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La historia desconocida de la detención de cabecillas de las Farc en camionetas de la UNP. Hubo “filtración” del grupo armado
SEMANA conoció la historia detrás del hallazgo de cabecillas de las Farc en una caravana de la UNP en las carreteras de Antioquia.
Aunque en un principio se pensó que el Ejército Nacional había descubierto de manera fortuita a cabecillas del autodenominado Estado Mayor Central de las Farc a bordo de camionetas de la Unidad Nacional de Protección en Antioquia, SEMANA pudo establecer que la información fue suministrada por integrantes del mismo grupo armado.
La noticia causó escándalo nacional: 18 guerrilleros eran transportados en siete vehículos blindados de la UNP, custodiados por once escoltas, entre la región del Catatumbo hasta el nordeste antioqueño. Allí iban las cabezas visibles del brazo criminal de alias Calarcá, quien se divorció de alias Iván Mordisco para negociar directamente con el gobierno.
Personas cercanas a la investigación narraron que este hallazgo fue posible por datos que entregaron altos cabecillas de las disidencias a la fuerza pública, quienes son de la entera confianza de Edgar de Jesús Orrego, alias Firu, el único delincuente de alto valor que terminó en la cárcel porque no tenía no salvoconducto de la Fiscalía.
La hipótesis de los detectives es que hubo una “traición al interior del frente 36 de las Farc” para que alias Firu, quien tenía la comandancia, terminara detrás de las rejas. No obstante, el presidente Gustavo Petro lo nombró gestor de paz para que pueda salir de prisión y promueva las negociaciones en el departamento de Antioquia.
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Mientras él espera que se haga efectiva la medida, el liderazgo de la estructura delincuencial está a cargo de un hombre conocido con el alias de Chejo, un personaje que no estaba en el radar de las autoridades, pero quien ascendió rápidamente al poder por la desconfianza que habría entre los líderes de esta organización.
Vale la pena recordar que, además de alias Firu, en esas camionetas se transportaban los cabecillas Alexander Díaz Mendoza, alias Calarcá, y Erlinson Chavarría Escobar, alias Ramiro. Ellos sí quedaron en libertad después del hallazgo de las autoridades porque tenían levantadas las órdenes de captura, excepto alias Firu.
Aunque este grupo armado ha manifestado su voluntad de paz, sigue delinquiendo en el departamento de Antioquia y el resto del país. La fuerza pública y mandatarios locales dan cuenta del cobro de extorsiones y violentas intimidaciones a la población civil, mientras sostienen combates con los enemigos que tratan de arrebatarles el poder.
En el nordeste antioqueño hay una alianza entre los disidentes y el ELN para frenarle el paso al Clan del Golfo. Han instalado artefactos explosivos en las montañas para acabar con los herederos de alias Otoniel, pero se les olvida que por allí transita un alto volumen de población civil y las Fuerzas Militares.