Mompós, Bolívar
Mompox: 45 cuadras de estrechas calles y bellas casas
Escuchar sobre Mompós o Mompox es parecido a sumergirse en el realismo mágico. Sus habitantes cuentan historias que se asemejan a las de los libros de Gabriel García Márquez, quien en El general en su laberinto se refiere a esta como una tierra con “solo tres calles paralelas al ri?o, anchas, rectas, polvorientas, con casas de un solo piso de grandes ventanas”.
Encuentra aquí lo último en Semana
Los relatos orales de pobladores mantienen la atención de los visitantes. Por ejemplo, el de una viuda reciente vestida de negro que recibió la visita de un abogado.
Él le contó que el marido de ella y una muchacha del servicio tuvieron tres hijos, reconocidos con la condición de que la madre guardara el secreto hasta la muerte, en ese momento, la viuda se disculpó para ausentarse. Unos minutos después regresó vestida de rojo y diciendo: “Ese 'hijueputa' no merecía un segundo más de luto”.
El destino, uno de los últimos auténticos pueblos coloniales de Colombia, se construye desde afuera sobre imaginarios: "está lejos de todo o en el centro de la nada”. Llegar a este punto en el departamento de Bolívar toma tiempo, pero no es arduo. La posibilidad de desplazarse en un ferri desde el municipio Magangué, por la orilla del río Magdalena, hasta la vereda Bodega, vuelve encantador el recorrido.
La posibilidad de desplazarse en un ferri desde el municipio Magangué, por la orilla del río Magdalena, hasta la vereda Bodega, vuelve encantador el recorrido. © Richard McColl
Aparece la nostalgia, de repente. Pronto terminarán un puente que conecta dos zonas en la depresión Momposina, lo que condena al cierre del transporte pintoresco, de otra época.
Durante las primeras horas del día, Isla Margarita o Isla Mompox se presenta envuelta en un fulgor fantasmal. Mientras la neblina se levanta, expone uno de sus territorios: la calurosa Mompox y sus alrededores pantanosos, hay agua por todos los lados. Los momposinos repiten que “siempre fue un remanso de paz” durante los peores años del conflicto armado. Aislado y pacifico, imagino.
Su gente vive temporadas de río bajo y alto; otras preocupaciones son secundarias. Hasta hoy hace alarde de la preservación, las mujeres atractivas y la liberación de las garras del imperio español. Además, de la declaración de la Unesco como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad en 1995 por ser “una muestra depurada de la arquitectura colonial española en el Nuevo Mundo”. cultura y la autenticidad colonial.
En 1995 el municipio fue declarado patrimonio histórico y cultural de la humanidad por la Unesco. © Richard McColl
45 cuadras de estrechas calles y viejas casas alineadas al lado del río, el brazo de Mompox, tiene esta protagonista en la colonización y emancipación de la patria.
¿La opinión sobre los 400 momposinos que se unieron a Simón Bolívar, el Libertador, para derrotar a los colonialistas en Caracas, Venezuela? ¡Ojo!, con cuidado. Depende de con quién se habla. Están los que sienten orgullosos y los que se ríen argumentando que los momposinos prefirieron regresar a su tierra y esperar los acontecimientos de la Independencia desde lejos tras llegar a las alturas de Mérida, ciudad venezolana en la cordillera de los Andes.
Mompox no es un Disneyland, al atardecer, los habitantes sacan sillas y mecedoras a la puerta para ver pasar la película de la vida. Los perros permanecen tirados sobre las calles, debajo de los balcones, en busca de la sombra. Apenas se mueven cuando pasan vehículos, escasos allí.
El rio Magdalena es uno de los principales atracivos paísajisticos que tiene el pueblo. © Richard McColl
Es un lugar para caminar por las calles, similares a un museo al aire libre; buscar la filigrana de plata en oferta y tomar un viaje en barco a los humedales para disfrutar de las aves.
Se puede decir que Mompox sigue perteneciendo a los momposinos, a diferencia de otras ciudades y pueblos abiertamente turísticos, y por lo tanto tiene un ambiente diferente.
Es especial, el turista llega a un entorno que no parece turístico. Para disfrutar la autenticidad se debe involucrar específicamente con lo cotidiano: la pesca, la orfebrería, la construcción.
Este es un lugar para caminar por las calles o navegar por el río, simula un museo pero al aire libre. © Richard McColl
El entorno arquitectónico, la orilla de un río que susurra al lado del pueblo donde un día no lejano pueden caer un recital de flores y mariposas amarillas, sigue igual. Guarda historias dentro de las casas, estilo andaluz, aunque las puertas mantengan abiertas.
“Mompox no existe. A veces soñamos con ella, pero no existe”, escribió García Márquez en El general en su laberinto. Estas fueron las palabras del Libertador, según Gabo.
Tenía razón. No existe únicamente como muestra colonial o literaria. En cambio, sí existe cuando se viaja a ese pasado más sencillo, más inocente y tal vez, más coherente. Lejos del movimiento y prisa del mundo moderno.
Las postales que deja este pueblo a los turistas son bellas y originales. © Richard McColl
Lorem initius...
¿Cómo llego?
Desde Cartagena, Barranquilla, Santa Marta salen colectivos y buses todos los días. La duración del trayecto es de 5 a 6 horas.
Desde Corozal hay vuelos con Avianca, Satena, EasyFly y ADA. La duración es de 2 horas.
Desde Valledupar hay vuelos en Avianca y LATAM. Son 3.5 horas en colectivo.
Desde Bogotá, Medellín y Bucaramanga salen buses nocturnos.
¿Dónde duermo bien?
La Casa Amarilla
Celular: 3106064632
Página: www.lacasaamarillamompos.com
Reservas: reservas@lacasaamarillamompos.com
¿Dónde como rico?
Sin duda los tres lugares recomendados son El Fuerte, El Comedor Costeño y Ambrosía.
¿Y si necesito una lancha?
Para colectivos desde Cartagena puede llamar a Toto Express: 3107070838.
Para un tour por la Ciénaga puede contactar a Fredy López: 3126006573.
También puede preguntar por guías turísticos en los hoteles.
¿Qué es lo más representativo?
La arquitectura colonial, el río Magdalena y la filigrana.
Noticias relacionadas
