Urabá, Antioquia
Urabá despertó y ahora muestra su cara de potencia industrial
La región bananera se 'pellizcó' y empieza a mostrar su potencial como polo de desarrollo portuario. La oportunidad de dejar atrás su historia con la violencia parece ser su motor.
Urabá, fértil esquina agroindustrial del noroccidente de Antioquia y del Chocó, sigue en los titulares de prensa por cuenta del Clan del Golfo, que tiene a esta zona como uno de los principales centros de su actividad criminal. Hoy la gente se pregunta si Urabá está cerca de volverse a ‘encender’, dado que el narcotráfico no da tregua. Su posición geográfica, con salidas a los océanos Atlántico y Pacífico, y la selvática frontera con Panamá la convierte en un borde atractivo para las mafias que trafican drogas, armas y personas.
| A principios de los noventa, las Autodefensas de Córdoba y Urabá, comandadas por los hermanos Fidel, Carlos y Vicente Castaño Gil, llegaron a disputarles el territorio y la influencia política a las guerrillas. | Archivo SEMANA
Pese a los esfuerzos de la fuerza pública, que ha desplegado operaciones de las proporciones de Agamenón para lograr la captura de alias Otoniel y de sus principales hombres, el Clan del Golfo deja la impresión de ser un enemigo al que el Estado no podrá doblegar tan fácil.
A pesar de esa cruda realidad, Urabá vive uno de sus mejores momentos en materia de desarrollo portuario. El pasado 12 de mayo se puso la primera piedra del puerto privado Pisisi que será construido por la multinacional coreana Hyundai con una inversión que supera los 475 millones de dólares.
Este terminal portuario multipropósito será instalado en el municipio de Turbo, a 373 kilómetros de Medellín. Allí se generarán cerca de 700 empleos directos y pondrá a Urabá en el circuito del transporte de carga marítimo. “Empieza una gran era de industrialización, para dejar atrás el subdesarrollo y la violencia que han marcado nuestras vidas. Tenemos la capacidad de salir adelante”, comenta sobre esta obra de infraestructura Alejandro Abuchear, alcalde de Turbo.
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La construcción de estas megaobras, denominadas Puerto Antioquia y Puerto Internacional Darién, estará a cargo de la Gobernación de Antioquia con apoyo de la Unión Europea, que invertirán una suma cercana a los US$ 500 y US$ 1000 millones en cada una.
¿Y SI HABRÁ PAZ?
La violencia política ha sido una constante en la vida de Urabá casi desde sus orígenes como enclave económico.
En los años setenta, las guerrillas, principalmente el EPL y las Farc, tuvieron una fuerte influencia en la zona que apenas empezaba a colonizarse y cuyas industrias eran incipientes. En la primera mitad de la década del ochenta, en medio de la tregua con el mandato de Belisario Betancur, el EPL consolidó en el Eje Bananero una fuerza sindical de importantes proporciones, mientras las Farc y el ELN intentaban hacer lo mismo mediante el apoyo de otras asociaciones de trabajadores. En un contexto de huelgas y protestas sociales se empezaron a dar las primeras masacres de asalariados a nombre de los grupos paramilitares.
| La aplicación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras ha dejado pocos resultados y conflictos en Urabá. Temen que vuelva la violencia.
A principios de los noventa, las Autodefensas de Córdoba y Urabá, comandadas por los hermanos Fidel, Carlos y Vicente Castaño Gil, llegaron a disputarles el territorio y la influencia política a las guerrillas. Se expandieron en poco tiempo desde los límites entre Córdoba y Antioquia, hasta el Eje Bananero y luego al Chocó. Ese enfrentamiento fue sangriento y ha dejado profundas heridas, aún abiertas, en sus habitantes.
Hoy los hombres de Otoniel, jefe del clan, quieren ser la nueva saga de los grupos armados ilegales. De su derrota depende en buena parte que se mantenga el clima de tranquilidad que la región comienza a vivir.
El comandante de la Policía de Urabá, coronel Luis Eduardo Soler, es optimista. Asegura que tanto las rutas aéreas como marítimas utilizadas por el clan para el tráfico de droga son cada vez menores y la captura de más de 1.000 integrantes de esa banda criminal (y golpes como la muerte de alias Pablito) forman parte de la otra cara de lo que vive Urabá, esa de la que poco se habla y se conoce.
| Darío Úsuga, alias Otoniel, es uno de los hombres más buscados del mundo. Su banda criminal conocida como el clan Úsuga, estarían tras la masacre de siete personas en Amalfi, Antioquia. Las víctimas eran familiares de Daniel Rendón, alias Don Mario, quien durante varios años lideró ese grupo criminal.
En esta región son grandes las oportunidades para el futuro, que es impensable que no puedan doblegar las amenazas actuales. Pero se necesitan dos condiciones. La primera, que el Estado cumpla sus obligaciones con la región. Doblegar al Clan del Golfo por la vía de la acción policial o por la del sometimiento a la justicia. La segunda, que se active una verdadera concertación entre sector privado, el gobierno, las organizaciones sociales y las comunidades, que permita construir un proyecto de desarrollo en el que quepan todos: víctimas, campesinos, inversionistas, excombatientes. La tarea de la reconciliación es la asignatura pendiente.
En algunos sectores de la economía como el tradicional bananero, hacen falta trabajadores. | Archivo particular
EMPLEO, OTRO ASUNTO PENDIENTE
Grandes oportunidades para el futuro e inmensos retos del presente:
LA TASA
Los megaproyectos que se desarrollan en la región aspiran a satisfacer gran parte de la demanda laboral. Sin embargo, en el último informe socioeconómico de la Cámara de Comercio de Urabá, la tasa de ocupación es relativamente baja, con un porcentaje de 41,69 por ciento, mientras la tasa de desempleo se ubica en un preocupante 27,63 por ciento.
RELEVO GENERACIONAL
El desempleo en Urabá es algo paradójico. En algunos sectores de la economía como el tradicional bananero, hacen falta trabajadores; el gremio se queja por las dificultades que observa para el relevo generacional y la apatía juvenil que empieza a advertirse para sumarse a este renglón histórico de su economía.
UNIVERSIDADES
En los últimos cinco años, la oferta educativa en Urabá abarca otros renglones de la economía previendo el polo de desarrollo que será. Sedes de diez universidades están ya en la región buscando capacitar la mano de obra para que los habitantes se queden en la zona y no migren para ciudades capitales.