Willi García deleitó con su música en la Suprema Corte, el Grupo Niche y Son de Cali. | Foto: David Quintero

Buenaventura, Valle del Cauca

“Me duele Buenaventura y quiero ayudar a tanto muchacho con talento”: Willy García

El compositor y cantante de talla internacional no se olvida de su tierra. Por eso creó la fundación Tengo Fe, para impulsar a los artistas jóvenes del puerto.

22 de septiembre de 2017

Willy aún recuerda esa noche en que estuvo a punto de embarcarse con destino a los ‘yores’. Eran los tiempos en que los ‘norteños’, como se les llamaba a los polizones que salían de Buenaventura a Estados Unidos o Canadá, eran los reyes del puerto. Cuando lograban ‘coronar’ su aventura en alta mar, llegaban las historias —muchas de ellas exageradas— de una vida de lujos y excesos. En aquellos años ochenta eso impresionaba a los jóvenes y Willy no era la excepción. Una noche, mientras se preparaba para una nueva salida musical con la orquesta La Combinación, le llegó el mensaje de que todo estaba listo para embarcarse apenas terminaran.

“Al final, los consejos de mi abuela, de la familia, pudieron más. Yo tenía otra oportunidad y era la música”

Así recuerda Willly García, treinta años después, este episodio que marcó la vida de uno de los artistas más importantes de la historia de Buenaventura. Willy, quien paseó con éxito su música por la Suprema Corte, el Grupo Niche y Son de Cali, sigue ahora una senda como solista en la que continúa ‘pegando’ un éxito tras otro. En la memoria de los salseros retumban aquellas melodías como ‘Escombros’, ‘Gotas de Lluvia’, ‘Etnia’, ‘Eres’, ‘La magia de tus besos’, entre otros, que lo llevaron con su afinada voz a recorrer gran parte de Europa y América. Pero siempre, en ese corazón lleno de melodía, su Buenaventura del alma siguió latiendo a ritmo de bongoes y tumbadoras. Por eso aquel recuerdo, que pocas veces ha revelado, le sirve para hacer ver que lo que necesita la gente de su ciudad son oportunidades.

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Este cantante, que se siente orgulloso de tener esencia de pueblo y está comprometido con su tierra, no niega sus raíces, recuerda con nostalgia a su abuela Hilma y, cada vez que puede, se da una escapada a su ‘bello puerto del mar’.

“A mí me duele Buenaventura y quiero aportar mi grano de arena para ayudar a tanto muchacho con talento que se pierde en medio de la falta de oportunidades”

Y fue así como en forma silenciosa Willy creó Tengo Fe, una pequeña fundación que tiene como propósito descubrir la calidad artística de chicos de Buenaventura, apadrinándolos en sus sueños de llegar a las grandes ligas de la música. Pero no solo eso, Willy también sabe que es la oportunidad para arrebatar de la violencia a muchos de estos pequeños. Las posibilidades de que los chicos cojan un camino negativo están hoy más a la mano. Lo que visualizo es que los jóvenes que tienen diferentes opciones, por lo menos, se detienen a pensar un poco más. Es que sin oportunidades es muy difícil, dice el artista ganador de múltiples premios por ‘Así se Baila en Cali’ y ‘Vos me debés’, dos de sus interpretaciones que fueron proclamados Disco de la Feria de Cali.

Por eso, el excantante del Grupo Niche está construyendo la sede de su fundación, precisamente en Lleras, su barrio, donde vivió su niñez y adolescencia, además de ser un lugar en el que las necesidades de muchos pequeños se hacen más evidentes. “La sede es allí donde mi mamá y mi abuela; en las casas donde yo me crié. El símbolo de todo esto es poder regresar al barrio hoy en mi madurez y tratar de ayudar a los que más pueda. Los voy a ayudar con música, quiero abrir de manera independiente y de corazón una oportunidad para que estos muchachos la puedan aprovechar”. El propósito es tener lista y adecuada la casa para finales de agosto y que los esfuerzos sigan sumándose. Ha contado con el apoyo de algunos amigos músicos, deportistas y uno que otro empresario, quienes le han donado instrumentos musicales. Y recordando su dilema cuando tenía 16 años, Willy se apresura a decir que “si hay oportunidades, es posible que tengamos que hacer menos correcciones a los más jóvenes. ¿Cuántos futbolistas, cuántos cantantes se han perdido porque no tuvieron una alternativa? Para mí Buenaventura necesita eso, más atención”.