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El rumbo de la economía bogotana

Juan Andrés García dice que Bogotá necesita una propuesta novedosa para revitalizar y hacer competitiva su economía urbana.

Semana
13 de marzo de 2005

Muchas de las inversiones de la ciudad en infraestructura de movilidad, accesibilidad y espacio público se han realizado en zonas urbanas generalmente percibidas como económicamente deprimidas. Las obras de la ciudad motivan un cambio de paradigma en la generación de riqueza y empleo. Sin embargo, hace falta un proyecto audaz que conecte estas zonas urbanas de bajos ingresos con la economía de la ciudad. Una iniciativa que incorpore a residentes de estas áreas urbanas en la estrategia económica de Bogotá para desafiar la competencia global.

En Patio Bonito, las inversiones del Distrito y su complementariedad han provisto el área de servicios básicos y equipamientos urbanos: alimentadora de Transmilenio, colegio Bellavista, alameda El Porvenir y obras de infraestructura del acueducto, (alcantarillado pluvial, sanitario y pavimentación), entre otros. En la calle 42A sur, conviven pequeños comerciantes, mientras en la zona aledaña a las obras del Acueducto, se encuentran varios carpinteros y recicladores. Es notoria la existencia de actividades productivas sin una documentación sobre sus competencias y participación en la economía bogotana.

En 2003, el sector de la construcción registró un crecimiento del 18,1% en el PIB de Bogotá. La Secretaría de Hacienda destacó la participación positiva del subsector de maderas y sus manufacturas. ¿Se beneficiaron los carpinteros de Patio Bonito? ¿Expandieron su mercado o se especializaron en mesas de madera? Una visión futura, debe poder utilizar información de estos procesos productivos para adelantar programas que extiendan los beneficios económicos al sector y sus habitantes. Y en el proceso, hacer realidad comentarios como: "en Patio Bonito están los mejores muebles de madera!".

En San Victorino y Plaza España, los comerciantes tienen una oportunidad enorme de capitalizar en las obras de la ciudad, beneficiosas para el repunte de actividades comerciales. Mientras San Victorino "modelo 2005" circunda con Transmilenio y el parque Tercer Milenio, Plaza España vive un proceso de reconstrucción. No en vano, particulares creativos, buscan atraer nuevos clientes, y servir mejor a los actuales, con la construcción de centros comerciales por la carrera 17 entre calles 11 y 12. ¿Podrían las cooperativas de San Victorino surtir con útiles escolares, o ropa, a hipermercados de la ciudad o del extranjero? ¿Podría el Hospital de San José aprovechar la cercanía y tiempo de respuesta del comercio aledaño para voluntariamente asignar la compra de un porcentaje de sus insumos?

Sin embargo, en una economía cada vez mas basada en el conocimiento, no basta con ampliar los mercados de las microempresas o empresas familiares, y conectarlas con redes comerciales más extensas. ¿Cómo se le agrega valor a lo que la gente produce? ¿al PIB de Bogotá? ¿Cómo se vinculan las empresas pequeñas con un proceso de aprendizaje y generación de conocimiento continuo, que genere riqueza y capital, y mejore la competitividad e ingresos de sus industrias? El verdadero valor en la economía del conocimiento no está en su administración, sino en la creación y transferencia del mismo.

Un primer ejemplo, es Ciberjaya. La primera urbe inteligente de Asia. Simboliza los esfuerzos del gobierno de Malasia para penetrar una economía del conocimiento. Lo que era hace ocho años un exuberante palmeral, en las afueras de Kuala Lumpur, es hoy un centro internacional de negocios sirviendo a más de novecientas empresas. Un segundo ejemplo, es Londres. A través de la iniciativa "Londres Creativa", la ciudad busca observar la creatividad como una herramienta de inclusión social de sus minorías. Con uno de cada cinco puestos de trabajo en industrias creativas, el programa busca romper barreras socio-económicas, motivando individuos a utilizar su talento para conquistar audiencias, clientes y mercados.

Bogotá transformó sus espacios físicos. Acompañémosla con nuevos caminos en la transformación del paradigma económico. La ciudad creó ambientes favorables para negocios y comercio cuando se disponía de ingresos para ello. Hoy cuando son más limitados, surge la oportunidad para el florecimiento de alianzas privado-públicas, construidas sobre transparencia y confianza. Parece ser el reto de la ciudad: adelantar un proceso con el sector privado, para capitalizar la oportunidad de avanzar una agenda conjunta entre espacios urbanos físicos y la economía de la ciudad.

* Analista, Initiative for a Competitive Inner City

Email: Jgarcia@icic.org

Initiative for a Competitive Inner City (ICIC), es una organización sin ánimo de lucro, fundada en 1994 por el profesor Michael E. Porter de Harvard. ICIC impulsa soluciones para el desarrollo de áreas urbanas económicamente deprimidas. Involucrando los recursos del sector privado, ICIC promueve economías urbanas prósperas comprometidas a la generación de trabajo, ingresos, y riqueza de sus residentes.

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