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“Más que subsidios hay que proveer oportunidades”: Ocde sobre el desarrollo rural en Colombia
Desde hace ocho meses la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) adelanta una revisión de las políticas rurales de Colombia, con el propósito de contribuir a guiar los cambios que requiere el sector.
Desde hace ocho meses la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) adelanta una revisión de las políticas rurales de Colombia, con la idea de poder contribuir a la construcción del nuevo plan de desarrollo y ayudar a guiar las políticas públicas en este ámbito para los próximos años. Para ello realizó una serie de entrevistas con actores locales y diferentes entidades del Gobierno nacional. En junio, esa revisión arrojó unos hallazgos y recomendaciones preliminares.
A pesar de que el documento final se lanzará próximamente, esas primeras conclusiones pueden ayudar a entender los principales retos que tendrá el sector rural en la política pública. Uno de los temas clave tiene que ver con la articulación administrativa. “A diferencia de políticas sectoriales, como la agrícola o la industrial, la política rural se enfoca en los territorios rurales y la gente que vive en ellos, más que en un sector económico en particular. Por lo tanto, una política que busca el desarrollo rural debe ser transversal a varios sectores económicos, y su objetivo, según el marco de política rural de la Ocde, debe ser enfocarse en mejorar el bienestar de los pobladores rurales”, explicó Andrés Sanabria, experto en desarrollo rural y regional del Centro de Emprendimiento, Pymes, Regiones y Ciudades de la Ocde.
Si Colombia quiere obtener un avance significativo, explicó Sanabria, tendrá que lograr un esfuerzo intersectorial desde diversos frentes. “Por ejemplo, entre la infraestructura de transporte, banda ancha, turismo, agricultura, minería, vivienda y educación. De nada sirven las políticas para mejorar la productividad de los cultivos agrícolas, si no se cuenta con buenas carreteras, acceso a internet de calidad o educación ajustada a las necesidades locales”, indicó.
Además, esas políticas tienen que estar igualmente coordinadas entre el nivel nacional y las entidades locales. Precisamente, una de las recomendaciones preliminares tiene que ver con simplificar la oferta de programas de gobierno en zonas rurales mediante la creación de ventanillas únicas a nivel regional que engloben diferentes políticas sectoriales. Aquí lo importante, señaló Sanabria, es que esos lineamientos se planteen de acuerdo con las necesidades de cada comunidad.
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Otra de las recomendaciones está relacionada con una mayor precisión en el uso de los términos ‘desarrollo agrícola’ y ‘desarrollo rural’, pues la revisión encontró que en varias políticas nacionales se usaron como sinónimos. “Por ejemplo, la estrategia El campo con Progreso: Una alianza para impulsar el desarrollo y la productividad de la Colombia rural del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2018-2022 tiene como objetivo principal mejorar el desarrollo de la ‘Colombia rural’, pero cinco de las siete medidas se enfocan en mejorar las condiciones del sector agropecuario”, indicó Sanabria. Esto implica un desaprovechamiento y desentendimiento de otras dinámicas productivas que pueden desarrollarse en la ruralidad, como el turismo, la bioenergía y la industria.
Más que subsidios, oportunidades
Dentro de esos hallazgos preliminares, se destaca la importancia de definir objetivos adecuados para cada una de las regiones rurales, de acuerdo a sus prioridades y particularidades. Allí el punto de quiebre será poder articular esas necesidades puntuales de algunas comunidades con una estrategia general multidisciplinar.
“Los Principios de Política Rural de la Ocde abogan por una política rural que no se enfoque en proveer subsidios, sino que asegure que todos los territorios rurales tengan las mismas oportunidades para movilizar sus activos y sus objetivos”, aseguró Sanabria.
Esto significa que, al fin y al cabo, quienes hacen realidad esas políticas públicas son los jóvenes emprendedores y las empresas pequeñas y grandes: la clave es cómo brindarles las herramientas adecuadas. Según Sanabria, la Ocde pudo identificar que estas regiones tienen un gran potencial para aumentar sus ingresos y su bienestar, por su diversidad cultural, de fauna y flora. “También están en capacidad de generar energías limpias, aumentar el valor agregado de los productos agrícolas y proveer minerales para las tecnologías verdes”, concluyó.
¿Cómo está el campo colombiano?
La proporción de población joven en las zonas rurales en Colombia es mayor que en el mundo:
- Colombia 26 %
- Promedio países de la Ocde: 17 %
La agricultura emplea cerca del 62 % de la mano de obra rural en Colombia.
En 2021, la productividad laboral agrícola se ubicó 59 % por debajo de la productividad laboral nacional.
Porcentaje de pobreza monetaria en Colombia para 2021:
- Zonas rurales 44,6 %
- Áreas urbanas 37,8 %
En 2020, Colombia registró el nivel más alto de desigualdad regional del PIB per cápita entre países Ocde: Bogotá registró un PIB per cápita cinco veces mayor que regiones como Vaupés o Guainía
*Fuente: Resumen ejecutivo preliminar de la Revisión Ocde de la Política Rural de Colombia.