ZONA DE CANDELA

El ataque de un frente del ELN contra un puesto fronterizo venezolano amenaza convertirse en el peor incidente en las relaciones entre los dos paises.

3 de abril de 1995

A REACCION VENEZOLAna era de esperarse. Los titulares de los principales periódicos de Caracas reflejaron la indignación del vecino país ante el ataque de la guerrilla colombiana al puesto fronterizo de Cararabo, sobre el río Meta. Y la indignación no sólo la produjeron la muerte de los ocho infantes de la Armada venezolana, la desaparición de tres y las heridas de varios más, sino la sevicia que demostró la guerrilla en su ataque. Algunos de los efectivos de la Armada aparecieron degollados. Otros fueron ajusticiados. Al cabo de más de tres horas de masacre, los subversivos destruyeron los equipos de comunicaciones, robaron las lanchas y el armamento que se encontraba en el puesto.
Irónicamente, todo esto sucedió tan sólo una semana después de que los generales Harold Bedoya y Pedro Nicolás Valencia, comandantes de los Ejércitos de Colombia y Venezuela, se reunieron en Cúcuta para estudiar los problemas de seguridad en la frontera. Durante la cumbre, ambos Ejércitos habían acordado intensificar los operativos a lo largo de los 2.150 kilómetros de fronteras para contrarrestar las acciones de la guerrilla, el narcotráfico y la delincuencia.
Pero los repetidos esfuerzos por aumentar la vigilancia en la frontera fueron inútiles. Los hechos del domingo 26 de febrero en la madrugada no sólo constituyen el más grave ataque guerrillero en territorio venezolano, lo cual de por sí ya sería lo suficientemente grave como para tensionar las relaciones entre ambos países. Adicionalmente, son la prueba de que todos los operativos conjuntos que se desarrollan en la frontera sirven de muy poco a la hora de atajar a la subversión, y de que la guerrilla colombiana goza de todas las facilidades y la impunidad necesaria para dominar la vasta selva, e incluso entrar en territorio extranjero, golpear y replegarse.
Y es que la frontera colombiana parece haberse convertido en tierra de nadie. Allí van a parar las armas que se trafican ilegalmente en la frontera, los hacendados y ganaderos venezolanos que son secuestrados por la insurgencia colombiana, y los millonarios botines que día a día cobra la guerrilla por concepto de vacunas y boleteo.
Las incursiones en territorio venezolano se hacen cada vez más frecuentes (ver cuadro). La presencia militar es incipiente, los recursos prácticamente inexistentes. Los esfuerzos que hacen las autoridades colombianas son, como lo demostró el ataque a Cararabo, insuficientes.
Por fortuna, fuera de haber sido un hecho repudiable y lamentable, el ataque guerrillero de la semana pasada no ha llegado a convertirse todavía en un serio incidente diplomático. Pero lo cierto es que, ante la gravedad de la situación, más vale que el gobierno de Colombia asuma con seriedad las exigencias del venezolano de que se tomen medidas rápidas y drásticas para solucionar el problema de inseguridad en la frontera.
Y aunque a finales de la semana fueron capturados en cercanías de Puerto Ayacucho algunos de los subversivos que aparentemente habían participado en el operativo, ese resultado está lejos de ser para que la frontera deje ser una zona de candela.

ENFRENTAMIENTOS DE LA GUERRILLA CON LAS AUTORIDADES VENEZOLANAS

Mayo, 1987
La guerrilla colombiana embosca a un pelotón que destruía cultivos ilícitos en las Sierra del Perijá. Murieron ocho efectivos y el comandante de la unidad.

Marzo, 1991
Enfrentamiento entre guerrilleros y efectivos de la Guardia Nacional Venezolana. Dos soldados mueren.

Agosto, 1991
La guerrilla ataca una base de protección fronteriza en Mara (Zulia). No hubo víctimas.

Febrero, 1992
La insurgencia ataca a un escuadrón de caballería motorizada en Puerto Paez (Amazonas). Tres soldados venezolanos fueron heridos.

Febrero, 1992
La guerrilla ataca la aldea de Casuarito, frente a Puerto Ayacucho (Amazonas). Tres policías colombianos mueren y catorce resultan heridos.

Agosto, 1994
La Guardia Nacional Venezolana descubre una mina al borde la carretera fronteriza con Colombia.

Enero, 1995
El ELN intenta secuestrar a un técnico petrolero venezolano, el cual muere.

Marzo, 1995
La subversión colombiana ataca el puerto fronterizo de Carabobo. Mueren ocho efectivos de la Armada Venezolana.