Foro VIH: estos son los avances y desafíos que enfrentan las personas que viven con esta condición en Colombia

De acuerdo con el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA), en el 2023 cerca de 39.9 millones de personas en el mundo vivían con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH); más de 1.3 millones lo adquirieron en ese mismo año y más de 630.000 personas fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida. Y aunque cada vez más personas acceden a la terapia antirretroviral - TAR (alrededor de 30.7 millones de personas en 2023), en casi tres décadas, 42.3 millones de personas han fallecido por causas asociadas al VIH, de los más de 88.4 millones de casos reportados en el mundo.

En el marco del Foro ‘Vivir con VIH: sin miedo a una vida plena’, organizado por Foros Semana y GSK, que se llevó a cabo este jueves 5 de diciembre, expertos nacionales e internacionales en el tema analizaron la historia y el panorama actual del virus en Colombia y en el mundo, abordando desafíos y logros claves en el tratamiento, así como en la detección, salud mental y atención humanizada de las personas con esta condición.

Durante el panel ‘Calidad de vida en personas viviendo con VIH’, una alianza por la salud, Andrés Cuestas, gerente médico de VIH para GSK y ViiV Colombia; Luis Jorge Hernández, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes; Sebastián Jiménez, gerente de gestión clínica de Sies Salud IPS, y Gustavo Campillo, presidente de la Fundación RASA, coincidieron en la importancia de las herramientas de medición de calidad de vida, los resultados y experiencias reportadas por los pacientes en torno al tratamiento antirretroviral y el impacto que tiene en su calidad de vida.

Para Andrés Cuestas, gerente médico de VIH para GSK y máster en Salud Pública y Epidemiología, uno de los principales desafíos es la discriminación que sufren las personas que conviven con VIH en la sociedad. “Son más de 40 años luchando contra el VIH, el estigma y la discriminación, por lo que debemos trabajar más en esta arista. Hoy evidenciamos que somos muchas las personas interesadas en mejorar la atención y calidad de vida de estas personas y sus familias y estos espacios propician el diálogo y nos ayudan a visibilizar la problemática y a unirnos en esta batalla”.

Por su parte, Luis Jorge Hernández, quien además de docente es también director epidemiológico de Covida, señaló que en Colombia todos deberían recibir asesoría sobre salud sexual y reproductiva para una mejor prevención del VIH, pero que el reto de la expansión del virus parte de que “estamos haciendo los diagnósticos muy tardíos, no en fase VIH, sino en fase Sida”.

Y agregó que: “el VIH es una enfermedad de alto costo, igual que la enfermedad renal crónica, igual que el cáncer; es un evento crónico y hay que pagarlo, pero el sistema de salud se está desmoronando, hay deterioro. Las cifras de la Cuenta de Alto Costo muestran que la cobertura del tratamiento integral retroviral ha disminuido y ha aumentado la incidencia de casos de VIH en el país, y el temor de nosotros es que muchas de estas personas queden desprotegidas. Por eso, el gran reto del Estado radica en garantizar la atención de los pacientes que ya están y de los nuevos pacientes”.

Con esta posición coincidió Gustavo Campillo, quien resaltó que los retos tienen que ver con la estructura del sistema de salud. “Nos tenemos que repensar la estructura del sistema de salud del país para garantizar un mayor acceso al tratamiento y diagnóstico en todo el territorio. Lo que va en línea con las metas de ONUSIDA para 2030 (95% de las personas con VIH diagnosticadas, en tratamiento y en supresión virológica). Pero esto también, esto debe partir de la aceptación propia y del entorno de las personas que conviven con el virus, pues en algunos casos, por conservar el anonimato, empiezan tarde sus consultas y, por ende, su diagnóstico y tratamiento.

Por su parte, Sebastián Jiménez destacó que para mejorar la calidad de vida de los pacientes con VIH+, “el componente médico es fundamental, pues los pacientes deben ser tratados por profesionales muy empáticos, que conozcan de la patología y respondan de la mejor manera a las necesidades particulares de cada caso, porque no es lo mismo un TAR para un paciente de 30 años en zona urbana que para uno de 60 años en área rural con problemas cardiovasculares. Otro pilar fundamental debe ser propender por la buena nutrición de la persona que vive con VIH, pues en la buena nutrición está la clave para fortalecer el sistema inmune”.

Del mismo modo, Jiménez indicó que además es crucial afrontar la patología desde el componente psicosocial y hacer un adecuado acompañamiento psicológico que permita impactar de manera positiva al paciente y su familia. “Sumado a lo anterior, debemos democratizar el acceso a la atención en salud, y aquí tecnologías como la telemedicina y otras son muy importantes para aquellos que viven en zonas apartadas”, añadió.

En cuanto a los avances que se han experimentado, Cuestas aseguró que ”actualmente, una persona que es diagnosticada con VIH a los 20 años tiene expectativa de vivir hasta los 70 o más años, es decir que los desarrollos terapéuticos y los desarrollos en ciencia e innovación sí han permitido avanzar. Por ejemplo, antes estas personas debían consumir varios medicamentos; hoy se pueden tratar con una sola tableta al día, lo que permite menos efectos secundarios, más avances terapéuticos y menos resistencia. Ahora, desde la calidad de vida, tenemos que ofertarles opciones flexibles para que puedan adherirse a ese tratamiento, y cuando se adhieren, pueden mejorar su calidad de vida”.

Asimismo, señaló que desde GSK llevan más de 30 años acompañando a Colombia, trabajando con gobiernos locales y organizaciones de base comunitaria para abordar el diagnóstico temprano de la enfermedad y han abarcado el tema de la población migrante para mejorar su diagnóstico y tratamiento, “pues sin la detección del virus, es difícil controlar su transmisión”, concluyó.