Buenaventura, Valle del Cauca
El paraíso natural al que solo puede llevarlo una bruja
La Reserva Natural San Cipriano es un sitio mágico. Para conocer sus senderos, cascadas y charcos de ensueño hay que subirse en lo que bien podría ser el medio de transporte de un mundo mitológico. Brujitas, les llaman.
Muchos dirán que son puro cuento, pero la verdad es que las brujas sí existen. Están en San Cipriano, Valle del Cauca, cerca del puerto de Buenaventura y son, de hecho, la única manera de adentrarse en uno de los secretos mejor guardados de esa zona del país.
Más que seres de la fantasía con narices largas y aguileñas montados sobre escobas, las brujtas son un medio de transporte inventado en esa región que básicamente consiste en motocicletas a las que los lugareños les adaptaron tablones y ruedas metálicas para que rueden por la vía férrea.
En ese medio de transporte se llega hasta la Reserva Forestal Protectora de los Ríos Escarlete y San Cipriano, a unos 20 minutos del mar Pacífico y a unas dos horas y media de Cali, un lugar mágico para fundirse con la naturaleza.
El recorrido inicia en el corregimiento de San Cipriano, a la orilla del río Danubio y, casi siempre, de la mano de cierta desconfianza. Si bien las brujitas son una muestra de creatividad, son también artefactos muy rudimentarios. No tienen cinturón de seguridad y los pasajeros deben sujetarse de la silla o de lo que puedan. Igual, no es algo para preocuparse: la velocidad es mínima y, hasta la fecha, no se ha reportado ni un solo accidente.
Las brujitas son motos adaptadas a los rieles de la vía del tren. Nicolás Toro.
San Cipriano es donde empieza el recorrido hacia la reserva natural. Para entrar solo hay que pagar un bono ecológico, sin embargo, hay personas que ofrecen un tour guiado; aunque cada cual tiene su precio, existe la posibilidad de conocer la reserva sin necesidad de pagar por este servicio. El pasaje en brujita tiene un valor cercano a los 10 mil pesos, ida y vuelta.
El paisaje es mágico, se entra a la selva entre túneles de árboles, puentes abandonados, casitas de lugareños en condiciones precarias, rodeadas de un verde intenso que logra darles vida, alegría y un ambiente único.
La primera playa o charco del recorrido es increíble, muestra la claridad del río, se puede ver su profundidad fácilmente gracias a su color azul y agua cristalina. Aquí es donde todos dicen: ¡Chao ropa y pa'l agua patos! El agua es templada, las piedras son completamente lisas, pero lo mejor de este lugar es que... ¡no hay mosquitos!
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La región de San Cipriano es una de las más húmedas del mundo. Quizá por eso, sus paisajes son únicos.
Lo ideal es permaneces en las playas no más de media hora: el plan es subir hasta la parte más alta para vivir la adrenalina de tirarse y disfrutar de una de las actividades más divertidas: el tubing.
Se trata de otro atractivo del lugar y es descender por el río montado sobre un neumático. Esta actividad, que ya es conocida en muchos lugares del país, entrega una experiencia individual para no olvidar. Es como hacerse uno solo con el río, la vegetación y por supuesto los sonidos propios de la naturaleza, que más parecieran a veces un ritual de encantamiento.
El alquiler de cada neumático es de $3.000. En diferentes momentos, es posible hacer un alto en el recorrido para subir a rocas y lanzarse al río.
Otro de los imperdibles es la cascada Barbacoana, uno de los lugares más sorprendentes. Para llegar se debe contratar un guía, que cobra entre $25.000 y $40.000 y hay que caminar entre la selva aproximadamente 40 minutos.
Llegar al lugar, después de enfrentar lluvias esporádicas, es como encontrar un oasis: una cascada de agua fresca, en la que es posible meterse y relajarse en algo así como un masaje natural. La idea es olvidar los problemas, no pensar en nada, y entregarse al descanso. La recompensa: sentirse renovado.
¿Cómo llegar?
Desde la ciudad de Cali salen buses que cobran 25.000 con destino al corregimiento de Córdoba, el viaje dura aproximadamente 2 horas y 30 minutos. La vía hacia Buenaventura está en muy buen estado, lo que hace más agradable el trayecto.
Si se va desde otros lugares, no hace falta llegar a Cali. Se puede llegar a Ginebra o a Cerritos y coger la vía a Buenaventura. En Córdoba es posible dejar el carro, parquearlo vale $12.000 por todo el día.
En Córdoba se compra el pasaje de las brujitas, que está entre $11.000 y $12.000.
Hay lugares en la Reserva que parecen piscinas naturales: la quietud del agua es cómplice de una tarde de descanso y contacto con la naturaleza. Nicolás Toro.
Recomendaciones
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En San Cipriano llueve todos los días, entonces es buena idea llevar una muda de ropa adicional.
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Tenis cómodos, que no tengan suela lisa (hay que caminar mucho y el piso es muy liso). Lo ideal es llevar medias y zapatos de repuesto.
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Si se va por un día, lo mejor es madrugar, para que el día alcance. En el destino, es posible pasar la noche. Allí hay oferta de cabañas y hoteles. La noche tiene un costo de entre $25.000 y $80.000 pesos. También se puede acampar.
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Un almuerzo puede costar entre $15.000 y $25.000.
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Los pozos naturales tienen de 3 a 12 metros de profundidad.
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El plato recomendado es Encocado de camarón, una delicia.
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Al entrar, hay que pagar una tarifa de $1.500 en concepto de bono ecológico. Con ese pago se obtiene una cobertura de primeros auxilios en centro de salud.