Impuestos a pensiones en la reforma, ¿el gobierno quiso meterlos sin hacer ruido? Esto dicen expertos

¿Fue un error por omisión de una palabra, lo sucedido en la reforma pensional con un artículo dejaría a las mesadas de los jubilados con impuestos? O ¿el Gobierno quiso volver a su idea inicial, tramitada y negada en su primera reforma tributaria, de gravar las pensiones altas?

La polémica se encendió, pero lo cierto es que, en los dos debates que le faltan a la reforma pensional en el Congreso de la República, los legisladores tendrán que estar con los ojos y los oídos más abiertos.

Por más que los voceros del Ejecutivo y los parlamentarios oficialistas expresen que las pensiones no tendrán que pagar impuestos, en el texto aprobado, técnicamente, quedaron gravadas.

Desde el punto de vista tributario, no hay lugar a inferencias, ya que lo que vale es lo que está escrito. En el texto avalado en la Comisión Séptima y en la plenaria del Senado quedó un artículo denominado “Tratamiento tributario”, cuyo numeral 5 hace referencia a la exención del impuesto de renta que tienen las pensiones cuando el monto sea superior a 1.000 UVT (unidades de valor tributario).

Casi ningún pensionado tributa

En la actualidad, implica que casi ningún jubilado tiene obligación tributaria, pues ese valor en UVT corresponde a más de 47 millones de pesos mensuales, una pensión que ganan muy pocos.

El meollo de la polémica es que en el ítem aprobado se eliminó la palabra mensual y, aunque el viceministro de Empleo y Pensiones, Iván Jaramillo, sostiene que al hablar de mesada se refiere a un pago por mes, el Estatuto Tributario es taxativo.

La mesada es mensual, el impuesto de renta es anual

Al ser el impuesto de renta una obligación que tienen los contribuyentes, por el ingreso anual, sin la especificación de que la norma se refiere a un hecho mensual, las personas que ya gozan de su retiro laboral y reciben al año 47 millones de pesos se vuelven declarantes del impuesto (mesadas cercanas a los 4 millones).

En los debates de aprobación en el Congreso de la República, los senadores que sustentaron la reforma argumentaron que tomaron el texto tal cual estaba en la Ley 100 de 1993, que es la que se está modificando con la reforma pensional que hace trámite en el Legislativo (Tomarlo de esa manera, para que quede incluido en la nueva ley, es lo que corresponde a las reglas). Sin embargo, cuando hay una referencia explícita a un ‘Tratamiento tributario’, de inmediato remite al Estatuto de los impuestos y no a otras leyes.

Varios analistas argumentan que -si la medida hubiese sido puesta por el Ejecutivo, autor de la reforma pensional, de manera consciente- no implicaría que los aludidos tendrían que pagar el impuesto, pues las reglas tributarias incluyen otros componentes, como el de la tabla que establece los rangos desde los cuales hay que aportar el tributo. De esa manera, sobre los ingresos entre 0 y 1090 UVT recae una tarifa del 0 por ciento (es decir, hasta ese valor no pagan el impuesto de renta), pero, según explica el exdirector de la Dian, Lisandro Junco, “es falso que solo declararían y no pagarían, pues al declarar, les aplica el artículo 383 del Estatuto Tributario, sobre retención en la fuente”.

En el mencionado artículo dice que se hace retención a partir de una base gravable de 95 UVT, lo que equivale a alrededor de 4.471.175 pesos (al ingreso real se le descontó el pago de aportes a la seguridad social, como indican las normas sobre deducciones). Implica que serían mesadas superiores a 6 millones de pesos las que podrían quedar pagando algo de impuesto de renta, lo que a muchos, como el economista Jorge Restrepo, no les suena mal. De hecho, cita cálculos de Fedesarrollo y sostiene que, con el texto aprobado, solo pensiones cercanas a los 10 millones de pesos pagarían una tasa progresiva que inicia en 0,8 por ciento mensual, lo que sería justo.

La Cámara tiene la palabra

El asunto, según sostiene Junco, deberá ser discutido en la Cámara de Representantes, pues “es claro que hay una intención de gravar las pensiones. Si esa es la voluntad del gobierno, estaríamos de acuerdo en que se abra el debate en el Congreso”.

Abordar el debate acerca de si es o no justo que pensionados desde ciertos ingresos paguen impuestos, en el trámite de una reforma pensional, no parece tener el ambiente requerido.

Óscar Darío Pérez, parlamentario de las comisiones económicas que se encargan del estudio y aprobación de temas tributarios, manifiesta que no hay cabida al argumento de que hubo una confusión. “Está supremamente claro: es muy peligroso haberle quitado la palabra mensual al texto, y por supuesto, habrá que corregirlo en la Cámara”.

Miguel Fandiño, de la firma de servicios legales y tributarios, PwC, también estima que el asunto se tendría que corregir en los siguientes debates, pues en la actualidad, no hay pulso político para gravar las pensiones y “no es el espíritu de la reforma pensional”.