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“Hay una deuda con el campesino: ellos son más que proveedores de comida”

A propósito del Día del Campesino, el director del Centro de Pensamiento de Desarrollo Rural de la Universidad Nacional, Fabio Leiva, habló con Semana Rural sobre la realidad del campo, sus necesidades y el desarrollo de políticas con enfoques territoriales

1 de junio de 2019

 

SEMANA RURAL: ¿Cómo se define la ruralidad en el país?

Fabio Leiva: Hay muchos conceptos que se usan para definir la ruralidad y estos han ido cambiando, anteriormente la ruralidad se veía como algo completamente ajeno a lo urbano, una masa homogénea y se estudiaba como lugares dispersos, atrasados y con pocos servicios públicos. Ahora se analiza una ruralidad diversa, con complejas interacciones con centros poblados e incluso con las ciudades. Yo opto porque no haya dicotomías tan marcadas entre lo rural y lo urbano, más bien que cada vez se generen relaciones más fuertes entre ambos para el desarrollo completo del país.

SEMANA RURAL: ¿La definición de ruralidad debe tener en cuenta el nivel de desarrollo?

F.L.: Hay definiciones que lo plantean, una de esas es la del Dane, pero a mi modo de ver es discriminatoria. Hablan de áreas rurales o lo que llaman restos municipales, en lugares donde no hay nomenclatura en las calles y otras variables y aunque eso tristemente si ocurre, un área rural no necesariamente tiene que ser atrasada. La ruralidad tiene un carácter disperso, pero nos acostumbramos a asociarla con atraso. Otros países tienen zonas rurales avanzadas donde la calidad de vida es óptima.

SEMANA RURAL: Más allá de los conceptos en el imaginario de la gente ¿qué es lo rural en Colombia?

F.L.:
Bueno, pueden haber muchos escenarios, para algunos el campo o lo rural es donde van a descansar o de paseo, otros lo asocian donde hay atraso. Para otros, es lo agropecuario, pero en realidad se compone de muchas actividades sociales, culturales y económicas.

 


«La ruralidad tiene un carácter disperso, pero nos acostumbramos a asociarla con atraso. Otros países tienen zonas rurales avanzadas donde la calidad de vida es óptima».


 


SEMANA RURAL: ¿Qué opina de las políticas de desarrollo rural con enfoque territorial?

F.L.: Para mí el enfoque territorial es bien importante, pero también toca preguntarse qué entendemos por ese enfoque. A nivel territorial es bueno porque se entiende lo heterogéneo de los territorios, que los climas son diferentes, la cultura, la geografía, las poblaciones, las necesidades, los suelos, el agua. Comúnmente una política no se aplica de manera efectiva a los pobladores de un territorio, además muchas veces, estas, son decididas en Bogotá sin visitar los territorios. Y por otro lado, nos acostumbramos a realizar políticas sectoriales y eso no necesariamente con enfoque territorial. Una política agropecuaria solo va a solucionar los problemas del agro, pero no de toda la zona rural, en la que hay más actividades. De hecho, esto es un gran reto porque hay casos que deben articular diferentes ministerios y otras instituciones.

SEMANA RURAL: ¿La concentración de tierras sigue siendo un problema para el desarrollo rural?

F.L.: Sí efectivamente. Colombia es uno de los países más desiguales en la parte de tierras. Colombia tiene un índice Gini que supera 0,86. Imagínese que si llega a 1, sería que una sola persona es dueña de todas las tierras en el país. Entonces si hay una desigualdad muy grande. Otra cuestión muy compleja es que más del 50 por ciento de las tierras no están formalizadas. Los pequeños campesinos muchas veces no pueden acceder a créditos porque no tienen como respaldar con una propiedad.

SEMANA RURAL: ¿Qué otros factores impiden el desarrollo rural?

F.L.: El otro es el uso de suelos. El Instituto Geográfico Agustín Codazzi viene trabajando hace mucho tiempo en el uso adecuado de suelos, y hay muchas zonas que son sobre explotadas mientras que otras son subutilizadas. Hay zonas que no soportan la agricultura intensiva e igual lo están haciendo y visceversa.

 


«Colombia tiene un índice Gini que supera 0,86. Imagínese que si llega a 1, sería que una sola persona es dueña de todas las tierras en el país».


 

SEMANA RURAL: ¿Hay un exceso de ganadería?

F.L.: Sí, es un caso común de subutilización de tierras. Es algo en lo que todos debemos ponernos de acuerdo, saber cómo utilizar las tierras de forma productiva y entender que eso va a beneficiar a los campesinos igual, no es solo tener 4 vacas.

SEMANA RURAL: ¿Qué otras actividades se desarrollan en la ruralidad?

F.L.: Bueno está la minería, el comercio, las artesanías, el turismo, en realidad hay muchas actividades. En el campo debemos ver la multifuncionalidad y esto tiene que ver con un concepto ecológico de servicios ecosistémicos. Muchas veces vemos el campo como el proveedor de comida, de donde viene el pollo, la leche, el maíz, pero allí también están los protectores del agua, los bosques, la protección contra el Cambio Climático. Nosotros estamos más en deuda con los campesinos que ellos con nosotros, ellos hacen por nosotros muchas cosas que no son reconocidas.

SEMANA RURAL: ¿Cómo reducir la desigualdad entre lo rural y lo urbano?

F.L.:
Hay una deuda con el campesino muy grande. Pienso que debemos invertir más en ciencia y tecnología y brindarles mejores capacidades para realizar sus actividades. Debemos buscar un campo con mejores servicios. Por otra parte, mejorar en la parte de ordenamiento territorial, definir en dónde se pueden hacer qué actividades. Por ejemplo, es bueno que se piense en el turismo como una alternativa, pero no se pueden hacer grandes hoteles en parques naturales. Por último, tratar de mantener la paz, hay lugares que durante años sufrieron los daños del conflicto armado y ahora quieren empezar de nuevo y eso hay que permitírselo y
facilitárselo.