Aunque el precio del café sostiene un buen tiempo en los mercados internacionales, la cosecha que arrancará en Antioquia no dejaría saldos favorables para los productores. En la lista de amenazas aparecen las intimidaciones de los violentos y las fuertes precipitaciones que se descargarán sobre los pueblos cafeteros en las próximas semanas, según el Ideam.
Un fantasma aparece en las montañas del departamento cuando en las veredas se anuncia la recolección de los granos de café: sujetos que se presentan como integrantes de grupos armados exigen altas cantidades de dinero por cada bulto que salga hacia las cabeceras municipales de la región. Las autoridades ya empezaron la cacería de los ilegales.
En las últimas horas, miembros de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) caminaron por varias fincas del suroeste antioqueño donde advirtieron que los campesinos debían entregarles 150 mil pesos por cada carga de café que se monte en los camiones y chivas. Ese mensaje se replicó con fuerza por las veredas del municipio de Betulia.
La cosecha cafetera en Antioquia es el “diciembre” para cientos de familias y los delincuentes que se aprovechan de los resultados económicos con el fin de sostener sus prácticas criminales durante el resto del año. En temporadas anteriores, en los sectores de recolección se dispararon los homicidios selectivos y el tráfico de estupefacientes.
Son 15 las poblaciones que están en la mira de las autoridades ante los posibles hechos delictivos que se podrían presentar en los próximos meses, cuando a los bolsillos de los productores de café de la región lleguen más de 1,6 billones de pesos, de acuerdo con las estimaciones de las agremiaciones de trabajadores en el departamento de Antioquia.
Los municipios priorizados son Salgar, Santa Bárbara, Tarso, Venecia, Fredonia, Hispania, Jardín, Jericó, Pueblorrico, Andes, Betania, Betulia, Ciudad Bolívar, Concordia y Urrao. En este último más de 2.000 indígenas están confinados por las confrontaciones armadas que se sostienen en las zonas rurales, protagonizadas por el Clan del Golfo.
Ante este escenario, el mandatario de los antioqueños, Aníbal Gaviria Correa, aseguró que la Fuerza Pública y las instituciones departamentales ya tiene un plan establecido para garantizar la protección de la vida en medio de la cosecha cafetera que se extenderá por más de 90 pueblos, donde se espera que un buen tiempo en el orden público.
“Vamos a estar unidos en ese propósito para que esta cosecha sea, como lo hemos logrado en los anteriores años, cada vez más segura y motor de empleo, de desarrollo, de dinámica económica, no solo para el sector cafetero, sino para los sectores que el café impulsa”, fue el mensaje que envió el gobernador ante la inauguración de la recolección.
Las fuertes precipitaciones también son un riesgo para los caficultores. Con base en los informes divulgados por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), sobre algunas poblaciones de Antioquia no parará de llover entre septiembre, octubre, noviembre y diciembre, cobijados por la segunda temporada y el fenómeno de La Niña.
El Comité Departamental de Cafeteros de Antioquia, en cabeza de Álvaro Jaramillo Guzmán, dio a conocer que habrá una disminución del 17 por ciento en la producción de café que tuvo lugar en 2021. Los números negativos se deben al agua y los eventos naturales que provoca a su paso, principalmente deslizamientos de tierra.
Mientras que la Secretaría de Agricultura de Antioquia lanzó un mensaje de urgencia a las concesiones que están al frente del mantenimiento de los ejes viales de la subregión del suroeste para que reduzcan los riesgos ante los inminentes movimientos en masa que se presentarán en las próximas semanas.
Ahora bien, los picos de la cosecha llegarán entre octubre y diciembre con un estimado de 1,3 millones de sacos de 60 kilos, con lo que el año cafetero terminaría con 1,8 millones de bultos. “Aun así, gracias a la buena cotización del grano, las ventas por parte del sector para este año sumarán 1,6 billones de pesos”, afirmó el Comité de caficultores en esta región del país.