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Hotel Boutique Don Pepe de Santa Marta, un alojamiento con cinco siglos de historia
En este predio que data de 1529 se hospedaron personajes como Gonzalo Jiménez de Quesada. Hoy conserva su arquitectura colonial, pero con un toque vintage y servicios exclusivos para el disfrute de sus huéspedes.
El Hotel Boutique Don Pepe de Santa Marta logró consolidarse en tan solo siete años como uno de los alojamientos predilectos por turistas y viajeros que visitan la capital del Magdalena. Su ubicación, en el centro histórico de la ciudad, rodeado de los mejores bares, discotecas, restaurantes, museos y cafés, junto con las instalaciones del hotel, albergan siglos de fascinante historia.
El predio, que data de 1529, fue un convento de los hermanos Dominicos. Aquí se alojaron personajes como Gonzalo Jimenez de Quesada. Aunque la edificación aún conserva su arquitectura colonial –con influencia francesa, italiana y anglosajona– ha sido sometida a restauraciones modernistas que mantienen su esencia colonial y que le dan un toque vintage. El samario Juan Ignacio Vives Lacouture, arquitecto con máster de la Universidad Autónoma de México, fue el encargado de su transformación.
El Hotel Boutique Don Pepe se caracteriza hoy por ofrecer descanso, historia y tradición. Es, además, una de las opciones de hospedaje de lujo más representativas de Santa Marta, de Colombia y de América del Sur. En 2017 fue galardonado por los Luxury World Hotels Awards como mejor hotel spa de lujo en Colombia y mejor hotel histórico de lujo en Sudamérica y, en 2019, fue elegido como mejor hotel boutique histórico en América Latina. Ese mismo año hizo parte de la lista de los Mejores Hoteles Boutique del Mundo, realizada por The Boutique Hotel Awards, una organización de premios internacionales que exalta la excelencia de este tipo de alojamientos. En esa ocasión, los ganadores compitieron contra más de 600 nominados provenientes de más de 80 países. También en 2019 la revista ‘Estilo de Vida’, una publicación especializada en turismo, lo incluyó en el listado de los 40 mejores hoteles del mundo y ocupó el sexto lugar del ranking.
Las comodidades y servicios son otros atractivos del lugar, donde también se celebran eventos familiares, empresariales y matrimonios. Su restaurante Bacota ofrece una experiencia gastronómica con ingredientes y sabores tradicionales de la Región Caribe. Para disfrutar del spa hay una amplia oferta de paquetes que incluyen la cabina a vapor con cuatro tipos de masajes y un jacuzzi con diferentes hidrojets.
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El hotel cuenta con 12 habitaciones que se adaptan a las distintas necesidades de los huéspedes. El cuarto estándar tiene 35 metros cuadrados y el ‘luxury’, 45 metros. También está la opción de alojarse en el ‘luxury suite’ –que incluye jacuzzi– y en la suite presidencial, de 85 metros cuadrados con sala, comedor, dos baños, balcón, solárium y jacuzzi.
