San vicente del caguán, Caquetá

San Vicente del Caguán al natural

Río, piscinas naturales, parques nacionales y quesos son algunos de los atractivos turísticos que ofrece la región del Caguán a los viajeros. Una zona al sur de Colombia que vale la pena redescubrir

16 de diciembre de 2019, 12:00 a. m.
Conocido por ser la zona de distención de un fallido proceso de paz, San Vicente del Caguán es una tierra que busca atraer turistas gracias a su riqueza natural | Foto: José Puentes

El Caguán es una zona del sur de país por explorar, ya que debido al conflicto armado, en el pasado no hubo manera de que los turistas recorrieran sus bosques, cascadas y recursos hídricos.

Tampoco hubo posibilidad de dar a conocer fuera del departamento tradiciones gastronómicas o culturales como el queso –de hecho, en la región se fabrica uno muy conocido como denominación Caquetá- o las festividades en torno al Yariseño, un baile que hace parte de la identidad de los sanvicentunos.

Ahora, en pleno tiempo de posconflicto, esta parte de la amazonia colombiana espera por ser descubierta.  Pero primero ¿cómo llegar hasta San Vicente del Caguán? Hay dos posibilidades.
 

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En los veranos aparecen áreas despejadas con arena que son aprovechadas por los sanvicentunos y turistas para descansar y disfrutar de paseos de olla, entre otros. © José Puentes Ramos

Primero, viajar en avión hasta Florencia, la capital caqueteña, y luego tomar un carro expreso hacia el Caguán (un trayecto de entre tres a cuatro horas); o tomar un vuelo directo con Satena, la única aerolínea comercial que opera en el aeropuerto Eduardo Falla Solano. Si eliges la segunda opción, recuerda que martes y sábado son los días en que salen o llegan vuelos. Desde Bogotá tarda 45 minutos.

El aeropuerto de San Vicente está a las afueras de la cabecera municipal. La torre de control hace contraste con el paisaje verde de bosques.

Y a la salida del aeropuerto empezó mi aventura en el Caquetá. Tomé un taxi rumbo al hotel donde me quedaría. Era mi primera vez en el pueblo, así que no conocía el río Caguán. Pero el conductor pasó cerca. “¿Sí ve el puente colgante? Es como un emblema, un monumento para los de acá”, comentó. Por fortuna, el lugar donde me iba a hospedar estaba cerca de este sitio ideal para sacar buenas fotos.
 

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Desde Bogotá hay vuelo directos martes y sábados a San Vicente del Caguán © José Puentes Ramos

Rio Caguán

“Solo de ver el río, dan ganas de tirarse al agua”, le dije al recepcionista del hotel. Me recomendó ir temprano en la mañana o en la tarde. “A mí, por ejemplo, me gusta ir en las mañanas porque no hace tanto calor y la playita está sola”, comenta.

¿La playita? Se trata de las orillas del Caguán. En los veranos (entre diciembre y marzo), cuando el río no está crecido, aparece un área despejada con arena. Los fines de semana, las familias sanvicentunas para divertirse, arman paseo de olla, los chicos levantan arcos y mallas para jugar fútbol o voleibol. 
 

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El río Caguán cruza buena parte de San Vicente y llega hasta los límites del departamento con el Putumayo.

Los dos puntos más turísticos son el icónico puente colgante, que comunica a dos sectores de la cabecera municipal, y el sitio donde me llevó Ferney, el mototaxista que me acompañó en todo el recorrido.“Lo voy a llevar a las piscinas naturales. Es agua que sale desde la montaña”, me dijo mi acompañante.
 

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Las piscinas naturales son caracteristicas de la región gracias a los múltimples nacimientos que tiene la cordilleta oriental que es vecina de San Vicente del Caguan. © José Puentes Ramos

Piscinas naturales

Saliendo de la parte central del pueblo, vimos varias fincas que ofrecían el servicio de piscina. Nada diferente a lo que ocurre en otros pueblos del país. Pero Ferney me aseguró que se llenaban con agua natural que baja desde la cordillera oriental.

Así que decidimos ingresar a una de ellas. ¿Cómo harán si las montañas quedan a varios kilómetros? “Por gravedad. El agua sale de lo más alto y pasa por una tubería hasta las piscinas”, me respondió la dueña de la finca a la que había llegado

El agua, según Ferney, es medicinal y relajante. ¿Por qué? “Es pura, no le echan químicos”. Nos cambiamos de ropa y saltamos a la piscina más grande.

No sentí el olor del cloro. Pasamos toda la tarde nadando y viendo los extensos bosques del Caquetá. La tardé cayó y debíamos regresar para cenar. Esta zona centra su economía en la ganadería, por lo que no fue difícil encontrar un restaurante con una exquisita carne asada. 
 

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Los parques naturales actualmente se esán viendo afectados por la deforestación causada por colonos que viven en la frontera e incluso dentro de las zonas protegidas. © José Puentes Ramos

Parques naturales

La guerra mantuvo oculto este tesoro ambiental, que ahora se abre para que los viajeros nacionales y extranjeros lo conozcan, los parques naturales como Picachos o Chiribiquete, eran inaccesibles para los turistas.

Por lo que hoy poder llegar a las zonas más biodiversas del país es una oportunidad con el que pocas regiones de Colombia tienen.

Además, desde San Vicente se puede por vía terrestre ingresar al parque nacional serranía La Macarena.