El síndrome de dolor de vejiga es una afección poco común, pero que por la facilidad de su infección, puede afectar a la población sin complicación.
National Health Service del Reino Unido explica que el síndrome se presenta en la zona pélvica del cuerpo. Se le conoce por otros nombres, como lo son cistitis intersticial (IC) o síndrome de vejiga dolorosa (PBS). Con respecto a los síntomas, los principales son los siguientes:
• Dolor pélvico intenso (que se siente sobre la parte inferior del abdomen).
• Impulsos repentinos y fuertes de orinar.
• Necesidad de orinar con más frecuencia de lo habitual.
• Dolor en la parte inferior del abdomen cuando la vejiga se está llenando, que se alivia al orinar.
• Despertarse varias veces durante la noche para orinar.
• Sangre en la orina con un color rosa brillante, roja o marrón oscura.
Otros síntomas pueden incluir dificultad para orinar, incontinencia urinaria y sangre en la orina (hematuria). Aunque estén categorizados, los síntomas son engañosos debido a que son similares a otras condiciones peores, como lo es el cáncer de vejiga. Es por ello que, más allá de experimentar esto, la única forma de dar con la complicación es por medio del diagnóstico médico.
Aunque la cistitis intersticial no distingue entre personas, es más probable que ocurra en mujeres que hombres, en especial cuando superan los 30 años. Los síntomas a menudo van y vienen con el tiempo. Puede haber momentos que duren días, semanas o meses en los que sus síntomas mejoren, seguidos de brotes cuando empeoren. Además, cabe la posibilidad que al consumir ciertos alimentos o bebidas, los síntomas empeoren y se presenten espontáneamente.
Infortunadamente, no hay una causa exacta para este síndrome. Sin embargo, la medicina ha encontrado algunas que son tendencia en los pacientes con eso:
• Daño al revestimiento de la vejiga, lo que puede significar que la orina irrita la vejiga y los nervios circundantes.
• Un problema con los músculos del piso pélvico que se usan para controlar la micción.
• El sistema inmunológico está causando una reacción inflamatoria.
• Relaciones sexuales sin protección.
• Limpiarse las partes íntimas de atrás para adelante luego de defecar.
• Catéteres urinarios.
• Espermicidas con anticonceptivos.
• Bloqueos en el tracto urinario (cálculos renales).
• Afecciones que dificultan el vaciado completo de la vejiga.
• Diabetes.
• Un sistema inmunológico débil.
En algunas mujeres, los antibióticos no funcionan o los análisis de orina no detectan una infección aunque tenga síntomas de cistitis. Por lo tanto, esto puede significar que tiene una infección de la vejiga a largo plazo (crónica) que no se detecta en los análisis de orina actuales. La recomendación es acudir al médico.
No obstante, si un paciente experimenta síntomas leves, ciertos medicamentos y acciones mejorarán la situación naturalmente, dado que en ese momento es posible gestionarla desde casa. Realizar lo siguiente será útil:
• Tomar paracetamol hasta 4 veces al día para reducir el dolor
• Proporcionarles a los niños paracetamol líquido.
• Beber abundante agua.
• Sostener una botella de agua caliente sobre la parte inferior de su barriga.
• Evitar tener relaciones sexuales.
• Prevenir las bebidas que pueden irritar la vejiga, como los jugos de frutas, el café y el alcohol.
• Orinar con frecuencia.
• Limpiarse de adelante hacía atrás luego de ir al baño.
• Ducharse, en especial aseando las partes íntimas.
• Mantener el área genital limpia y seca.
Cuando la cistitis no es controlable desde el hogar y se vuelve insoportable y peligrosa para el paciente, la única solución es acudir a un centro médico, donde se estudiará el caso para ofrecer el tratamiento correspondiente.