San vicente del caguán, Caquetá
Expedición botánica en antigua zona de conflicto del Caquetá: Excombatientes, campesinos y científicos participaron de la "Expedición Picachos 2021"
La Expedición Picachos 2021 es la aproximación científica más completa a dos zonas del Parque Nacional Natural Cordillera de los Picachos, piedemonte amazónico, que, durante años, fueron un enigma para la ciencia y para el país por cuenta del conflicto armado.
Hace tres meses que un grupo de 23 expedicionarios se reunieron en el municipio de San Vicente del Caguán, Caquetá, para emprender una expedición de caracterización biológica al Parque Nacional Natural Cordillera de los Picachos.El equipo estuvo conformado por habitantes de la Zona de Reserva Campesina Pato-Balsillas, investigadores de la Fundación La Palmita, exguerrilleros en proceso de reincorporación de la Asociación Municipal de Colonos del Pato (Amcop), de la Cooperativa Manuel Marulanda Vélez (MMAVECOOP), guardaparques de Parques Nacionales Naturales y funcionarios de WWF Colombia.
La expedición que inicio el 10 de abril y finalizó el pasado 28 de abril, tuvo como objetivo principal crear un inventario de biodiversidad de aves, mamíferos medianos y grandes, murciélagos, mariposas, plantas, anfibios y reptiles. Este trabajo se convirtió en la primera caracterización biológica de las principales especies que habitan en esta parte de la región.
Los 23 expedicionarios se dirigieron al Centro Poblado Óscar Mondragón, en la vereda Miravalle y visitaron dos sitios inexplorados del PNN Los Picachos: El Salto del Venado y Coreguaje, reconocidos localmente como áreas de inmensa biodiversidad y con gran potencial ecoturístico.
El proyecto que hizo parte del programa Áreas Protegidas y Paz, también tuvo como propósito capacitar a los participantes de la Zona de Reserva Campesina en procesos de avistamiento, colección, muestreo y procesamiento de información biológica. De esta manera, desde su papel como investigadores locales, pudieron respaldar la generación de información de este territorio y, luego, podrán aprovecharla con distintos fines como la sensibilización frente a la importancia de la conservación de la vida silvestre y el desarrollo de servicios de turismo de naturaleza.
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Varios de los exguerrilleros participantes también hacen parte de Caguán Expeditions, una empresa con la que le apuestan al ecoturismo de naturaleza, aventura y memoria histórica, y a Remando por la Paz, un equipo de rafting que participó en el campeonato mundial de este deporte en Australia (2019). Precisamente, esta práctica es uno de los mayores atractivos para los visitantes de la región.
“Se busca que esta información se pueda aprovechar, por ejemplo, para colecciones científicas e investigaciones en universidades; para establecer acuerdos de conservación y para sensibilizar tanto a otros habitantes locales, como a futuros turistas sobre la importancia de conservar el área protegida”, explicó David Fajardo, oficial de Gobernanza de WWF Colombia.
En los principales resultados de la expedición se registraron cerca de 248 especies de plantas, 376 de mariposas, 26 de anfibios, 10 de reptiles, 275 de aves, 30 de mamíferos medianos y grandes, y 36 de murciélagos. Sin embargo, estas cifras pueden cambiar en la medida en la que se confirmen nuevas especies, especies muy raras o especies en alguna categoría de amenaza.
“El piedemonte amazónico es una de las áreas más biodiversas en el planeta. Y en esta área protegida, particularmente, hay una confluencia desde la Amazonia, los Andes e incluso la Orinoquia. Es una especie de triángulo donde hay muchísima diversidad biológica. Desafortunadamente es también uno de los sitios en los que hay mayor vacío de conocimiento”, dijo Miguel Rodríguez, director científico de la Fundación La Palmita e investigador de la expedición.
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el PNN Cordillera de los Picachos estuvo cerrado al público durante muchos años, y recientemente ya tiene la aptitud para el ecoturismo, las comunidades se pueden ver enormemente beneficiadas porque ellas son las conocedoras de los atractivos turísticos.
Añadió que “para hacerse una idea, este es un lugar donde encontramos rastros de la presencia de jaguar o tigre mariposo (Panthera onca), y avistamos un oso de anteojos (Tremarctos ornatus) en la misma altura. Eso confirma cómo la confluencia de los distintos ecosistemas hace de esa una zona tan biodiversa”. Dentro de los resultados obtenidos también se resalta el registro a mayor altitud del mono Marimba (Ateles belzebuth) para la Amazonia colombiana y del tigrillo (Leopardus tigrinus), especie vulnerable a la extinción y con pocos registros en la Amazonia andina.
Beth Sua Carvajal, coordinadora del Proyecto Áreas Protegidas y Paz en WWF Colombia, dice que “esta expedición es una expresión clara de la construcción de la paz territorial, pues acerca varios actores que en su momento no coincidieron en sus posiciones, pero que hoy se encuentran para trabajar conjuntamente por objetivos como conservar esta área de tanta importancia ecológica, y pensar en alternativas que le permitan a la gente vivir mejor”.
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