Las múltiples evaluaciones al sistema de salud tienen un común denominador: todas lo consideran una de las herramientas de política pública que más ha contribuido a la construcción de equidad y reducción de pobreza en tres décadas en Colombia. De acuerdo con las cifras del Dane, la dimensión de salud ha ayudado a reducir la pobreza multidimensional en valores superiores a lo que aportan dimensiones como educación o vivienda, y según estimaciones de Jairo Núñez, investigador de Fedesarrollo, en 2021 el sistema de salud contribuyó a sacar a cerca de un millón de personas de la pobreza extrema, a 3,9 millones más de la pobreza y a reducir las desigualdades en la distribución del ingreso.
¿Qué tiene que ver esta construcción de equidad del sistema de salud con la medicina prepagada? De los cerca de 48,8 millones de colombianos afiliados a una EPS –es decir, al sistema de salud–, 1,1 millones tienen planes de medicina prepagada, es decir, dos de cada 100 usuarios. Una enorme minoría, que aporta cerca de cinco billones anuales.
Este pequeño segmento es muestra de que el resto de usuarios cuenta con un robusto y eficaz modelo que funciona muy bien, en especial cuando se le compara con otros países como Estados Unidos, Brasil o México. Allá, segmentos mayores de población se ven forzados a tener seguros privados para poder acceder a servicios de salud o no quebrarse por cuenta de una enfermedad.
En Estados Unidos, por ejemplo, el 62 por ciento de la población cuenta con un seguro voluntario de salud; en Brasil este porcentaje es del 24 por ciento, y en México del 10,4 por ciento, según cifras de la OCDE para 2020.
Modificar el rol de las EPS para que solamente administren planes de medicina prepagada, como algunos han propuesto, es una equivocación ya que supone desarmar un motor de equidad y de acceso de la población a servicios y tecnologías de salud. Se deben promover planes de medicina prepagada, complementarios y otros seguros de salud que como se ha señalado, aportan recursos y capacidades a un sector que siempre demanda más.
De la mano de los planes de medicina prepagada se han desarrollado capacidades de atención, infraestructura en salud, servicios complementarios como telemedicina o modelos de atención novedosos como las hospitalizaciones en casa que tanta falta le hacen al país, y que tanto aportaron durante la pandemia.
El acceso a salud no se trata solamente de ir a una cita médica o a un procedimiento ambulatorio, sino de acceder a la gestión de riesgo en salud, a los modelos y a las redes de atención que han construido las EPS en más de 25 años de trabajo. No tiene sentido restringir este acervo de conocimiento que ha llevado a Colombia a ser país modelo en la atención de enfermedades como el VIH o la enfermedad renal crónica a 1,1 millones de personas cuando hoy funciona para más de 48 millones.
Promover los planes de medicina prepagada es una forma de incorporar aún más equidad en el sistema de salud. Lo que tenemos es un modelo basado en tres pilares: el solidario o subsidiado, el contributivo y el voluntario (seguros privados y complementarios), en donde este último además de sumar recursos suma equidad.
* Presidenta ejecutiva de Acemi
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