Política
“Los alcaldes no somos enemigos del Gobierno”: la claridad que le hace el alcalde Jaime Andrés Beltrán al presidente Petro
El alcalde de Bucaramanga hace un llamado al Ejecutivo para dejar atrás la confrontación política y trabajar articuladamente para recuperar la seguridad y la economía en las ciudades. Revela si tiene aspiraciones políticas para 2026.
SEMANA: Hay mucha polémica todavía por el caso de Óscar Camargo Ríos, alias Pichi. ¿Cuál es la realidad de este asunto?
JAIME BELTRÁN: Es una situación preocupante porque la información de alias Pichi se ha manejado con demasiado hermetismo, incluso, nos enteramos por la Policía tres meses después de su libertad. Y esto ocurre cuando capturamos a alias Coto, otro criminal, que es la mano derecha de Pichi, con 42.000 dosis de marihuana. La ministra de Justicia dijo que Pichi que era gestor de paz, luego el comisionado de Paz manifiesta que no es gestor y el pasado lunes nos llegó la información de que estaba en detención domiciliaria en Medellín. Para las personas que no conocen el prontuario de alias Pichi, es uno de los narcotraficantes más fuertes que ha tenido la región y tuvo una gran pelea por la venta de microtráfico que nos ha dejado muertos en una batalla campal entre diferentes bandas.
SEMANA: El prontuario criminal de esta persona es tan amplio que también se le conoce como el Pablo Escobar de Santander…
J.B.: Por eso sorprende que lo hayan dejado en libertad porque es un personaje delicado en el manejo y estructura de venta de droga y delincuencial. Lo que más me sorprende es que veo al presidente más preocupado por responder a los alcaldes que por manifestarse en torno a lo que está pasando con el tema de los narcotraficantes y los delincuentes en Bucaramanga y el país. Petro quiere responsabilizar a los alcaldes de lo que pasa en los territorios cuando nos tienen gobernando con las manos amarradas y exigiéndonos resultados, mientras ellos llegan a acuerdos con estas estructuras delincuenciales y buscando, aparentemente, la paz, pero al final dejan libres a una cantidad de vándalos que generan una afectación en el territorio y disparan una ola de sicariatos por la pelea de la venta de droga en el territorio.
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SEMANA: Y con esta polémica no se sabe qué es peor. Que hubiera quedado en libertad o que fuera gestor de paz…
J.B.: La gravedad es que haya quedado en libertad porque maneja unas estructuras delincuenciales, no estamos hablando de una persona que se robó un celular. Estamos hablando de un capo que controla el mercado y la venta de droga en un sector del país. No es un delincuente de talla menor.
SEMANA: Con todo lo que nos dice hay una evidente tensión con Gustavo Petro. ¿Cómo maneja esa relación?
J.B.: El 70% de los alcaldes están administrando miseria. Son muy pocas las ciudades que están recibiendo respaldo y acompañamiento del Gobierno Nacional para financiar los grandes proyectos. Y lo segundo es que nos están mandando a resolver problemas solos, nos descentralizaron los problemas pero no los recursos. Por ejemplo, tenemos que resolver el problema de seguridad, pero no podemos sacar el Ejército a la calle, tenemos que resolver el problema migratorio, pero no podemos hacer expulsiones masivas, tenemos que resolver el tema de droga, pero no podemos hacer requisas en los parques. Tenemos que responder por el tema de la salud, pero no podemos opinar, ni intervenir. Así pasa con todos los temas. En el Gobierno Petro hay apatía completa, no solamente con los alcaldes que están en oposición a un Gobierno nefasto, sino con todos los alcaldes que hoy tratan de mitigar cualquier tipo de solución.
SEMANA: ¿Entonces tampoco están contando con recursos?
J.B.: El Gobierno Nacional manifiesta que no hay recursos. Las ciudades capitales no están dentro de la priorización del Ejecutivo para la inversión de recursos en grandes proyectos. Nos ha tocado buscar mecanismos internos para poder financiar proyectos y obras, pero lo más grave es que limitan las capacidades. Les pido que no nos impidan el avance y la búsqueda de soluciones, porque parece que en el Gobierno ni rajan ni prestan el hacha.
SEMANA: ¿Usted ha recibido recursos por parte del Gobierno Petro?
J.B.: Hemos gestionado, a través de los ministros, herramientas que nos permitan lograr recursos para cámaras de seguridad, para financiar algún tipo de cárcel para los sindicados, pero los procesos van en trámites. El recibo por parte de los ministros ha sido bueno porque ellos tienen una agenda distinta y han querido ayudarnos, pero mientras la visión general sea distinta será muy complejo lograr un resultado eficiente.
SEMANA: ¿La paz total está afectando a Bucaramanga?
J.B.: Mire lo que está pasando con alias Pichi, eso de una u otra manera prende las alarmas frente a qué actores son los que hoy están participando de procesos. Entiendo que entre los proyectos de paz haya segundas oportunidades, pero es que hoy nos estamos enfrentando a una serie de criminales que tienen una incidencia muy fuerte en el mercado de la droga, que bajo la sombra de ser gestor de paz o de un proceso de paz, han generado una serie de afectaciones muy complejas. Me impresiona que las últimas capturas por narcotráfico o sicariato son de personas que acaban de salir de la cárcel y algunos están cursando procesos para vincularse a diálogos de paz. La paz total es un escampadero para que los criminales puedan encontrar una amnistía, pero siguen delinquiendo.
SEMANA: En ese sentido, ¿qué llamado le hace a Petro?
J.B.: Hemos sido enfáticos en que la pelea no es con los alcaldes, las discusiones no son con los que estamos en el territorio. Los pronunciamientos deben hacerse en torno a los delincuentes. Veo más interesado al Gobierno Nacional en responderle a los alcaldes que a generar pronunciamientos claros frente a las estructuras criminales y ahí es donde está mi llamado. Los alcaldes no somos enemigos del Gobierno, los alcaldes no somos de quienes se deben preocupar, los enemigos son los criminales,los delincuentes, los narcotraficantes y esas estructuras que ponen en riesgo la tranquilidad de los territorios.
SEMANA: Aunque lo noto bien preocupado, las encuestas le dan a usted un 72,6% de apoyo por la ciudadanía. ¿Cómo logra ese respaldo?
J.B.: Es lo que la gente valida. Es una visión de gobierno que hemos venido proyectando al territorio. La buena evaluación de la gente está enmarcada en que la gente empieza a ver que la ciudad avanza, mejora, que hay carácter y determinación para enfrentar con criterio la realidad que hoy se vive dentro del tema nacional. Yo siento que los bumangueses entendieron que si no nos uníamos, la ciudad no iba a salir de esta debacle. La ciudad entendió que con el Gobierno Nacional no iba a pasar nada y por eso todos vamos para el mismo lado.
SEMANA: Sin embargo, hay un 44,8% de ciudadanos que están preocupados por el tema de la inseguridad…
J.B.: Ese es el dolor de cabeza de todos los colombianos y lo que nos afana es que mientras a los mandatarios locales nos limitan la capacidad de responder, pues lamentablemente va a ser muy complejo resolver de fondo los problemas. Lo que hagamos los alcaldes se queda corto frente a una indolencia de un gobierno que no entiende la seguridad como un mecanismo primario para encontrar respuestas.
SEMANA: Sobre todo alcalde porque a usted le dicen el Bukele criollo, así que lo relacionan mucho con el tema de la seguridad…
J.B.: Para nosotros el tema de la seguridad viene siendo la principal necesidad en la ciudad. Esto no va a cambiar si realmente no hay una participación por parte de todos para cambiar la política de seguridad en los territorios. Mientras el jíbaro siga teniendo libertad para caminar sin poderlo revisar, mientras el Ejército esté limitado, mientras las capacidades institucionales se reduzcan, es muy complejo poder actuar.
SEMANA: ¿Qué pasó con la megacárcel que se proyectó construir?
J.B.: Estamos avanzando en lo que se llama el centro de detención transitorio. Hemos venido avanzando a través de una alianza público-privada con el análisis del terreno y la metodología para empezar el desarrollo y la construcción del centro porque tenemos un 700 % de hacinamiento en las estaciones de Policía. Más de 90 policías, en vez de dedicarse a cuidar a los ciudadanos, están cuidando a sindicados y eso nos quita capacidad de reacción y de fuerza para poder actuar en la ciudad, pero la propuesta es entregarla en este cuatrienio.
SEMANA: ¿Tiene aspiraciones políticas para 2026?
J.B.: Nuestra primera aspiración es terminar siendo la tercera ciudad en competitividad. Ahora, políticamente, pues el tiempo nos irá marcando el camino y el trasegar y, sin duda, los resultados aquí en Bucaramanga nos irán abriendo un panorama nacional mucho más claro.
SEMANA: ¿Entonces esas aspiraciones serán después del 2026?
J.B.: Claro, la alcaldía Bucaramanga es un escalón hacia una aspiración más alta. Tenemos claro que vamos a terminar este cuatrienio haciendo una buena gestión, lo que se convertirá en una plataforma ideológica para los que se sienten representados en una visión de país enmarcada en la seguridad, en el orden, en la autoridad, en la familia y en la democracia. Tengo la confianza de que el país retomará el rumbo que debe para garantizar la democracia y la gobernabilidad en un proyecto más grande.
SEMANA: Por ejemplo, ¿una presidencial en 2030?
J.B.: Pues puede ser, pero falta mucho. Queremos abrirnos un camino, pero quiero trabajar para que las cosas funcionen bien.