La segunda reelección en frases

En octubre de 2007, José Obdulio Gaviria y Bernardo Moreno decían que Uribe no estaba interesado en una segunda reelección, mientras que el promotor del referendo, Luis Guillermo Giraldo, aseguró que "ningún ejército cambiaría a su general en medio de la batalla que se está ganando".

Dos meses después, José Obdulio Gaviria aseguró que la estrategia del referendo servía "para aumentar el margen de maniobra de Uribe para elegir a su sucesor y asegurar la
continuidad de sus políticas".

En junio de 2008, Marta Lucía Ramírez expresó sobre Uribe que "su cabeza le dice que no se lance, pero su corazón le dice que sí".

En septiembre de 2008, Mauricio Vargas, a quien la Embajada describe como "cercano a Uribe", dijo que la estrategia del presidente era "mantenerse distante de cualquier candidato, incluidos los uribistas, para tener las opciones abiertas de hacer campaña en 2010 ó 2014".

Para Luis Guillermo Giraldo, la indecisión de Uribe se explicaba porque estaba siguiendo la estrategia que, según él, usó el expresidente de Estados Unidos Franklin D. Roosevelt de "sentarse y esperar hasta el último minuto por un clamor del pueblo".

En noviembre de 2008, el congresista Roy Barreras confió a la Embajada que aunque pensaba que el cambio de pregunta para permitir la reelección inmediata podía ser ilegal, él confiaba en que el Congreso encontraría "formas creativas" para hacerlo.

Por su parte, Fabio Echeverri les dijo a los gringos que la razón por la que se oponía a una segunda reelección era porque Uribe ponía en peligro su legado y su salud. "Uribe se dio el lujo que en sus dos periodos se enfocó en los temas de seguridad, pero los problemas económicos y financieros que se vienen no son su fuerte", dijo. Un mes después, calificó el referendo como algo "falto de legitimidad". Y al referirse a las dudas de su financiación, dijo que Giraldo era un "oportunista" vinculado a numerosos escándalos financieros.

El 9 de diciembre de 2008, Uribe le dijo al director del FBI, Robert Mueller, que no veía la posibilidad de participar en la elección de 2010, pero que "no quería cerrar la puerta para el 2014".

"Uribe finalmente muestra sus cartas" es la forma como en un cable se califica el periodo de sesiones extraordinarias convocado por el gobierno a media noche para permitir que se alcanzara a votar la aprobación de la ley que permitía el referendo, iniciativa que finalmente la Corte Constitucional hundió meses después.
 
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