Especial Movilidad y transporte
Así avanzan las grandes obras de infraestructura en las principales regiones del país
Aunque hay incertidumbre sobre la viabilidad financiera de varios proyectos de infraestructura fundamentales para la competitividad regional, los departamentos se la jugarán por conseguir los recursos para financiar obras que impulsen el desarrollo y mejoren la movilidad y calidad de vida de sus habitantes.
La infraestructura vial y la movilidad son una deuda histórica en Colombia. Aunque los proyectos de cuarta generación que ya se terminaron y los que continúan en obra han saldado parte de ese rezago, todavía no es suficiente.
Hoy, Colombia está en un momento crucial de su desarrollo, y enfrenta el desafío de construir una infraestructura que respalde el crecimiento económico y la conectividad a lo largo y ancho del territorio. La necesidad de proyectos viales, ferroviarios, portuarios y aeroportuarios no da espera.
Construir el futuro
Juan Martín Caicedo Ferrer, presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), afirmó que la inversión en este frente es una condición necesaria para garantizar el crecimiento económico, dada su condición contracíclica. Insistió en que se requieren mensajes que tranquilicen a los inversionistas para que este motor de crecimiento no se frene. “Las vigencias futuras cumplen un propósito de financiación para garantizar los recursos que suministra el capital privado, por lo que nada tiene que ver el pago de tales vigencias con el ritmo de ejecución de las obras. De existir atrasos, hay mecanismos contractuales y administrativos idóneos, regulados por la ley, para sancionar dicho atraso”, indicó el dirigente en una comunicación que buscaba aclarar las dudas sobre el apoyo de la nación a varias obras nacionales.
Caicedo Ferrer cree que en 30 años las APP en infraestructura de transporte han logrado la atracción de grandes inversionistas, la adición de valor económico, mayor gestión de riesgos, reducción de costos logísticos y de transporte y, por ende, mayores eficiencias.
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“No debe perderse de vista que, por cada incremento de la inversión en infraestructura del 0,7 por ciento del PIB promedio anual durante los próximos diez años, la tasa de crecimiento económico aumentaría en 1 punto porcentual, se reduciría en 0,8 puntos porcentuales la tasa de desempleo y disminuiría la tasa de pobreza en 0,6 puntos porcentuales. Así mismo, por cada peso invertido en obras civiles se generan 2,25 pesos en la producción nacional”, precisó.
La infraestructura es un elemento dinamizador, y para que los proyectos alcancen su máximo potencial, es imperativo que el Gobierno evite poner cortapisas que podrían obstaculizar su ejecución. En este escenario, la planificación y ejecución efectiva transformarán la geografía física de Colombia y moldearán su futuro económico y social.
Bogotá y Cundinamarca siguen firmes
Pese a los múltiples tropiezos, en Bogotá se avanza en la construcción del metro, una megaobra que se alza como una pieza clave para el desarrollo de la capital. Más allá de ser un medio de transporte eficiente, fuera de la discusión de si será subterráneo o elevado, se proyecta como un catalizador para la transformación integral de la ciudad, mejorando la movilidad y la calidad de vida de los habitantes.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, se ha mostrado confiado en que continúen los desembolsos de la nación para cumplir con el proyecto, valorado en 13 billones de pesos. “Esperamos que los desembolsos se sigan haciendo de manera oportuna para cumplir el compromiso que tenemos con Bogotá, con Colombia y con la banca multilateral. La primera línea tiene un avance del 29,93 por ciento, lo que representa un leve retraso que estamos trabajando para resolver”, sostuvo hace pocos días en su cuenta de X.
En Cundinamarca avanza en el proyecto Regiotram de Occidente. El sistema conectará a los municipios de Facatativá, Madrid, Mosquera y Funza con Bogotá, lo que beneficiará a 130.000 viajeros por día. Su objetivo es disminuir los tiempos de desplazamiento, descongestionar las vías y mejorar la movilidad por las calles 13 y 80. Se espera que entre en funcionamiento para el año 2026 y se invertirán 1,9 billones de pesos. “Cundinamarca requiere una infraestructura moderna y la vamos a hacer, entre ella está el Regiotram. Lo necesita la región para solventar el problema de tráfico. Es un ordenamiento territorial bajo un enfoque regional, sin pérdida de autonomía local”, dijo el gobernador Jorge Emilio Rey en su discurso de posesión.
Antioquia avanza
Por su parte, el departamento de Antioquia tiene planteadas grandes inversiones como terminar el Túnel del Toyo, la doble calzada entre Marinilla y Guatapé, la construcción del intercambio vial en la vía entre el aeropuerto de Rionegro y Medellín, el segundo túnel de Oriente, los puertos de Urabá y la modernización de vías intermunicipales. “También estamos trabajando para viabilizar el Tren del Río, que es una apuesta muy grande no solo de la Gobernación, sino de la Alcaldía de Medellín y toda el Área Metropolitana”, detalló el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón.
Agregó que “van a hacer las placa huellas, que es una gran apuesta. Vamos a lograr que todos los municipios accedan fácilmente a las Autopistas de la Montaña o de cuarta generación. Muchos de los proyectos se construirán mediante APP, pero vamos a usar diversas fuentes de financiación como regalías y recursos propios”, precisó.
En el caso de Medellín, se buscan recursos para ejecutar obras como el metro ligero de la 80, que se vislumbra como una necesidad fundamental para la ciudad. Este proyecto busca facilitar el desplazamiento de los ciudadanos y potenciar el desarrollo económico y social. No obstante, persisten las dudas sobre el apoyo financiero que recibirá por parte de la nación, pues para su materialización se requieren 2,5 billones de las arcas nacionales, que equivale al 70 por ciento del valor total de la obra.
El plan maestro en el Valle
En el Valle del Cauca hay un Plan Maestro de infraestructura, transporte y logística, que incluye la licitación del Tren de Cercanías en coordinación con las alcaldías de Cali, Yumbo, Palmira y Jamundí. “Estamos impulsando además macroproyectos de infraestructura que son claves, como terminar la doble calzada Buga-Buenaventura, que ya fue concesionada; la profundización del Canal del Puerto; la vía Mulaló-Loboguerrero, y la concesión del aeropuerto de Cali y de Buenaventura. Igualmente, está el proyecto del Tren Turístico del Pacífico, para el cual estamos haciendo estudios para iniciar un primer tramo entre Cali y Palmira”, sostuvo la gobernadora Dilian Francisca Toro. Otra obra es el Tren del Pacífico, un proyecto que está en etapa de preinversión con la Financiera de Desarrollo Nacional. Será de uso mixto y comunicará a Buenaventura con Cali, Palmira, Zarzal y La Dorada. Luego irá hacia el norte del país. En diciembre se terminarían los estudios de factibilidad.
Atlántico para el mundo
Además de la imponente obra del Canal del Dique, que emergió como una solución integral para las necesidades del Caribe, especialmente para Atlántico, Bolívar y Sucre, y cuya ejecución total requerirá inversiones por más de 3,2 billones de pesos, otros proyectos también sobresalen por su importancia. En el departamento del Atlántico hay obras que podrían incluirse en el plan de desarrollo, como el puente en la vía Malambo-Caracolí, una segunda calzada en la vía que comunica al Atlántico con el departamento de Bolívar en el sector de Bayunca y la ampliación del corredor portuario de Barranquilla hacia el sector de La Virgencita en el municipio de Soledad.
“El propósito es volvernos competitivos a nivel internacional: Atlántico para el mundo. Seguiremos perfeccionando los diseños de las vías para continuar aportando a la conectividad en el intercambio de productos de consumo interno, y a un tránsito con una proyección internacional de salidas hacia puertos de exportación”, dijo el gobernador Eduardo Verano de la Rosa.
Caldas más conectada
El gobernador de Caldas, Henry Gutiérrez Ángel, señaló que su departamento tiene grandes retos en materia de vías secundarias y terciarias. Por eso, apostará por la pavimentación de vías que carecen de asfalto y que retrasan el desarrollo. También, trabajará en iniciativas RAP (Región Administrativa de Planificación) con Antioquia y el Eje Cafetero. Por ejemplo, la vía Dorada-Sonsón, la que va entre Riosucio y Jardín o la que une a Supía y Caramanta, son obras que se financiarán con regalías. “Sin embargo, la gran necesidad que tenemos es la de Aerocafé, un aeropuerto que impulse a la región. Todavía no hay nada definido, pero tenemos que seguir creyendo en este gran proyecto aeroportuario”, destacó.