evento tiene programado un homenaje a Pastora Mira, una líder que ha puesto la voz de las victimas como prioridad en la historia de San Carlos.