Bogotá, Bogotá
Qué hacer y qué no hacer al momento de asociarse
Las sociedades siempre han sido una buena alternativa para crecer, porque permiten complementar habilidades, compartir gastos y aliar recursos, tanto intelectuales como financieros. Se trata de un trabajo de equipo al que es importante medirle los riesgos y los beneficios.
Si está pensando en asociarse para emprender o potenciar su empresa, es importante que tenga en cuenta algunas recomendaciones para que esa unión llegue a ser más exitosa. Para empezar, es importante delimitar las responsabilidades y las funciones de cada socio para que el aporte de cada uno sea claro. El buen funcionamiento de la sociedad depende de un buen trabajo en equipo.
La expectativa es lo primero que cada participante debe definir. Hay que plantear preguntas relacionadas con lo que se espera obtener. Por ejemplo, si se desea ser socio capitalista y recibir remuneración inmediata o si se contemplan otras posibilidades, como mantenerse activo en las operaciones del negocio o adquirir conocimientos.
A continuación se deben valorar los aportes de cada socio, que pueden ser capital financiero o en especie. Si un socio quiere aportar en especie, puede hacerlo con activos, como maquinaria o trabajo remunerado. Antes de ceder las acciones, es importante tener claros los aportes de cada quién. También se deben conocer las reglas de funcionamiento. Por ejemplo, si el socio aportará con trabajo, debe establecerse cuál será su salario o ganancia.
Tenga en cuenta dos aspectos que no suelen contemplarse cuando se inicia una sociedad. El primero es definir una jerarquía. Aunque se trate de una sociedad, es importante elegir un líder. La Fundación WWB Colombia recomienda que el elegido sea una persona que ayude a organizar las actividades, establezca objetivos, enlace las relaciones y mantenga al grupo en constante coordinación.
La fundación también resalta que una de las mayores ventajas de los equipos es la variedad de perspectivas, porque esto permite que se puedan encontrar soluciones a problemas, que de trabajar individualmente serían más complejos de resolver.
El segundo punto es elaborar una ruta de salida. Hay que tener claros los pasos a seguir en caso de que alguno de los socios quiera dejar la sociedad. En el acuerdo se fijan los términos de salida para los socios que decidan abandonar la empresa, así como opciones para que la otra parte pueda comprar el resto del negocio.
Para diseñar esta ruta, la Fundación WWB Colombia recomienda tener en cuenta tres preguntas: ¿Cuáles son las razones por las que se termina la alianza? Tiene que ver con establecer lo que es negociable para cada uno. ¿Cómo se finalizará el trabajo que no se ha terminado? Se refiere a la posibilidad de que, al terminar la sociedad, haya tareas pendientes y sea preciso definir qué pasará con ellas. ¿Qué pasará con la información de tu negocio? Tiene que ver con la propiedad intelectual y la información comercial y privada del proyecto.
Finalmente, la Fundación recuerda que las alianzas estratégicas son como una relación de pareja. Deben preservarse con pequeños detalles para que sean exitosas en el mediano y largo plazo.