"Yo quiero seguir trabajando en lo social"

SEMANA: ¿Qué fue lo bueno de su reinado?

VANESSA ALEXANDRA MENDOZA: Fue una experiencia enriquecedora. Crecí como persona, como mujer, y fue muy gratificante haberle dedicado gran parte de mi tiempo a promover obras sociales.

SEMANA: ¿Lo malo?

V.A.M.: De pronto estar lejos de mi familia, no haber estado en el cumpleaños de mi mamá, de mis hermanas, tener que viajar y no poder estar con ellas.

SEMANA: ¿Lo feo?

V.A.M.: Nada. Eso sí, tuve que enfrentar escenas dramáticas de soldados heridos en combate, de niñas con hidrocefalia, el sobreviviente de un accidente de helicóptero que quedó con la cara destrozada?

SEMANA: De todo lo que le prometió Andrés Pastrana a Unguía, ¿qué cumplió y qué no?

V.A.M.: Ya hay luz en el pueblo pero la ludoteca no está funcionando y falta ratificar lo del acueducto con el nuevo gobierno.

SEMANA: Cuando entregue la corona, ¿a qué se va a dedicar?

V.A.M.: Voy a adelantar en Bogotá un posgrado en gerencia social y más adelante iré a Carolina del Sur a aprender inglés. Me gustaría seguir vinculada a una ONG o a la Presidencia de la República para seguir colaborando con el Chocó.

SEMANA: ¿No quisiera dedicarse a la televisión o al modelaje?

V.A.M.: De pronto modelaría de vez en cuando y trabajaría en televisión pero en programas que tengan que ver con la parte social.

SEMANA: ¿Alguna vez se sintió discriminada?

V.A.M.: Nunca. Desde que llegué a Cartagena sentí el apoyo de la gente. A las oficinas del concurso llegaron miles de cartas en las que me invitaban a desfiles? yo hubiera querido dividirme en varias personas para haber ido a todos los rincones de Colombia.

SEMANA: ¿Usted cree que su reinado le sirvió al Chocó?

V.A.M.: Yo creo que sí, empezando por Unguía, que antes no aparecía en el mapa. Ahora la gente mira al Chocó de otra manera, varias fundaciones se volcaron a ayudarlo. Yo sé que los problemas no se resuelven en un año pero se ha dado un paso muy importante.

SEMANA: ¿Qué extraña de Unguía?

V.A.M.: Extraño la tranquilidad y la paz que allá se respira.