Los libros de texto son fundamentales en el proceso de aprendizaje, en cualquier etapa de formación. Aunque la pandemia transformó muchas de las dinámicas al interior de las aulas, las editoriales llevan más de una década apostándole al uso de otros recursos educativos. De hecho, la mayoría de libros vienen con actividades complementarias en plataformas digitales y aplicaciones.

Rodrigo De la Ossa, director general de Santillana Colombia, cuenta que “desde hace un buen tiempo los colegios no se quedan solo con el recurso impreso, y por eso siempre están buscando soluciones digitales, disponibles en línea y descargables”.

Según De la Ossa, la irrupción de la tecnología y su integración en los procesos de aprendizaje, entendiendo por tecnología no solo los dispositivos sino también los contenidos, recursos y herramientas digitales a las que se puede acceder pagando o de forma gratuita, han incidido en el tipo de materiales que ahora utilizan los colegios.

Pero este año, asegura, será retador por los entornos globales y económicos difíciles. “A pesar del panorama, estamos concentrados en unas expectativas de crecimiento, innovación, desarrollo de nuevas y mejores herramientas digitales, y la creación de libros y contenidos que impacten positivamente los procesos de aprendizaje”, dijo.

Por su parte, Juan Pablo Mojica Gómez, editor de la División Infantil y Juvenil de Penguin Random House Grupo Editorial, manifestó que la tecnología es una herramienta necesaria a la que todas las editoriales le están apuntando. “En nuestro grupo, España y Argentina han implementado la plataforma Penguin Aula con recursos didácticos de apoyo a la labor docente, que son un referente para nosotros en Colombia”, cuenta.

Para 2023, esta multinacional espera desarrollar un modelo híbrido “en el que tenemos libros impresos con los mejores estándares de calidad y recursos pedagógicos virtuales que aportan interactividad al proceso educativo”, detalla Mojica Gómez.

La irrupción de la tecnología y su integración en los procesos de aprendizaje, entendiendo por tecnología no solo los dispositivos sino también los contenidos, recursos y herramientas digitales a las que se puede acceder pagando o de forma gratuita, han incidido en el tipo de materiales que ahora utilizan los colegios. | Foto: Getty Images

Incluso, la Cámara Colombiana del Libro (CCL) ha liderado iniciativas para que los editores independientes del país también avancen hacia ese proceso de digitalización. Una de ellas es el catálogo en línea ‘Leo Independiente’, que reúne más de 60 editoriales independientes colombianas y tiene 3.500 títulos disponibles.

En esta plataforma las instituciones pueden comprar los libros impresos y digitales a través de los enlaces a las tiendas en línea. Además está la opción de hacer recorridos temáticos por colecciones de Arte e ilustrados, Autores colombianos, Colombia diversa, Editorial invitada, Niños y jóvenes, Novedades, Rescates editoriales y Traducciones.

Plan lector

Si bien los libros didácticos son importantes para el aprendizaje de los estudiantes, los textos de interés general también juegan un papel esencial, por eso cada año las principales editoriales diseñan un plan lector para reforzar habilidades como la comprensión lectora.

“En la etapa lectora en la que se encuentran los estudiantes hay preguntas esenciales sobre nuestro lugar en el mundo, sobre cómo desenvolvernos en él, y estos libros son vehículos para profundizar en dichas preguntas; pero también para dar debates importantes y descubrir puntos de vista distintos”, precisa Mojica Gómez.

El regreso a clases no solo beneficia a las editoriales, sino a un fondo de autores que ya está bien posicionado en el circuito escolar. “Es también una oportunidad para proponer y desarrollar nuevos contenidos pensando, precisamente, en los intereses académicos de docentes y estudiantes”, señala Mojica Gómez.

Junto a los libros de pensamiento matemático, lengua castellana, idiomas, pensamiento computacional y robótica; los libros de interés general ocupan un lugar importante en el regreso a clases, entre otras cosas porque “aunque no pareciera tan central como las matemáticas y el lenguaje, la lectura es cada vez más crítica. Precisamente, una de las áreas más exigentes de las pruebas estandarizadas y de las Pruebas Saber es la comprensión lectora, y los estudiantes ahora están muy interesados en desarrollar sus habilidades en esta área”, concluye el director de la Editorial Santillana.

De esta manera, hoy la gran apuesta de la industria editorial es llegar con soluciones educativas que se respaldan en los libros de texto y la tecnología, y en los libros de interés general para fortalecer otras habilidades que van más allá del conocimiento de ciertas áreas.

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